miércoles, 11 de febrero de 2015

Ucrania saboteó la evacuación de civiles de Debaltsevo

Un convoy de autobuses regresó vacío de Debaltsevo
Reportaje original de A. Kots y D. Steshin en Komsomolskaya Pravda

“¡Nadie quiere ir a la República Popular de Donetsk!”, se jactan los guerreros de internet, tanto los voluntarios como aquellos a sueldo. Las autoridades ucranianas pusieron en marcha una campaña masiva de propaganda dirigida contra la población civil desamparada en la zona ATO. Recordemos que la víspera, Kiev sugirió una tregua de un día para evacuar a los civiles en la zona de Debaltsevo. El bando ucraniano confirmó que los refugiados podrían elegir hacia qué lado partir: Donetsk y Slavyansk.

Temprano por la mañana, un convoy de autobuses salió de Donetsk hacia Debaltsevo acompañado por dos vehículos de la OSCE. Esperamos su regreso en la ciudad de Uglegorsk, bajo control de la milicia.

El viernes resultó ser un día inusualmente silencioso por allí, aunque seguimos oyendo el sonido de la artillería en la distancia a pesar del alto el fuego en vigor. Las calles estaban desiertas. El viento golpeaba los restos de los tanques destruidos. Cortinas blancas se entreveían por las ventanas rotas de los edificios destrozados. Cada metro de la ciudad muestra signos de la dureza de la batalla. Por todo el asfalto abundan los restos de balas y metralla. Los soldados de la RPD trabajaban en las posiciones que hasta hacía pocos días habían pertenecido al Ejército Ucraniano. De vez en cuando, se presentaban algunos de los pocos residentes que quedan en la ciudad.

“No tienen electricidad, ni agua, nada, así que se pasan por aquí a charlar”, comenta un miliciano de nombre Goga. “Les damos de comer. La división ucraniana “Svityaz” se ubicaba en un internado aquí. Dejaron multitud de munición. Pero lo dejaron todo minado”.

“Estamos desactivando todas esas sorpresas ahora mismo”, cuenta el miliciano Chechen. “Dejaron muchas cosas aquí.”

¿Había algún niño en el internado cuando llegaron los ucranianos?

“No había ninguno, pero obviamente tuvieron que huir de ahí muy rápido. Dejaron ahí todas sus pertenencias, las camas estaban sin hacer… Los ucranianos hicieron del internado un almacén de munición y sus posiciones de tiro. Antes de irse, lo minaron todo, incluso las aulas”.  

Cerca de la biblioteca vemos un grupo de señoras mayores. Han venido para intercambiar noticias y ver a esos extraños visitantes vestidos con chalecos antibalas adornados con la palabra PRENSA.

Se quejan: “¡Hemos trabajado toda nuestra vida y ellos han venido y lo han destruido todo! Dijeron que habían venido a defender su tierra, pero esta no es su tierra. Esos seguidores de Bandera nunca han vivido aquí. Su tierra es Polonia”.

Podíamos escuchar disparos a la vuelta de la esquina. Uno de los grupos del batallón “Sparta” ha localizado a un francotirador que había seguido disparando en uno de los bloques de pisos. En 15 minutos cesaron los disparos y continuó la limpieza.

Sobre las 16:00 hora de Moscú, comenzamos a ver las luces de los  coches de policía en el horizonte, aproximándose desde Debaltsevo. Ya marrones a causa del barro, llegaban los vehículos de la OSCE y el convoy de autobuses. Se dirigieron a la plaza central, donde observamos que iban prácticamente vacíos. “No queda mucha gente en Debaltsevo”, nos dijo Anatoly, “nos dispararon cuando salíamos porque sabían que nadie iba a responder. A juzgar por el sonido, era mortero”.

“¡Encontramos los autobuses a Donetsk por accidente! Pasábamos por el ayuntamiento y los vimos”, cuenta Irina, residente en Debaltsevo. “Creíamos que tendríamos que ir a Donetsk por Slavyansk, donde los ucranianos llevaban a todo el mundo. Así que esta vez hemos tenido suerte”.

¿Queda mucha gente en la ciudad?

“Sí, queda gente, también niños. Viven principalmente de la ayuda humanitaria. Cocinan con fuegos en la calle porque el gas se acabó hace mucho tiempo”.

¿Cómo encontraron los autobuses a Donetsk?, preguntamos a Olga.

“Por casualidad. No sabíamos hacia qué lado ir. Nos daba igual. En Artyomovsk  vimos los autobuses a Donetsk. Nadie nos dijo nada”.

Tras obtener el alto el fuego que habían solicitado, la parte ucraniana no cumplió una sola de sus promesas. En primer lugar, abrieron fuego de artillería. Después, no dieron a la población civil ninguna opción: simplemente usaron para su propaganda a una población en circunstancias desastrosas. Los medios de comunicación ucranianos ya han informado de la exitosa evacuación de más de mil personas hacia territorio controlado por Kiev y han insistido en que nadie quería ir al “bastión separatista” de la RPD.

Parece que han conseguido una pequeña venganza por la ciudad de Uglegorsk, de la que la práctica totalidad de la población prefirió partir hacia la República Popular de Donetsk. Por algún motivo, Ucrania no permitió a la población cruzar a su territorio, lo que sorprendió incluso a los fríos observadores europeos. Kiev y sus expertos en relaciones públicas decidieron corregir esa imagen de Ucrania luchando por su unidad territorial en Donbass y, como es habitual, no les importó la población.

Eduard Basurin, del Estado Mayor del Ministerio de Defensa de la RPD:

“La evacuación de civiles desde Debaltsevo a la RPD ha sido saboteada. Solo 40 personas han podido llegar al punto de evacuación porque el bando ucraniano no informó a la población de la posibilidad de venir a la República Popular de Donetsk. La gente no sabía nada. Hubo una provocación cuando entramos en Debaltsevo: el fuego venía de la ciudad. Los residentes solo conocían el punto de evacuación a Slavyansk. Los autobuses llegaron por la mañana y la población salió. Queda alguna gente más en la ciudad. Se esconden en sótanos. No hay suministro de gas”.

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