miércoles, 11 de febrero de 2015

El Poder Popular o el engaño de los nuevos mesías

Los políticos de este país nos han acostumbrado a escuchar de sus bocas palabras y frases que honoran al pueblo. Actualmente se ha puesto de moda la ligereza de los partidos a la hora de situar al pueblo en el lugar que según ellos le corresponde en esto de la política, la palabra mágica suele ser “PODER POPULAR” y sus seudónimos: empoderamiento….

Desgraciadamente, dicho poder popular no pasa de ser una nueva táctica anclada en viejas técnicas políticas que rebosan mentiras y engaños. Es decir, es un chiste viejo con caras nuevas, porque de poder, nada de nada y mucho menos popular.

Para estos partidos, dar asambleas en las calles para que los “ciudadanos” les digan qué es lo que tienen que hacer dentro de las instituciones ya constituye el verdadero poder popular. También lo es el engullirse a los movimientos sociales o consultara éstos cuáles son sus reivindicaciones para incorporarlos a sus respectivos programas. PODEMOS, lleva a gala que la votación por ordenador es el no va más de la democracia moderna. De esta manera, cualquiera puede votar sin presión por parte de nadie. E incluso arguye, que cualquiera puede salir elegido en estas votaciones, en la que no hay propaganda de por medio ni la intencionalidad que suelen emanar de los poderes fácticos durante los procesos electorales. AUN ASÍ, ESO NO ES NI SERÁ NUNCA PODER POPULAR. Y sí que existe la participación mediática a la hora de que el votante elija a sus representantes. ¿A quién vota la gente? Es más que seguro que vota a quien conoce. ¿Por qué se conoce a Iglesias, Monedero..? Por los medios de comunicación burgueses.

Resulta triste que se juegue con el actual grado de conciencia y de formación política de un pueblo que lo que manifiesta es indignación y repulsa contra los políticos actuales. Porque preguntamos dónde queda el poder popular en los programas de los partidos. Por más vueltas que le demos, por demasiado empeño que pongan los líderes actuales en demostrar lo contrario, el pueblo continúa siendo utilizado aunque de otra forma. Porque al final, el poder popular de estos señores se reduce a lo mismo de siempre, al momento de depositar el voto y sanseacabó. ¿Pero cuando ejerce el pueblo su poder? Es evidente que nunca, el Poder Popular es algo muy distinto que solo puede conseguirse sobre la base del sacrificio, lejos de los ordenadores, con luchas políticas, con gravísimos riesgos, porque cuando exista el poder popular ya no podrá existir el poder de la burguesía, o sea, de los bancos y de los monopolios. Y es tremendamente ridículo pensar que estos permanecerán pasivos ante la simple sospecha de que puedan perder su poder.

Los engaños al pueblo suelen costar caro, muy caro, desgraciadamente al propio pueblo, mientras que los embaucadores suelen salvarse de la quema. Pero ¿cómo se consigue el Poder Popular?. No existe una regla fija, pero siguiendo un orden natural, aunque simplista para explicarlo, debemos decir que el Poder Popular se construye paulatinamente. Las asambleas de trabajadores de la ciudad y del campo, de estudiantes, de todas las clases y capas populares, va uniéndose a través de sus representantes o diputados elegidos en los centros de trabajo, de estudios, en los barrios, conforme van comprendiendo que la lucha de todos es una sola. La unidad del pueblo en sí, le permite oponerse a las medidas de los ayuntamientos de los gobiernos autónomos y del estatal. En principio es una lucha de resistencia y conforme el movimiento popular va adquiriendo fuerza, las reivindicaciones y objetivos van variando pasando de la defensiva a la ofensiva. Los jornaleros tomaran tierras, pero de verdad, y los trabajadores de la ciudad, estudiantes etc. apoyarán dichas medidas. Los gérmenes del poder popular van teniendo autoridad para convocar y ser escuchado, de esta forma se pasa de protestar por los impuestos, a no pagarlos masivamente. De denunciar la subida de precios a no pagarlos. De protestar por la utilización de sus impuestos municipales a imponer en que se debe gastar y así sucesivamente.

Como es de pensar, esta línea de actuación es ya contra el poder establecido y sus fuerzas coercitivas. En la palestra política se enfrentan dos formas de ver las cosas una a favor de los ricos, de los inversores, de los monopolios y de la banca y otra la del pueblo trabajador y ambas están bien definidas, hasta tal punto que el pueblo se pregunta ¿para qué participar en unas elecciones? ¿Para elegir a quienes nos tenemos que enfrentar? ¿Para qué elegir a nuestros enemigos si hemos elegidos ya a nuestros verdaderos representantes? Será entonces cuando el pueblo se constituya por conciencia y por práctica en PODER.

El PODER POPULAR no es un juego de niño, ni el fruto salido de reuniones de intelectuales. El PODER POPULAR es algo muy duro que cuesta mucho al pueblo, pero que el mismo pueblo establece porque no le queda otro remedio si quiere dejar de vivir como hasta ahora.

Es evidente, que este no es el PODER POPULAR que desean los nuevos Mesías y están en su “derecho” de no desearlo, pero lo que no tienen derecho es a engañar al pueblo.

FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO DE SEVILLA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Añade tu opinión sobre este artículo