El personal del servicio de seguridad de Ucrania ha anunciado no estar dispuesto a retirar el armamento pesado de la línea del frente, ya que siguen sufriendo ataques de la milicia. Horas antes, los representantes de la República Popular de Donetsk, por su parte, han rechazado comenzar la retirada de la artillería.
El portavoz de la operación antiterrorista, Andrey Lysenko, afirmó que ya están preparados los lugares para la retirada de armamento pesado según los acuerdos de Minsk, pero el Ejército Ucraniano no puede iniciar la retirada porque es la milicia la que no observa el alto el fuego.
“La condición para la retirada de armamento pesado de la línea de contacto es el cumplimiento del primer punto del acuerdo de Minsk: el alto el fuego. 112 ataques, esto no es un indicador de alto el fuego, así que por ahora no estamos dispuestos a retirar el armamento pesado, aunque hemos preparado los lugares oportunos y hemos realizado el trabajo correspondiente para transferir ese armamento y esos vehículos lejos del frente. Es decir, estamos preparados para ello, pero antes tiene que haber alto el fuego”, afirmó Lysenko.
También el lunes, el representante del Ministerio de Defensa de la República Popular de Donetsk, Eduard Basurin, incluido en la última lista de sanciones de la Unión Europea tan solo unas horas antes, afirmaba que la milicia tampoco estaba dispuesta a comenzar la retirada de armamento pesado, incumpliendo así uno de los puntos de los últimos acuerdos de Minsk.
La situación en Debaltsevo sigue siendo un problema para los acuerdos de Minsk. El fuego no podía parar completamente y en la zona de Debaltsevo las operaciones militares continuaron con su rutina, consecuencia directa de que Minsk no supiera qué hacer con Debaltsevo. Así que con el ruido de fondo de la artillería, cuya intensidad sí se ha reducido, las partes no solo no están dispuestas a comenzar la retirada de armamento pesado para no dejar a sus fuerzas sin cobertura, sino que tratan de reagrupar a sus tropas en caso de una escalada de las operaciones militares.
Debido a la concentración de fuerzas del ajunta en los alrededores de Donetsk y el provocador bombardeo del aeropuerto de Donetsk, el comando de la RPD no está dispuesto a regalar nada a la junta, por lo que no va a retirar su artillería en respuesta a los bombardeos ucranianos.
Por el momento, es dudosa incluso la implementación de los puntos más obvios del acuerdo de Minsk, por lo que el acuerdo para llevar a cabo la reforma constitucional, la entrega de la frontera y el estatus de Donbass parece ahora mismo ciencia ficción.
Abandonar Debaltsevo y fortalece la línea del frente en la zona de Svetlodarsk haría mucho más sencillo conseguir la tregua, por ejemplo si la milicia creara un corredor para el personal ucraniano y armas ligeras que dejara atrás el armamento pesado. Pero la motivación política hace imposible para la junta abandonar Debaltsevo.
La milicia sigue manteniendo firme su control sobre las vías hacia Debaltsevo, así que ninguno de los intentos de la junta por desbloquear la ruta ha tenido éxito. Hay una posibilidad de que vehículos aislados puedan salir a través de vías secundarias al norte de la ruta principal, pero esta ruta es inviable a la hora de crear una vía de suministro digna.
Todos los puntos necesarios para mantener el control de las comunicaciones del grupo sitiado están en manos de la milicia. Tal y como se dijo tras la formación de la caldera, la artillería de la junta ha reducido a cenizas a Logvinovo. Fuentes ucranianas también confirman que dentro de esa caldera de Debaltsevo sigue existiendo otro pequeño cerco en el que el 40º batallón de defensa territorial ha quedado rodeado.
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