La policía estadounidense arrestó el lunes por la noche a más de 150 manifestantes que protestaban contra la brutalidad policial en el estado de California, suroeste de Estados Unidos.
Los arrestos se produjeron cuando los indignados invadieron y cerraron la autopista interestatal 80 en la ciudad universitaria de Berkeley, cerca de San Francisco, interrumpiendo el tránsito en ambas direcciones.
De acuerdo con informes locales, los manifestantes lanzaron piedras y otros objetos contundentes contra los policías en esa ciudad.
Otras ciudades estadounidense como Washington (la capital) y Nueva York (noreste), asimismo, fueron en la misma jornada escenario de manifestaciones, a modo de nueva ola de protestas contra la decisión de un gran jurado de no procesar al policía blanco que mató al afroamericano desarmado Eric Garner, el pasado mes de julio, en Staten Island, frente al sur de Manhattan.
En Nueva York algunos de los participantes en las marchas usaron camisas en las que aparecía escrita la frase “No puedo respirar”, las últimas palabras pronunciadas por Eric Garner antes de morir.
En la ciudad capitalina, igualmente, los manifestantes marcharon fuera del Capitolio de Estados Unidos y el Departamento de Justicia, con los nombres de los estadounidenses negros asesinados por la policía.
Durante los últimos meses han aumentado los maltratos hacia los negros por parte de la Policía, hecho que ha provocado la ira de la nación estadounidense. Además, los jueces han rehusado procesar a los policías que han matado a afroamericanos, aun cuando existen pruebas que corroboran los crímenes.
El pasado miércoles un jurado de Nueva York decidió no procesar al policía que acabó con la vida de Garner, hecho que se produjo poco después de que el gran jurado de la ciudad de San Luis (estado de Misuri, EE.UU.) anunciara el 24 de noviembre su decisión de no procesar al policía blanco que mató al joven afroamericano Michael Brown el pasado mes de agosto.
El anuncio del jurado de Misuri provocó violentos enfrentamientos entre los indignados ciudadanos y la policía en Ferguson, donde más de 80 personas fueron arrestadas.
haj/anz
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