Tras semanas de duelos de artillería entre los dos bandos, separados tan solo por unos centenares de metros, era la norma, la batalla por el aeropuerto de Donetsk sufrió ayer un cambio sustancial. Tras el anuncio del día anterior del primer ministro de la República Popular de Donetsk de que no permitiría el paso para la rotación de las tropas ucranianas atrincheradas en algunos de los edificios del aeropuerto y la denuncia de que la parte ucraniana ha roto unilateralmente el alto el fuego, el mando militar de la RPD parece haber dado orden de tratar de tomar definitivamente los edificios del aeropuerto aún bajo control ucraniano. Pese
a que el valor del aeropuerto, completamente destrozado tras meses de continuos bombardeos de artillería, es prácticamente nulo y su valor estratégico se ha reducido considerablemente, el aeropuerto es, igual que las cercanas localidades de Peski o Avdeevka, una de las posiciones desde las que la artillería ucraniana dispara sobre los distritos de Donetsk más golpeados por la guerra.
a que el valor del aeropuerto, completamente destrozado tras meses de continuos bombardeos de artillería, es prácticamente nulo y su valor estratégico se ha reducido considerablemente, el aeropuerto es, igual que las cercanas localidades de Peski o Avdeevka, una de las posiciones desde las que la artillería ucraniana dispara sobre los distritos de Donetsk más golpeados por la guerra.
Tras semanas de combates, la torre de control, completamente destrozada desde hacía ya tiempo, finalmente se derrumbó ayer a causa de la artillería pesada de la República Popular de Donetsk, con lo que Ucrania perdía uno de los últimos edificios aún bajo su control. El ejército ucraniano recibía entonces un ultimátum con el que se les exigía una rendición inmediata. Los soldados, que esperaban refuerzos, optaron por continuar la lucha, así que esta se centra ahora en el control de la nueva terminal del aeropuerto, aún bajo control de las tropas ucranianas. En las últimas horas la intensidad de la artillería en esa zona no solo no se ha reducido, sino que aumenta.
Como en días anteriores, la artillería ucraniana ha golpeado con fuerza varios barrios de la ciudad de Donetsk, donde ha aumentado considerablemente el número de fallecidos y, sobre todo, el de viviendas residenciales e infraestructura destruida. El aumento de la intensidad de la artillería se ha extendido también a otras zonas del frente. Pese a que OSCE informa de que este tendencia es reversible, ya que no se trata de batallas en toda la línea de contacto sino en zonas localizadas del frente, se informa ya de duelos de artillería en varias zonas como los alrededores de Debaltsevo, Schastye, Statintsa Luanskaya o Gorlovka, donde en los últimos días se han producido fuertes bombardeos de artillería y donde hoy ardían edificios en pleno centro de la ciudad.
La ausencia de una negociación política real que busque, no solo un acuerdo sobre la fecha, lugar y orden del día de la siguiente reunión, sino un acuerdo real aceptable para ambas partes y que acabe con la violencia supone que la lista de fallecidos aumenta a diario, tanto entre los soldados de una y otra parte como entre los civiles.
La violencia fuera de control que denuncian a diario los informes de la OSCE ha vuelto a causar un incidente que, por el número de víctimas civiles, 12, ha recibido más cobertura informativa que la constante muerte de civiles en los barrios de Kubishevsky o Petrovsky en Donetsk. Al menos 12 civiles morían y otros 13 resultaban heridos cuando transitaban junto a un puesto de control ucraniano en la ciudad de Volnovakha. La parte ucraniana se apresuró, no solo a condenar a los rebeldes, sino a utilizar el suceso como parte de su argumentación para forzar a la Unión Europea a declarar a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk como organizaciones terroristas.
La RPD, por su parte, argumenta que desde sus posiciones más cercanas, en Dokuchaevsk no podría alcanzar dicho puesto de control. Por otra parte, analistas como Colonel Cassad argumentan que los impactos que se observan en las fotografías y vídeos del suceso no se corresponden con impactos de artillería o de lanzacohetes Grad sino con impactos de minas MON-50. Como indican los carteles de advertencia a lo largo de esa carretera, se ha colocado ese tipo de minas en esa zona.
Por el momento, la opción más plausible, a falta de una investigación en profundidad, podría indicar que los impactos de artillería habrían hecho explotar una de esas minas al paso del autobús. Pero es la investigación, que como ha anunciado recientemente la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa va a llevarse de forma conjunta entre la RPD y el JCCC, que incluye a autoridades militares tanto rusas como ucranianas.
Pese a que los hechos no han sido aún clarificados y hay serias dudas sobre si la versión ucraniana se ajusta a la realidad, Ucrania no ha perdido el tiempo a la hora de utilizar este incidente para su beneficio y ya ha comenzado una campaña similar al Je Suis Charlie que inundó la red la semana pasada. En su intento de criminalizar aún más a las Repúblicas Populares ha comenzado ya su campaña я Волноваха (Yo soy Volnovakha) y ha decretado un día de luto por los civiles asesinados “por los terroristas”.
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