miércoles, 3 de septiembre de 2014

¿Qué quiere Rusia?

El Lunes, 1 de septiembre, tuvo lugar en París un importante encuentro organizado por la Asociación de Diálogo Franco-Ruso1 en la que se trataron las posibilidades políticas para resolver la crisis de Ucrania y salir de la espiral de violencia. Este acto reunió a políticos rusos, representantes de diferentes fuerzas políticas, del mundo empresarial (Total, GDF-Suez) y de las comunidades científicas y culturales.

Los participantes

Lo extensor del encuentro hace imposible listas a todos los participantes así que rogamos disculpas a quienes no aparezcan en esta lista de algunos de los principales participantes:


Sergei Naryshkin, Diputado del Parlamento ruso

Aleksey Pushkov, Diputado del Parlamento ruso, miembro del Comité de Asuntos Exteriores

Leonid Slutsky, Diputado del Parlamento ruso, miembro del Comité del CEI (Confederación de Estados Independientes, CIS por sus siglas en inglés, NS) para integración euroasiática y relaciones con los compatriotas

Aleksandr Orlov, Embajador de la Federación Rusa en Francia.

La participación francesa incluyó, entre otros:

Thierry Mariani, UMP, Diputado en la Asamblea Nacional de Francia en representación de los expatriados franceses, co-Presidente de la Asociación para el Diálogo Franco-Ruso

J.-P. Chevènement, Senador, Presidente Honorífico de MRC (Mouvement Républicain et Citoyen), Enviado Especial del Presidente de la República Francesa a Rusia.

Yves Pozzo di Borgo, UDI, Senador por París, miembro del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, miembro de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE.

Joëlle Garriaud-Maylam, UMP, Senadora en representación de los expatriados franceses.

Nicolas Dupont-Aignan, Diputado por Yerres, presidente de “Levantar a la República”,

Jacques Myard, UMP, Diputado por Maisons-Lafitte.

J.-C. Mignon, UMP, Diputado, ex-presidente la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE).

En representación de la comunidad empresarial acudieron:

Christophe de Margerie, Ejecutivo de Total S.A.

J.-F. Cirelli, Director de la rama europea de GDF-Suez.

Serge Dassault, Consejero de Dassault Group.

El debate

La mesa redonda, de dos horas de duración, sirvió para insistir en el compromiso de comprensión mutua y amistas franco-rusa, así como para analizar la preocupación común por las consecuencias tanto políticas como económicas para Europa de los hechos recientes en Ucrania, donde la situación para la población civil es dramática. Hay que recordar que, tal y como reconoce la prestigiosa revista estadounidense Foreign Policy2, los bombardeos de poblaciones civiles, algo practicado de forma sistemática por el Ejército Ucraniano, pueden ser clasificados como crímenes de guerra.

Los representantes del mundo empresarial por su parte, insistieron en la naturaleza destructiva y políticamente injustificable de la guerra de sanciones que tanto Europa como Rusia se han impuesto mutuamente.

En las dos horas que duró el encuentro, los representantes rusos respondieron a las preguntas de los representantes franceses, entre las cuales se encontraba, por supuesto, el tema de la postura rusa en la crisis ucraniana. 

La postura rusa

El diputado ruso Sergey Naryshkin fue claro en este asunto y recordó que se trata de un conflicto interno entre el Gobierno de Kiev y los insurgentes, por lo que solo puede haber una solución ucraniana a la crisis. Aun así, la crisis interna ucraniana amenaza ahora con dificultar el desarrollo de las relaciones franco-rusas, importantes para ambos países, así como para el futuro de Europa. Para el representante ruso, hay un problema con los países que tratan de demonizar a Rusia para su propio beneficio. La prensa generalista francesa, así como la de otros países europeos, ha mostrado un claro sesgo contra Rusia, aunque comienza a verse, principalmente en la prensa británica3, una visión menos sesgada.

Naryshkin insistió también en el grave problema de los refugiados en Rusia (más de 150.000 hasta el momento), recordando lo poco común de que los civiles huyan hacia el agresor. Estos civiles se ven forzados a huir debido a los bombardeos constantes de su Gobierno sobre objetivos civiles, bombardeos en los que se utilizan lanzacohetes Grad o Uragan, así como artillería autopropulsada howitzer y que han destruido ya miles de viviendas. El diputado pidió que se evitara la histeria anti-rusa de algunos.

En cuanto a la expulsión temporal de la delegación rusa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), quiso poner énfasis en la tradición parlamentaria y democrática de Europa, que hacen esta exclusión algo ajeno a esas tradiciones. Jean-Claude Mignon, ex-presidente de PACE, expresó en este sentido una visión similar, afirmando que había votado en contra de la medida.

El debate progresó hacia la explicación de la reacción de Rusia desde los hechos ocurridos en marzo de este año. Sergey Naryshkin describió los referendos de Crimea y del sudesde de Ucrania como una reacción a las políticas agresivas de los nuevos líderes de Kiev. Aun así, la postura rusa ha sido diferente en relación a estos dos casos. Rusia reconoció el celebrado en Crimea, pero no el que el 11 de mayo se llevó a cabo en el sudeste de Ucrania. En este sentido, Naryshkin se reafirmó en la necesidad de diálogo entre las partes si se quiere desescalar el conflicto. Es necesario alcanzar un acuerdo entre las diferentes partes presentes en la crisis.

La cuestión de las sanciones

El problema de las sanciones no tardó en salir a relucir, principalmente por parte de Margerie, así por el director de GDF-Suez. De Margerie recordó que la importancia de las relaciones económicas es una parte esencial del diálogo entre los dos países y mostró la preocupación de las empresas francesas en cuanto a lo incierto de los intercambios económicos en este momento, insistiendo en el gran desarrollo de esta relación comercial en los últimos veinte años. Esta preocupación se extiende también en el resto de Europa, economía en la que Rusia está parcialmente integrada, por lo que es necesario evitar la escalada de sanciones. El papel de la prensa en este tema es importante, ya que ha sido, hasta el momento, nocivo para Francia ya que los medios han tratado de anticiparse a las sanciones.

Sergey Naryshkin respondió afirmando que la guerra de sanciones complica la solución de la crisis ucraniana. Rusia no quiere entrar en un juego de sanciones, pero se ha visto obligada a responder, lo que se ha traducido en un embargo de productos alimenticios europeos. Naryshkin insistió en la profunda deliberación que llevó a estas medidas, ya que Rusia comprende que están en juego las relaciones comerciales con la Unión Europea.

La dinámica de la crisis

Esta parte del debate generó la mayor atención. El diputado Pushkov calificó como muy compleja la situación actual en Ucrania. La idea de federalización del país es posible, y es la idea que Rusia ha defendido, pero la violencia ejercida por el Gobierno de Kiev contra la población civil dificulta esta posibilidad. Kiev se ha negado consistentemente a negociar y ha rechazado soluciones que en Quebec y en Bélgica sí se aceptaron. La prioridad debe ser saber qué piensan los insurgentes. Rusia defiende la idea del diálogo directo entre Kiev y los rebeldes y también apoya el principio de garantizar un estatus especial para la población del sudeste, sean cuales sean. Rusia aceptaría la idea de federalización del país si es la opción elegida por los rebeldes, insistiendo en que estos no son marionetas de Moscú.

Jean-Pierre Chevènement intervino para criticar el engranaje europeo de toma de decisiones, tema que Nicolas Dupont-Aignan ya había mencionado con anterioridad. Una serie de países liderados por Polonia han secuestrado la postura europea, que por ello es incapaz de favorecer la resolución de la crisis. Jean-Pierre Chevènement calificó la postura actual como un ciclo de estupidez en que algunos países de la UE y la OTAN cargan con la responsabilidad histórica. Francia debería, en su parecer, distanciarse de la UE y la OTAN para restaurar su capacidad de hacer visible lo que el ex ministro calificó como la voz de la razón. Habría que tener en mente la secuencia de acontecimientos ocurridos en 1914, aunque la situación actual no sea tan dramática como lo fuera entonces.

Esta es una de las lecciones de la historia. Jean-Pierre Chevènement confirmó que los gobiernos ruso y francés mantienen un diálogo constante para prevenir la degeneración de la crisis. Los presidentes Putin y Hollande mantienen comunicaciones telefónicas regulares, lo que es importante, aunque no suficiente. Es necesaria una iniciativa diplomática francesa y alemana en este tema.

Posibles soluciones

La crisis ucraniana es el resultado de la destrucción del marco del derecho internacional, proceso en marcha desde mediados de la década de los 90 y que se ha manifestado recientemente en Libia y anteriormente en Kosovo (1998-1999) o Irak (2003), cuyas consecuencias son evidentes hoy en día. Hoy recogernos los frutos de la destrucción de las normas del derecho internacional, una destrucción cuya responsabilidad recae sobre Estados Unidos y la OTAN. No es posible encontrar un marco en el que resolver este conflicto si no todas las partes reconocen las normas. El derecho internacional está basado en dos normas profundamente contradictorias: la inviolabilidad de la soberanía de los estados y el derecho de los pueblos a la autodeterminación. El equilibrio entre estos dos principios, permanentemente debilitado por las acciones de los miembros de la OTAN, principalmente Estados Unidos, desde finales de los 90, debe recuperarse.

La crisis ucraniana se ha internacionalizado principalmente por el grado de violencia empleado por el Gobierno de Kiev. Hay que tener en cuenta también la contradicción entre las posiciones adoptadas en Libia, donde se utilizó la protección de la población como pretexto para la intervención internacional, y en Ucrania.

Esto lleva a la cuestión de un posible alto el fuego y sus garantías. Es necesario un alto el fuego en el menor tiempo posible. Proseguir la batalla solo puede aumentar el odio creado en Ucrania, haciendo aún más difícil la imprescindible solución política a la crisis. Está claro que esa solución, posible a principios de junio, ya no lo es. La dificultad para encontrar una solución dialogada aumenta a medida que pasa el tiempo y la batalla continúa. Es necesario que Francia y Alemania ejerzan presión sobre el Gobierno de Kiev para exigirle que acepte un alto el fuego y que Rusia haga lo propio para que los rebeldes acepten este cese de hostilidades. Es necesaria una acción común con Rusia, aunque terceros se sientan molestos por esta colaboración. El alto el fuego tiene que ser verificado y supervisado. Esto requiere la presencia de tropas que se interpongan entre el ejército de Kiev y los rebeldes, cuestión que debe ser planteada, sabiendo que las tropas rusas son inaceptables para Kiev y las tropas de la OTAN o la UE, para los rebeldes.

Será difícil encontrar una solución política, insistió Naryshkin, que aludió al federalismo asimétrico que existe en Canadá para Quebec4. Aunque es una solución posible, no parece probable en este momento. Otro modelo posible es el del establecimiento de una región o República autónoma, al estilo del Kurdistán en el Irak actual. Cualquier otro escenario implicaría la independencia no reconocida a nivel internacional al estilo de Abkhazia o Osetia del Sur, solo reconocidas por un puñado de países. La solución de federalismo asimétrico o República autónoma debe ser garantizada tanto por los estados de la UE como por Rusia. Tendremos que colaborar con el Gobierno ruso. También es preciso recordar que el Gobierno de Kiev no cumplió su promesa de organizar unas elecciones a las cortes constituyentes que debían haber dado paso a una nueva constitución y un sistema federal.

Tiene que asegurarse la viabilidad económica de Ucrania y de las regiones autónomas del este en cuanto se haya encontrado una solución política al conflicto. Esto requiere una mirada crítica al desarrollo regional, que debe llevar a cabo la reconstrucción de infraestructura y edificios bombardeados por el Ejército Ucraniano. Estas tareas implican la necesidad de financiación, para lo que es necesario un acuerdo para ver cuáles serán los países donantes. Dejar esta tarea únicamente en manos de Rusia sería un trágico error desde el punto de vista político, ya que daría vía libre a la influencia rusa sobre los líderes insurgentes. Una vez más, esto requiere el acuerdo de lar partes, incluyendo a Rusia y a la Unión Europea.

1 Franco-Russian Dialogue Association

2 Slavang, O., “The Dead and the Living in Lugansk”, Foreign Policy, August 29, 2014,http://www.foreignpolicy.com/articles/2014/08/29/the_dead_and_the_living_in_luhansk_ukraine_russia_war

3 As in The Guardian newspaper article, http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/aug/29/ukraine-putin-sanctions-west-biggest-mistake

4 Banting, K. & Simeon, R., eds. And No One Cheered: Federalism, Democracy and the Constitution Act, Toronto: Methuen, 1983; Brown, D. M., & Smith, M. G., eds., Canadian Federalism: Global Economic Challenges, Kingston & Halifax: Institute of Intergovernmental Relations & Institute for Research on Public Policy, 1991

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