Diputados alemanes visitan Donbass

Por segunda vez este año, una delegación de diputados del partido de la izquierda alemana (Die Linke) han visitado la República Popular de Donetsk, lo que les ha costado las críticas en su país y también en Ucrania, que ha condenado el viaje como “un acto deliberado de falta de respeto al Estado ucraniano”. Tras su paso por Moscú, donde pudieron reunirse con refugiados ucranianos, Andrej Hunko y Wolfgang Gerhcke visitaron tanto Donetsk como Gorlovka, donde fueron testigos no solo de la destrucción de la guerra, sino también de las infracciones del alto el fuego.

Los diputados de Die Linke ya fueron criticados por su visita a Donetsk en febrero,

especialmente por un encuentro con Alexander Zajarchenko que ni siquiera estaba previsto. En aquel momento, a escasas horas de la entrada en vigor del alto el fuego pactado esos días en Minsk, los bombardeos impidieron a la delegación viajar desde Donetsk a Gorlovka a entregar en persona las medicinas y otra ayuda humanitaria para los hospitales de la localidad.

En su perfil de Facebook, Hunko agradecía desde Gorlovka las donaciones recibidas y anunciaba que la carga de medicinas por valor de 130.000€ había llegado al completo hasta la ciudad. La delegación alemana estima que el material entregado cubrirá las necesidades básicas del hospital durante tres meses. “No es suficiente”, ha escrito estos días Gerhcke en su relato de la visita, “pero salvará vidas”.

El hospital infantil es, según recordaba Andrej Hunko, uno de los ocho hospitales de esta ciudad que, antes de la guerra, contaba con una población de alrededor de un cuarto de millón de habitantes. Todos los hospitales han sufrido, en mayor o menor medida, los efectos de la guerra. Los impactos de metralla aún son visibles en las paredes del hospital infantil visitado por la delegación alemana.

Hunko insistía en que, según el director del hospital, “los ocho hospitales recibieron disparos de la artillería del Ejército Ucraniano o de los batallones nazis, igual que 21 de los 23 colegios y 16 de las 19 guarderías. En Gorlovka no hay infraestructura militar, eran bombardeos indiscriminados de la infraestructura civil”. Pero a pesar de la destrucción, los diputados alemanes han querido destacar también el coraje de la población, que a pesar de los recientes bombardeos en la ciudad, “probablemente de los batallones voluntarios”, trata de reconstruir la infraestructura destruida por la guerra.

En Donetsk, y acompañados por Eduard Basurin, portavoz de las milicias de la RPD, los diputados alemanes visitaron algunos de los barrios de las afueras de la ciudad. “Nunca había visto nada igual. Después de mi visita a las afueras de Donetsk va a ser difícil dormir”, afirmaba Hunko tras la visita al barrio de Kubishevsky, que por su cercanía al aeropuerto ha sido, probablemente, uno de los barrios más afectados por el más de año y medio de guerra. Pese al alto el fuego en vigor, los bombardeos siguen siendo habituales. Esta semana, los informes diarios de la OSCE alertaban del aumento del número y de la intensidad de los bombardeos en los alrededores del aeropuerto de Donetsk.

“No creí que la guerra fuera a volver a Europa. Tenemos que pararla”, declaraba Gerhcke, que estos días ha calificado el viaje como un viaje a Donetsk, un “viaje a la guerra”. Pero a pesar de destacar el calibre de la destrucción y otras consecuencias de la guerra, especialmente la durísima situación que vive la población, aún bajo bloqueo económico ucraniano, Gerhcke insistía también que uno de los objetivos de la visita era el de transmitir la esperanza del final de la violencia.

Ambos diputados han insistido en que ese final de la violencia está directamente ligado al proceso de Minsk, que han defendido en repetidas ocasiones. Ante las críticas de la prensa alemana, los diputados de Die Linke han insistido en que la visita no implica reconocimiento alguno de las Repúblicas Populares. “El próximo paso debe ser la reforma constitucional en el parlamento de Kiev para que así puedan celebrarse en febrero las elecciones en Donbass”, escribía Hunko esta semana. Nada en el discurso de los diputados alemanes se desmarca del acuerdo firmado por Ucrania y los líderes de las Repúblicas Populares en febrero de 2015. Para recalcar su apoyo al proceso de paz, los diputados alemanes se reunieron con Denis Pushilin, representante de la RPD en las conversaciones de Minsk y no con Alexander Zajarchenko.

Aun así, Hunko y Gerhcke han recibido fuertes críticas de los representantes políticos y los medios alemanes, que han condenado la llegada de los diputados a Donetsk a través de una frontera controlada por la RPD y que no ha contado con el visto bueno de Kiev. Hunko respondía a las críticas recordando las trabas del Gobierno de Kiev para organizar la misión humanitaria a través de Ucrania.

La negativa ucraniana a permitir el paso del convoy y los diputados alemanes a Donetsk no solo hacía inevitable su llegada a través de Rusia sino que volvía a poner en evidencia al Gobierno ucraniano, cuyo bloqueo económico y de transporte solo puede empeorar la ya grave situación humanitaria en Donbass.

Ukrainskaya Pravda publicaba esta semana las críticas ucranianas a la llegada de los diputados alemanes a Donetsk a través del territorio rebelde y advertía que podría tener consecuencias legales. Wolfgang Gerhcke se preguntaba esta semana por qué su visita a un hospital de Gorlovka para entregar medicinas y para tener una visión propia de la guerra podía ser una amenaza para Ucrania. Las trabas del Gobierno de Kiev a las escasas visitas occidentales ponen de manifiesto el temor del Gobierno ucraniano a que los representantes europeos puedan presentar una imagen de Donbass contraria a los intereses ucranianos.

La amenaza de estas visitas no está en el puesto de frontera a través del que llegaran a Donetsk ni en que la ayuda humanitaria entregada no fuera revisada por la aduana ucraniana sino en la posibilidad de dar a conocer la situación real y las opiniones de la población de Donbass. Ante todo, Kiev teme perder apoyos en la Unión Europea si, como han hecho esta semana los diputados de Die Linke, los occidentales que visitan Donetsk dejan en evidencia a Ucrania condenando los bombardeos contra zonas civiles o las trabas impuestas a la entrega de ayuda humanitaria.