martes, 15 de septiembre de 2015

Tensión política en Odessa ante las elecciones locales

La división interna entre la Ucrania nacionalista y la que pretende no romper definitivamente los lazos con Rusia se hace patente en todo lo que respecta a la guerra en Donbass. En lugares como Odessa, donde los partidos y grupos nacionalistas no son mayoría, el intento de designar a Rusia como país agresor ha causado esta semana una dura lucha en el consejo municipal de la ciudad. La cercanía de las elecciones municipales, que han de celebrarse el 25 de octubre, ha hecho que los diputados eviten
posicionarse a favor o en contra, temerosos de la reacción que su voto pudiera tener en sus posibilidades de ser reelegidos.

El consejo municipal de Odessa no trató la cuestión de reconocer a Rusia como “país agresor”. Como respuesta, los activistas de Euromaidan trataron de agredir a los diputados a los que acusaban de tener “sentimientos pro-rusos”. ¿Por qué esa actitud de los diputados de Odessa, que no tienen miedo de acusaciones de separatismo?

El jueves, el consejo municipal de Odessa evitó debatir la idea de reconocer a Rusia como “país agresor”. “El consejo municipal no incluyó en el orden del día de la sesión de hoy la cuestión de reconocer a la Federación Rusa como Estado agresor”, informó el medio local Dumskaya.

Viktor Naumchak, autor de la iniciativa para designar a Rusia como agresor y miembro el grupo “Por una Odessa Europea” no podía ocultar su decepción. En declaraciones al corresponsal del medio ucraniano Reporter, afirmó que tratar de incluir en el orden del día la cuestión de reconocer a Rusia como agresor era inútil.

“Nuestro grupo parlamentario presentó el borrador el 12 de agosto. Estaba convencido de que había sido incluido en el orden del día. Y hoy resulta que no estaba ahí”, afirmó Naumchak, insistiendo en que “nuestro objetivo de identificar a los diputados que se niegan a reconocer a Rusia como agresor no se puede conseguir. No votarán ni a favor ni en contra, simplemente no se votará. Realizaré una petición al secretario del consejo municipal Oleg Brindak para saber por qué no se incluyó en la agenda”.

Bolsas de basura “europeas”

Además de los diputados, también se encontraban en la sesión activistas de Euromaidan. Al percatarse de que los diputados no tienen prisa por designar a Rusia como agresor, los “defensores del camino europeo de Ucrania” iniciaron una pelea. Trataron de colocar bolsas de basura sobre la cabezas de aquellos diputados a los que consideran pro-rusos.

Los principales instigadores de la pelea fueron el activista de Euromaidan Sergei Gutsaliuk y la voluntaria Alina Podolyanka. Su primera víctima fue el “traidor a la patria” Alexander Kazarnovsky, diputado por el partido Rodina. Gutsaliuk tuvo tiempo suficiente para atraparle colocando una bolsa de basura negra en su cabeza a modo de lustración.

Los activistas fracasaron al tratar de cubrir con una bolsa de basura al alcalde de Odessa Gennady Trujanov. El alcalde recibió ayuda a tiempo. Gutsaliuk fue apartado de la sala agarrado, literalmente, de pies y manos. Los demás activistas de Euromaidan gritaban “¡vergüenza!”.

Tras la pelea, Gutsaliuk arremetió contra sus seguidores, a los que acusó de no haber ayudado. “Es una pena que esta mañana no vinieran al consejo municipal a apoyar a otras organizaciones de Maidan”. “Los separ [separatistas] estarán contentos. La batalla por Odessa continúa”, afirmó Gutsaliuk.


Un caso especial

Alexander Vasilyev, diputado del consejo municipal de Odessa por el partido Rodina, calificó el incidente como uno de esos pocos casos en los que los representantes electos “se comportan como se espera de ellos”, ya que “refleja el sentimiento de la mayor parte de los ciudadanos y diputados”.

Vasilyev habló de algunos de los momentos entre bastidores y explicó que no se incluirá ese tema de no existir la certeza de que vaya a aprobarse. “Nadie en el consejo municipal estaba dispuesto a asumir la responsabilidad política de esa decisión ante los votantes. Muchos admitieron que no participarían por motivos ideológicos. No se trata solo de los diputados de las facciones abiertamente pro-rusas, sino también de los partidarios del alcalde, que toma una posición moderada”, afirmó Vasilyev a Vzglyad.

En su opinión, cada miembro que quiera ser reelegido en las próximas elecciones según el sistema de mayorías tendrá que reunirse frente a frente con sus votantes. En esas reuniones, los candidatos se verán las caras con la audiencia más conservadora: los pensionistas. “Los diputados se verían obligados a explicar por qué habían votado a favor de reconocer a Rusia como país agresor. Y el anterior consejo municipal fue elegido con retórica y los lemas más o menos pro-rusos de los últimos días de la presidencia de Yanukovich. Lo que ha ocurrido hoy responde a los principios de prudencia de la mayoría”, afirmó Vasilyev.

Creando mitos

El alcalde Trujanov controla el grupo parlamentario más grande, “Доверяй делам” (confianza en los negocios), formado por 43 diputados del total de 120 diputados del consejo municipal de Odessa.

La Verkhovna Rada [el parlamento ucraniano] fue el primero en calificar a Rusia como agresor con una resolución aprobada a finales de enero. Las autoridades de Kiev, Estados Unidos y la Unión Europea han acusado a Moscú, en repetidas ocasiones, de intervenir en los asuntos ucranianos. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso calificó la decisión del parlamento ucraniano de “absolutamente irresponsable” y afirmó que los diputados se dedican a “crear mitos”.

El consejo municipal de Kiev y otras asambleas legislativas regionales siguieron el ejemplo. Así lo hicieron, por ejemplo, los consejos municipales de Mariupol, Poltava y otras. En Járkov, por el contrario, los diputados no lograron aprobar tal decisión hasta la tercera votación. Varios de los diputados que votaron en contra se encontraron con dificultades. Uno de ellos encontró su coche rociado de pintura verde, mientras que otro recibió personalmente un baño de pintura. El gobernador de la región, Ihor Rainin, hizo campaña para que Rusia fuera designado país agresor. El alcalde de la ciudad, Gennady Kernes, por su parte, trató de retrasar la votación hasta el final.

Una prueba de lealtad

En el caso de Odessa, los analistas no excluyen la posibilidad de que la cuestión caiga en el olvido por el momento. Según Yury Tkachev, editor jefe del medio local de Odessa Timer, Naumchak podría tratar de evitar el tema “para no perturbar la última sesión de su mandato”.

Tkachev está convencido de que hay dos aspectos a considerar en este tema: un aspecto informativo o propagandístico y uno político. “Aceptar ese tipo de decisiones equivale a jurar lealtad al régimen en general y al Bloque Petro Poroshenko en particular. Es una prueba de lealtad”, afirmó Tkatchev a Vzglyad. En su opinión, hay cierta ambigüedad sobre cómo los votantes aceptarían tal decisión, así que “los diputados fueron más listos esta vez y decidieron no tratar la cuestión”.

En relación a la situación tras las próximas elecciones locales que deben celebrarse el 25 de octubre, Tkachev no prevé un cambio en el equilibrio de poder en la composición del consejo municipal en general. Tras las elecciones, la tensión política se rebaja y “se puede aceptar todo lo que haga falta sin necesidad de jurar lealtad al Bloque Poroshenko y a sus políticas”. “Creo que la tensión de este problema se reducirá de forma significativa tras las elecciones”, prevé Yury Tkatchev.

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Mientras la clase política de Odessa mantiene una posición de cautela, evitando calificar a Rusia como agresor en una ciudad que en su mayoría no se identifica con el nacionalismo ucraniano y los activistas de Euromaidan exigen una postura acorde a los tiempos, la extrema derecha va un paso más allá y se manifiesta para exigir la puesta en libertad de los detenidos acusados de asesinar a tiros al periodista opositor Oles Buzina. La marcha, de alrededor de 300 combatientes de los batallones voluntarios y simpatizantes, acabó con enfrentamientos con la policía.

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