El deterioro económico de Ucrania se ha hecho tan grave que los ucranianos ahora pueden exigir públicamente el final de la guerra contra la región separatista de Donbass y que se reasignen esos gastos militares para que los ucranianos que no viven en la región rebelde no se mueran de hambre.
El 23 de julio, Dmitriy Gordon, un conocido periodista ucraniano, fue el primero en defender públicamente que se reconociera oficialmente que esa región separatista (los distritos de
Donetsk y Lugansk) ya no forma parte de Ucrania. Afirma que “es preferible desligar a Ucrania de los territorios ocupados de Donbass y gastar el dinero en alojamiento y ayuda económica para los inmigrantes [refugiados de Donbass] que quedarse con una gente [la mayor parte de ciudadanos de Donbass] que odia a Ucrania [en realidad no odiaban a Ucrania hasta el violento golpe de Estado de febrero de 2014 y hasta que el nuevo Gobierno empezó a bombardearles por no aceptar al nuevo Gobierno]. Contaré un punto de vista poco habitual. Muchos lo piensan, pero no todos se atreven a admitirlo en público. Ucrania no necesita a Donbass. Encadenan al país. Es como un lagarto que se corta la cola. Necesitamos liberarnos de Donbass y caminar hacia Europa sin esa cola”.
La elección entre las pistolas y la mantequilla se hace más sencilla cuando no hay mantequilla. En la Ucrania de hoy, la mantequilla ha desaparecido, así que es algo cada vez más deseado por los ucranianos. Así, por ejemplo, la agencia RIA Novosti titulaba el 19 de julio “Ucrania hoy: pobreza, pobreza absoluta y pensionistas que sueñan con la muerte” y apuntaba que “hace dos años, el salario medio ucraniano alcanzaba los 275$. Ahora es menos de 100$”.
El informe de RIA Novosti afirma que “ni el presidente ucraniano Petro Poroshenko, ni el primer ministro Yatseniuk, ni el presidente de la Rada Volodymyr Groisman, ninguno de los tres, ha expresado públicamente su preocupación por el deterioro de la calidad de vida. Ninguno de ellos se ha propuesto revisarlo y menos aún mejorar esas condiciones económicas”.
El informe continúa diciendo que “Yuri Havrylchenko, experto del Fondo la Seguridad Social, cree que con el actual nivel de ingresos, la mayor parte de la población ucraniana se encuentra en situación de pobreza y los pensionistas se encuentran en situación de morir de hambre lentamente”. El experto afirma que “en Ucrania, todos los trabajadores viven bajo el umbral de la pobreza. Su nivel de ingresos y de consumo es menos que 17 dólares al día. Con algunas excepciones, prácticamente todos los pensionistas viven bajo la línea de pobreza absoluta, con ingresos inferiores a 5 dólares al día. Esto significa que se están muriendo de hambre lentamente. ¿Si no tienen suficiente para comer, qué podemos decir de todo lo demás?”
El señor Gordon, por su parte, podría recibir ataques por sugerir la separación si culpara a Ucrania por la guerra civil, así que en lugar de eso, culpa los residentes de Donbass, víctimas directas del Gobierno nacido del golpe de Estado, de ser la causa e todas las miserias ucranianas. Dice: “En su mayor parte, los residentes de la región se identifican con una visión pro-rusa. Odian a los ucranianos, no quieren hablar ucraniano y rechazan los valores ucranianos y europeos”.
Y añade: “la psicología criminal es inherente a muchos allí…No es un accidente que Yanukovich fuera elegido a merced de los bandidos de la región de Donetsk”. Yanukovich obtuvo alrededor del 90% de los votos emitidos en Donbass. Yanukovich rechazó la oferta de la Unión Europea debido a que economistas de la Academia Ucraniana de Ciencias habían calculado que esa oferta costaría a Ucrania alrededor de 160.000 millones de dólares.
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