"Nuestro Ejército y pueblo están preparados no solamente para una respuesta o represalia, sino también para una guerra sin cuartel y defender el sistema de Gobierno elegido por él cueste lo que cueste", dijo en un comunicado el Ministerio de Exterior norcoreano citado por Yonhap.
Pionyang considera la situación en la frontera con Corea del Sur como “volátil, a punto de desencadenar una guerra”, según afirmó el embajador norcoreano en Rusia, Kim Hyun Joong, citado por RIA Novosti.
"La situación en la península coreana en los últimos días ha estado al borde de una guerra,
debido a las provocaciones militares y políticas de Estados Unidos y Corea del Sur", dijo Kim Hyun Joong en una rueda de prensa.
El diplomático también atribuyó la explosión de minas norcoreanas en la zona desmilitarizada el 4 de agosto, algo que agravó la crisis en la península, a un "desastre natural", como "lluvias o incendios".
Subrayó que no es su país, sino EE.UU., el que busca una escalada de la situación en la península.
El diplomático rechazó que hubiera tenido lugar ataque de artillería por el Norte hacia el Sur y acusó a Seúl de "lanzar 36 obuses contra nuestros puestos de control", que calificó de una "provocación desaguisada" que "merece el debido castigo".
Agregó que su país está siguiendo cómo Seúl está tratando el ultimátum de Pionyang, que expira a las 16:30 de este sábado (hora local, 8:00 GMT).
Este jueves Yonhap informó que Corea del Norte disparó proyectiles contra la zona de despliegue de militares surcoreanos en el sector occidental de su frontera, provocando fuego de respuesta por parte de Seúl.
Pionyang amenazó con iniciar acciones militares si Seúl continúa con su guerra psicológica.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur afirmó que Pionyang le ha dado 48 horas a Seúl para que abandone sus transmisiones propagandistas.
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