martes, 23 de junio de 2015

La policía dispersa las protestas de Ereván, 23 de junio

En el proceso de dispersión de la manifestación de protesta en Ereván, más de 20 personas han resultado heridas y alrededor de 250 han sido detenidas. La ola de acciones de protesta contra el aumento de las tarifas eléctricas comenzó el 19 de junio de 2015. El martes por la mañana, la manifestación fue dispersada por la policía utilizando equipamiento especial y cañones de agua. Por el momento, la situación
en la ciudad se ha estabilizado. Varios centenares de manifestantes continúan con la sentada.

La manifestación fue organizada por el movimiento cívico No al robo, cuyos activistas salieron a la calle como protesta por el aumento de las tarifas eléctricas previsto para el 1 de agosto de 2015. Las protestas contra ese aumento de precios comenzaron en Ereván a mediados de junio.

En la tarde-noche del 22 de junio de 2015, varios miles de manifestantes se dirigieron hacia el palacio presidencial en la calle Bagramyan. En un primer momento, la policía bloqueó el movimiento y, el martes por la mañana, dispersó a los manifestantes utilizando cañones de agua y otro equipamiento especial. En el proceso de dispersión, más de 20 personas resultaron heridas, incluyendo 11 miembros del cuerpo de policía. Aproximadamente 250 personas fueron detenidas. La oficina del Fiscal General de Armenia ha iniciado causas por hooliganismo.


Antes de que la manifestación fuera dispersada, los participantes recibieron la oferta de crear una delegación que se reuniría con el presidente de Armenia, Serzh Sargsyan; oferta que rechazaron. “Nuestra exigencia –que se anule la decisión del regulador de aumentar tarifas– ya ha quedado clara y no necesitamos repetirla”, afirmaba uno de los coordinadores del movimiento No al robo, Gevork Sanoyan.

Según el comunicado oficial de las autoridades, la policía armenia utilizó la fuerza debido a la negativa de los manifestantes a dispersarse. “A causa de reacción de los organizadores, las negociaciones no prosperaron y, en el desarrollo de la situación, la policía utilizó la fuerza”, afirmaron los representantes de la policía, que añadieron que “las exigencias y peticiones de la policía fueron ignoradas por los organizadores de la marcha”, que “se negaron a cumplir las repetidas exigencias de dar por finalizada esta reunión ilegal, para lo cual dispusieron un tiempo razonable”. La policía afirma que “entre los que se encontraron en medio de la acción policial se encontraban varios periodistas que ignoraron las repetidas peticiones de mantenerse a una distancia razonable del lugar de los hechos y no interferir con las acciones legítimas” de los cuerpos de seguridad. Según la policía, “los representantes de los medios básicamente se convirtieron en participantes” de la protesta.

Según la información de agencias de noticias, la situación se ha estabilizado en la ciudad. La avenida Bagramyan continúa cerrada y varios cientos de manifestantes continúan con la sentada. “Los servicios municipales limpiaron con rapidez las calles, que tras muchas horas de protestas habían acumulado colillas, botellas de plástico vacías, restos de comida y otros desperdicios”, afirmó Artur Gevorkyan, representante del ayuntamiento de Ereván a la agencia TASS.

Una vez dispersada la acción de protesta, el Congreso Nacional Armenio, uno de los grupos del bloque opositor, abandonó la sesión del parlamento, que en esos momentos debatía una serie de medidas en una sesión extraordinaria. El grupo afirmó en un comunicado: “Una vez más, las autoridades han utilizado una fuerza desproporcionada contra los manifestantes, que llevaban a cabo una asamblea pacífica”. Uno de los diputados apuntaba que “se ha utilizado la violencia contra numerosos ciudadanos, periodistas; se han destruido cámaras y videocámaras y se han confiscado tarjetas de memoria“. El grupo exigió “la inmediata liberación de los detenidos y el inicio de un proceso contra los oficiales que hayan utilizado la fuerza de forma desproporcionada”. –Kommersant

En general, por el momento los hechos se están desarrollando según el escenario de Bielorrusia, donde Lukashenko utilizó rápidamente medidas de cierta dureza y detuvo los intentos de revolución en las calles.

La diferencia en Armenia es que se dan más motivos objetivos para las protestas a causa de la difícil situación socioeconómica, por lo que existe el riesgo de que la situación se transforme en el escenario brasileño, ya que el descontento existente en relación al aumento de tarifas continuará alimentando las protestas en los próximos meses.

Además, teniendo en cuenta que las protestas fueron dispersadas, la desinformación sobre la posibilidad de que la policía se hubiera unido a los manifestantes resultó no ser más que un deseo [de la prensa ucraniana-Ed].

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