viernes, 26 de septiembre de 2014

Entrevista a activistas Anti-Maidan:“Culpar solo a una parte o a un grupo de intereses sería tremendamente ingenuo”

Un pequeño grupo de activistas ha decidido resistirse a Goliat y desafiar la ola de desinformación occidental. El zenit de esta locura se ha producido recientemente, cuando el presidente ucraniano Petro Poroshenko rogó al Congreso de Estados Unidos y a Barack Obama que le ayudaran a matar a más civiles. Le garantizaron otros 53 millones de dólares sin una sola palabra de protesta de sus bien enseñados ciudadanos, que con tanta facilidad culpan a Rusia y a Vladimir Putin. Mientras la prensa generalista invierte millones en esta guerra de autoengaño, un grupo de activistas apenas sin dinero usan las tecnologías de internet para mostrar la realidad y los hechos de lo que ocurre en el sudeste de Ucrania. No podemos depender de unos bustos parlantes que confunden a la población leyendo del teleprompter. Todos podemos beneficiarnos del trabajo de Anti-Maidan. La libertad y la independencia nunca han sido tan importantes como lo son ahora. Como ellos mismos dicen en la entrevista, “no es solo el futuro de Ucrania el que está en el aire, sino el de todo el planeta”.
Pregunta: ¿Son conscientes de que su cobertura de la guerra supera los esfuerzos de la BBC, CNN o Fox News a pesar de no disponer de su presupuesto?

Respuesta: En una observación interesante. Pero creemos que hay varios motivos para ello. Hay que tener en cuenta varios factores. La administración estadounidense y el Departamento de Estado han respaldado, o incluso ayudado directamente, un golpe de estado sangriento e inconstitucional en Kiev y la consiguiente operación de castigo en Donbass. La prensa generalista occidental y la administración del presidente de Estados Unidos, como representantes de los sectores corporativos y el Gobierno respectivamente, están unidos como si fueran uña y carne como resultado de la dirección que ha tomado el desarrollo capitalista, especialmente tras la era entre 1980-2000, en la que se integró definitivamente el sector corporativo en la vida política.


Teniendo en cuenta estos hechos, una visión objetiva de los hechos ocurridos en Ucrania por parte de la prensa generalista habría tenido consecuencias negativas para el Gobierno de Estados Unidos y también para el sector empresarial, debido a la continua intersección entre los intereses políticos y económicos de ambos.

Aun así, todo depende de si hay voluntad de mostrar la imagen real de los hechos o seguir la línea de partido de forma estricta. Un presupuesto ligado a cierta línea editorial sustituye al deseo de mostrar las cosas como son. Nosotros queremos enseñar esta horrible guerra sin sentido, no discutir ninguna visión política. En resumen, nuestro presupuesto no está ligado a nuestra opinión política.

Novorossiya está luchando por la independencia. ¿Creen que es extraño que un país como Estados Unidos, que luchó por su independencia del Reino Unido hace más de 200 años, se niegue a reconocer el derecho del pueblo de Donbass a la independencia?

No lo vemos extraño. Estados Unidos es un país diferente al que era hace 200 años, con unos intereses completamente diferentes a los que tenía entonces. En la política, por desgracia, la justicia solo es palabrería y se impone el doble rasero que no lleva a ninguna parte. La noción de democracia que utiliza el Gobierno de Estados Unidos no es más que un método de manipulación. El Gobierno de Estados Unidos no se adhiere a ninguna norma ética o moral.


Creemos que la estrategia estadounidense, la estrategia de las élites financieras, para ser exactos, es conseguir el dominio mundial usando llamadas populistas a la libertad y a la democracia como pretexto. Si dependiera de ellos, instaurarían la “democracia” en todo el sistema solar. Pero queda pendiente una cuestión. En palabras del violinista Kin-dza-dza: “¿Sois los más inteligentes de todos? ¿Eso lo habéis decidido vosotros u os lo ha dicho alguien?” A juzgar por los actos del Gobierno estadounidense en estos años, la independencia significa para ellos ausencia de honor, conciencia o dignidad.

Normalmente no se menciona un precedente histórico si este no favorece los intereses de un determinado grupo de presión. Lo contrario también es generalmente cierto. Así que antes de los referendos en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, el presidente Obama trató de deslegitimarlos en un discurso usando un paralelismo con el referéndum de Kosovo. Esta historia pide a gritos su propio artículo. Y por supuesto, no se puede hablar de independencia cuando Estados Unidos tiene sus propios intereses y objetivos geopolíticos. Nos gustaría apelar a los ciudadanos estadounidenses: escuchad con vuestra mente y vuestro corazón y no a lo que la prensa está intentando dictaros.


Sus vídeos muestran a la gente corriente en la guerra. Pero muchos en Estados Unidos, Obama a la cabeza, los consideran propaganda. ¿Qué les dirían a quienes creen que los vídeos son falsos?

En primer lugar, un par de preguntas: ¿Quién exactamente dice si un vídeo es falso o es propaganda? ¿Por qué estamos tan seguros de que lo que dice el presidente de los Estados Unidos o el Departamento de Estado no es propaganda?

Esta cantidad de vídeos, de diferente calidad, de diferentes fuentes y localizaciones, es imposible de falsificar. Es imposible falsear los cadáveres, la destrucción. En muchos vídeos, la población local dice abiertamente quién les disparaba. Además, es imposible obligar a tanta gente a culpar al ejército ucraniano con una pistola en la cabeza. Necesitarías un gran plantel de actores para falsificar eso, porque la gente corriente no contaría su historia con la emoción con la que lo hacen si le estuvieran forzando.

Solo puedo sugerir a los que dudan de estos vídeos que vengan y lo vean por sí mismos. El periodista británico Graham Phillips es un buen ejemplo: ha estado en la zona de guerra, bajo el fuego de artillería y ha sido capturado por el ejército ucraniano. Es fácil decir que un vídeo es falso cuando estás sentado en el sofá de tu casa tomando un refresco.

Un americano me dijo una vez que en Estados Unidos a nadie le importa Ucrania, que ni saben dónde está. ¿Deberían los americanos preocuparse por lo que ocurre en Ucrania?

Desde luego, no deberían quedarse indiferentes ante el destino de otra gente. Como el resto del mundo, deberían respetar a otros pueblos, a otras nacionalidades independientemente de su estatus social o riqueza. El planeta es para todos y tiene suficiente para todos. Si la gente en Estados Unidos habla de nociones como la libertad, igualdad o independencia, ¿cómo no van a preocuparse por un lugar en el que esos conceptos son pisoteados de la peor manera? Sobre todo si su país participa activamente en ello. Quizá deberían empezar a pensar que hay algo que va realmente mal en su país.

Estados Unidos es una superpotencia. Esto quiere decir que los intereses estadounidenses se extienden a lo largo y ancho del planeta, lo que tiene consecuencias. Es hora de que los americanos vean de verdad y de forma más constructiva la política exterior de su país.

Estamos en medio de una guerra informativa y nuestra función es convence a los americanos de que deberían preocuparse por lo que está pasando en Ucrania. Su Gobierno libra guerras y hace caer gobiernos en todo el mundo, roba y mata a gran escala. Y hace todo eso usando la democracia como excusa. Su Gobierno ha pervertido todos los ideales y valores sobre los que se construyó Estados Unidos. Eso es un hecho. Los americanos deberían interesarse por los asuntos de su Gobierno. Después de todo, los han elegido para que los representen. Están obligados a buscar la verdad. Deben mostrar su descontento cuando ven qué tipo de cosas se hacen en su nombre. Si esconden la cabeza y huyen de su responsabilidad de mantener a sus líderes a raya, no deberían sorprenderse cuando aumente el odio hacia Estados Unidos. Las consecuencias de esto son impredecibles. Fueron capaces de para la guerra de Vietnam con sus protestas. ¿Cuál es el problema ahora? La guerra en Ucrania está directamente ligada a los intereses económicos de Estados Unidos, así que también de la gente corriente. Además, si la guerra se generalizara, todo individuo del planeta se vería afectado. Es una guerra global en un mundo dominado por la globalización.

¿Quién creen que es responsable de la guerra? Obama ha pedido al Congreso 1.000 millones de dólares para apoyar a Poroshenko y a su ejército. ¿Es culpa de Estados Unidos, de la Unión Europea o de alguien más?

Por desgracia, la situación es más complicada que eso. Culpar solo a una parte o a un grupo de intereses sería tremendamente ingenuo. La situación requiere un nivel de análisis a varios niveles: económico, geopolítico y la red que los une a Ucrania.

Pero gran parte de culpa recae sobre Ucrania, por motivos tan egoístas como el beneficio. Y no solo ellos, pero también los propios ucranianos, que han apoyado estas razones destructivas. También queremos insistir en que es mal momento para buscar culpables y hacer grandes declaraciones. Eso creará incluso más hostilidad. En su momento, vimos a ciertas personalidades políticas de Estados Unidos y la Unión Europea fomentando Maidan y apoyando ideas nacionalistas y radicales de ciertos grupos de Maidan. Pero eso no quiere decir que haya que culpar a un país o su gente. Dejemos que la historia juzgue los hechos.

Un hijo del vicepresidente Joe Biden fichó por una de las principales compañías de gas ucraniana recientemente. ¿Es la guerra de Ucrania una guerra por el gas y el petróleo?

Los principales motivos de las guerras a lo largo de la historia suelen ser los recursos: el gas, el petróleo, la tierra. Al incitar una guerra se matan dos pájaros de un tiro. Además de los intereses geopolíticos hay también un factor de beneficio económico. El gas y el petróleo son uno de los factores, pero esa no es toda la historia.

Las reservas de gas tienen potencial de futuro. El sistema de tránsito de gas a través de Ucrania también es importante porque es un elemento de poder para la negociación con la Unión Europea. Todo ello podría haberse convertido en su margen de beneficios si el pueblo de Donbass lo hubiera permitido. Las grandes corporaciones americanas y el Gobierno consiguen grandes beneficios de muchas maneras y sospechamos que la guerra es una de ellas. Pensamos que su objetivo principal es evitar que haya una Rusia fuerte y desintegrarla. Conciben la guerra como un método legítimo para conseguir sus objetivos, incluso para despoblar el planeta hasta llegar al “billón de oro”.

Después de que Crimea pasara a formar parte de Rusia, pensé que Donbass seguiría el mismo camino. ¿Pensaron lo mismo o se vieron abandonados por Rusia?Si se analiza la historia de Crimea, las preguntas se contestan solas. Un factor clave en la integración de Crimea en la Federación Rusa es el apabullante apoyo de la población local. No existía ese consenso en Donbass, lo que no significa que Rusia haya olvidado a aquellos que se consideran rusos de etnia o de espíritu. La integración de Donbass es mucho más complicada que la de Crimea. En nuestra opinión, hay diferentes escenarios posibles en este momento.

Si Novorossiya consigue la independencia, ¿cree que buscará integrarse en Rusia?


Creemos que Novorossiya puede llegar a ser independiente, nacer como un estado no-alineado, con relaciones amistosas no solo con Rusia sino con otros países. Lo más importante es que sea sin fascismo. En cualquier caso, solo el pueblo de Novorossiya debe tener voz para tomar esta decisión.

¿Han notado el sentimiento anti-Putin y anti-Rusia en los informativos estadounidenses este año?



No solo en los informativos estadounidenses. Solo hace falta recordar los titulares de la prensa tras el derribo del MH17, cuando la prensa generalista en masa, sin pensar en norma ética alguna, culpó a Rusia y personalmente a Putin.
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En el pasado, la prensa, especialmente la estadounidense, ha hecho vera al presidente Putin ay a Rusia como una amenaza, especialmente en periodos electorales o cuando Georgia atacó Osetia del Sur. ¿Conocían esta actitud anti-rusa? ¿Sentían que Ucrania estuviera en peligro? En otras palabras, ¿vieron venir la guerra civil?

El sentimiento anti-ruso siempre ha estado presente en la prensa occidental. Creemos que es un signo de temor a un país grande y fuerte. El peligro en Ucrania deriva de un plano diferente. Se están usando las tecnologías de creación de tendencias en los medios para favorecer un sentimiento negativo hacia la población de habla rusa de Ucrania y hacia Rusia.

El proceso de alienar a Ucrania de Rusia es antiguo y no hay duda de que siempre ha estado fomentado desde fuera. Está claro que nadie pensó que llegaría el momento en que una parte de la población ucraniana cometería crímenes de guerra contra la otra sin perder la sonrisa, solo porque no apoyaran una cierta visión política o sus ideas radicales. Después de los últimos acontecimientos, creemos que muchos serán capaces de comprender a aquellos que no apoyan al actual régimen. Solo hay que recordar al presidente Poroshenko llamar subhumanos a los residentes de Donbass.

Muchos vieron venir la guerra meses antes de que ocurriera, aunque no como ocurrió. No es exactamente una guerra civil. Según algunos expertos, se trata de una intervención estadounidense a través del actual régimen de Kiev, instaurado tras el golpe de febrero. Esta estrategia es similar a la utilizada por Estados Unidos en Oriente Medio, durante la llamada “Primavera Árabe”, por ejemplo.


En Estados Unidos tratan de cambiar la opinión pública con sus informativos. Pocos ciudadanos estadounidenses saben que su Congreso ha propuesto una ley para invertir millones en un cambio de régimen en Rusia. No será por la vía militar, sino utilizando una quinta columna de espías y propaganda en Rusia. Eso ha afirmado el diputado Evgeny Fedorov. ¿Conocía esto? ¿Cree que debilitará a Ucrania aún más?

Por desgracia, esa quinta columna sigue teniendo influencia en Rusia. Todo comenzó con la traición de Yeltsin y Gorbachov y la disolución de la Unión Soviética. Estados Unidos y Europa también tuvieron su papel en esto a través de diferentes ONG’s y Open Society.


El proyecto de crear el caos en Ucrania está prácticamente completo. Muchos en Rusia temen que se inicien procesos similares también allí. Aparecen cada vez más medios de comunicación, algunos de los cuales tratan de desinformar a los rusos. La historia de la brigada paracaidista de Pskov que supuestamente estaba en Ucrania es solo un ejemplo. Muchas ONG’s políticas que trabajan en Rusia tienen financiación extranjera. Los datos son públicos. Convocan as manifestaciones “por la paz” en Rusia, que en realidad son para apoyar lo que el Gobierno ucraniano hace a su propia gente. Hay signos de propaganda en instituciones educativas entre los estudiantes de economía y derecho. Tratan de dirigir a las masas hacia una realidad alternativa, pero muchos comprenden que apoyar las atrocidades que ocurren en Ucrania va contra toda noción de humanidad y moral. Hay un intento de reescribir la historia reciente rusa. ¿Se podrá Ucrania, que quiere unirse a la Unión Europea y cuyos líderes obedecen a Estados Unidos, beneficiarse de todo esto? La respuesta es que sí, aunque solo si el actual régimen se mantiene en el poder. Pero creemos que romper relaciones con Ucrania debilitaría tanto a Ucrania como a Rusia.

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