La mayor protesta se ha realizado en la ciudad de Karachi (sur), donde hombres armados mataron el martes en dos atentados por separado a tres chiíes, entre ellos Alame Ali Jalbani, un líder de Majlis Wahdat-e-Muslimeen Paquistán (MWM), una de las mayores formaciones políticas chiíes en el país asiático.
Casi todas las instituciones y empresas han permanecido cerradas y el tráfico de automóviles ha estado bloqueado en la mayoría de las calles de esta ciudad.
Los informes indican, también, que todas las escuelas y oficinas gubernamentales han cerrado sus puertas en la ciudad portuaria de Karachi, y que las principales universidades han pospuesto exámenes en medio de temores de violencia.
Los indignados manifestantes exigen al Gobierno de Paquistán detener la ola de asesinos contra la población chií.
Similares congregaciones se han realizado en las ciudades de Lahore (este), Islamabad (norte) y Rawalpindi (norte), para demandar la pronta detención de los autores de los atentados del martes y acabar con la violencia en curso dirigida a los musulmanes chiíes en todo el país.
Los ataques del martes se produjeron dos días después de que dos jóvenes chiíes fueran asesinados por francotiradores en el centro de Karachi.
De acuerdo con informes policiales, los ataques forman parte de los asesinatos selectivos destinados a alimentar la violencia sectaria.
La violencia contra los musulmanes chiíes ha aumentado en los últimos meses. Desde principios de 2012, cientos de chiíes han muerto en el país asiático.
La matanza de musulmanes chiíes en Paquistán ha provocado que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Observatorio de Derechos Humanos (HWR, por sus siglas en inglés) expresen su preocupación al respecto e insten al Gobierno de Islamabad a adoptar medidas urgentes para proteger a la comunidad chií.
fm/cl/hnb
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