Decenas de ciudadanos comenzaron una marcha hacia el cuartel de los milicianos de Misrata en el barrio de Ghargur (este de la capital). Los uniformados, en un principio, intentaron dispersar a los indignados con tiros al aire pero, al ver que no eran escuchados, abrieron fuego contra ellos.
La concentración ha ocurrido después de que los imames de la ciudad de Trípoli pidieran a la población que se manifestasen contra las milicias en protesta por los enfrentamientos ocurridos el pasado jueves entre hombres armados que se saldaron con dos muertos y más de treinta heridos.
En línea con las protestas, los trabajadores abandonaron un complejo de gas, situado a 100 kilómetros al oeste de la capital, e impidieron que la petrolera estatal National Oil Corp (NOC) continúe con el suministro.
El Gobierno libio, cuyas exportaciones de crudo han caído fuertemente, tiene que enfrentar grandes dificultades como lidiar con manifestantes que han tomado los puertos petroleros en el este del país, así como una terminal en el oeste, con el fin de fortalecer sus demandas de más derechos y mejores condiciones laborales.
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