Coordinadora de Trabajadores de Andalucía (CTA)
Ayesa A.T., como cualquier otra empresa, tiene unos objetivos claros y estos son ganar cada vez más dinero para competir contra sus rivales y expandirse para obtener aún mayores cotas de beneficios. Esto lo hace apropiándose de la plusvalía que nosotros generamos con nuestro trabajo, manifestándose de diversas formas: bajando los sueldos, aumentando la jornada laboral, etc. y, cuando ya no puede exprimir más nuestro jugo, llevándose el capital acumulado a otros países para obtener más márgenes de beneficios. Por lo tanto, para que las empresas obtengan más capital – y Ayesa AT no es una excepción – deben empeorar nuestras condiciones.
Por contra, los trabajadores tenemos unos intereses contrapuestos y necesitamos que nuestras condiciones mejoren pues los precios de los bienes suben y, por lo tanto, aspiramos a mejorar nuestra situación o, al menos, a no empeorarla. Si nuestros sueldos bajan, se congelan (o con que suban por debajo del IPC), estaremos perdiendo poder adquisitivo y nos empobrecemos cada vez más a la par que las empresas van aumentando sus beneficios.
En este choque de intereses, CTA-CSC somos el freno que encuentra la empresa para conseguir sus objetivos, pues defendemos con determinación y firmeza los derechos de los trabajadores. Por lo tanto, la dirección de la empresa necesita deshacerse de este muro de defensa para los trabajadores ya que, una vez derribado, tendría vía libre para arremeter con facilidad contra nuestras condiciones y campar a sus anchas. Es por ello que se pone en contexto esta campaña de represión de Ayesa A.T. contra CTA-CSC y lo que busca la dirección de la empresa es acabar con la única vía de defensa real para los trabajadores; ese foco de resistencia que le impide avanzar y pasar el rodillo sobre nuestras condiciones.
Desde que apareció en escena la sección sindical de CTA en Ayesa Advanced Technologies el pasado mes de julio de 2012, nos hemos encontrado todo tipo de trabas para realizar nuestralabor sindical. Sin embargo, a medida que hemos avanzado en la defensa de los intereses de los trabajadores, estas trabas se han traducido en acciones de represión sindical:
- Despido de 5 candidatos a las elecciones sindicales mientras se estaba conformando la candidatura de CTA-CSC
- Traslado forzoso de 3 miembros de nuestra candidatura a Tenerife y El Puerto de Santa María.
- Represión sindical a afiliados de CTA cuando aún eran miembros del Comité de Empresa saliente. Como consecuencia de esta represión sindical, mañana jueves 21 de noviembre se celebrará el primer juicio de los pendientes por esta cuestión.
- Negación, por parte de la empresa, de derechos frente a otras opciones sindicales.
- Evitar que compañeros que nos iban a dar apoyo electoral en las oficinas de otros centros no pudieran votar y sí dárselo a directivos y personal de confianza de la empresa.
- Evitar que pudieran votar los compañeros despedidos aún sin tener sentencia firme, contraviniendo – a sabiendas – una sentencia del Tribunal Constitucional, que es LEY.
- No permitiendo que nuestra candidatura concurriera en igualdad de condiciones negándonos los mismos medios de propaganda que al resto.
La unión y la organización de los trabajadores hacia un mismo objetivo, con determinación y firmeza, es lo que puede hacer frenar verdaderamente a la empresa y es por eso que la dirección de Ayesa se ha puesto manos a la obra para reventar y minar este proceso.
Menos de 24h después de la jornada de huelga convocada conjuntamente por los trabajadores del área tecnológica del grupo Ayesa (SDS y Ayesa AT), la empresa responde como solo sabe hacer: mediante la represión. En esta ocasión, despidiendo a cuatro compañeros pero poniendo el punto de mira, sobre todo, en nuestro compañero, Daniel, candidato a las elecciones sindicales en Ayesa AT que, en su compromiso con los trabajadores, había participado activamente en la jornada de huelga del día anterior y en el que le podemos observar en la foto en primera fila, sujetando la pancarta de la manifestación que llegó a las puertas del Parlamento Andaluz. La empresa sabe perfectamente que su actuación es del todo ilegal pues el derecho a huelga es un derecho fundamental, pero su objetivo no es solo Daniel sino que es machacar y arrasar con la organización de los trabajadores para dejar al colectivo sin defensa. Para enmascarar que este despido es por motivos sindicales y una represalia contra el libre y democrático ejercicio del derecho a la huelga, la empresa despidió también a tres compañeras que no habían secundado el paro.
Los trabajadores deben extraer una enseñanza de esto: por cada trabajador comprometido que despide, la empresa mete en el saco a otros que, por miedo o falta de conciencia, no participan ni se comprometen en la defensa de los trabajadores. Sin embargo, Daniel tiene a día de hoy más herramientas para defenderse que las otras tres compañeras despedidas.
He aquí la necesidad de fortalecer la organización de los trabajadores pues, cuanto mayor sea nuestro bando, con más fuerza podremos plantar cara y avanzar en la reconquista de nuestros derechos. Cuando un trabajador repele esta organización, se encuentra aislado y a merced de los ataques de los empresarios. Sin embargo, cuando el trabajador se organiza, se encuentra con el arropamiento del colectivo y la solidaridad de sus compañeros. Ninguna conquista real vino de la mano de acuerdos individuales, todos ellos vinieron de la solidaridad y la lucha de la clase trabajadora unida.
¡BASTA DE REPRESIÓN SINDICAL EN EL GRUPO AYESA!
¡COMPAÑERO/A, FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES!
¡LUCHA POR TUS DERECHOS!
¡AFILIATE A LA CTA-CSC!
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