En vísperas de las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre en Venezuela, la oposición ha intensificado sus planes desestabilizadores para inducir a la idea de que las autoridades de este país son incapaces e ineficientes y así vencer en estos comicios a sus rivales oficialistas.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció el viernes la reactivación de los "comandos antigolpes" cívico-militares, creados por el fallecido mandatario Hugo Chávez para combatir los planes de desestabilización de la oposición a través de una "guerra económica" y de sabotaje a instalaciones estratégicas.
"Estamos ante la presencia no solo de una guerra (económica), estamos ante la presencia de un golpe continuado contra el Estado y contra el pueblo. Por eso yo he decidido, y vamos a juramentarlo el próximo martes, activar y reactivar el comando antigolpe creado por el comandante Chávez", afirmó el presidente en un acto en la ciudad capitalina de Caracas.
Maduro llamó a este comando a "garantizar una victoria abrumadora en esta batalla para que la burguesía no se atreva más a retar al pueblo".
Por otra parte, informó de que la reactivación de estos comandos antigolpes, que se desplegarán en cada uno de los 23 estados de Venezuela y en los sectores estratégicos para el país, se oficializará el próximo martes con la toma de juramentación de sus miembros.
De acuerdo con el titular, los planes desestabilizadores de la oposición no se limitan a una guerra económica, sino que adelantan una guerra psicológica y eléctrica.
En este sentido, acusó a los sectores de la oposición de ser los responsables de las fallas en el suministro eléctrico, como el apagón que afectó a gran parte de Venezuela a principios de septiembre, o de la explosión en agosto de 2012 en la refinería de Amuay, la mayor del país y que dejó más de 40 muertos.
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