Según Al-Khaleej, las crecientes discrepancias entre los integrantes del CNS sobre la participación en la Conferencia de Ginebra II han debilitado mucho a este grupo opositor.
Además, explica la fuente, la disposición del presidente sirio, Bashar al-Asad, para participar en las elecciones presidenciales de 2014 y la oposición de Damasco con los grupos terroristas son otros desafíos para el CNS.
Al-Asad rechazó la semana pasada la posibilidad de iniciar una negociación con los grupos armados afiliados a Al-Qaeda y otros que piden una intervención militar extranjera en el país árabe.
El periódico emiratí agrega que los miembros del CNS tampoco tienen posturas comunes sobre asuntos militares.
Mientras grupos armados intensifican cada día más sus actos violentos obstruyendo los esfuerzos encaminados a encontrar una salida pacífica al conflicto sirio, el Gobierno de Damasco continúa adoptando medidas políticas para zanjar la crisis.
En este sentido, además de mostrar su firme voluntad para asistir a la Conferencia de Ginebra II sin condiciones previas, solicitó el mes pasado a las Naciones Unidas su adhesión a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas.
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