lunes, 19 de agosto de 2013

¿Cómo adquiere el trabajador conciencia de clase? (IIª parte)

Para comprender los ejemplos dados en la primera parte, debemos admitir que el obrero moderno o proletario, fue parido por el capitalismo junto con la clase burguesa. Todas las demás clases: campesina, terrateniente, aristocracia, pertenecen a uno de los sistemas de producción anteriores (esclavismo o feudalismo). Por esta razón, la clase obrera y el conjunto de las clases trabajadoras actuales, deben su existencia al capitalismo, que fue el que las engendró. Como consecuencia lógica el pensamiento primario del obrero es burgués, pues desde que nace hasta que muere lo que ve, palpa y siente es capitalismo en constante movimiento, porque como vemos es hijo natural suyo y éste ejercerá sobre él una influencia casi total durante toda su vida. Debemos asumir que aunque no existiesen los medios de difusión modernos, el obrero estaría bajo el influjo del capitalismo.

Si aquel que cree tener conciencia de clase opina que un obrero con pensamiento burgués es algo extraño y contranatural, que no le quepa la menor duda de que no ha comprendido nada, se equivoca totalmente y nunca

logrará captar a un trabajador para la lucha. Debe saber que lo que pretendemos es quitarle al capitalismo un hijo suyo, lo que constituye su sustento, por lo tanto lo que le da la vida.

Ahora bien, aunque el obrero haya sido engendrado en las entrañas del capitalismo, su nacimiento genera una oposición que termina en contradicción irreconciliable, pues es la clase más numerosa y moderna y por consiguiente, está llamada a ser la que dirija todo el proceso de luchas y avances hasta alcanzar una nueva sociedad, del mismo modo que le sucedió a la burguesía con el feudalismo. La pregunta que surge inevitable es ¿Por qué y cómo opera esta contradicción?

Decíamos que todo lo que rodea al trabajador pertenece al mundo capitalista, entonces por él mismo no podrá darse cuenta de la necesidad de cambiar dicha sociedad capitalista por otra que no ha visto, ni está en su mente, es decir, una sociedad que para él no existe, en este caso, alguien tendrá que decírselo, explicárselo, enseñárselo, pero además por un proceso práctico, pues las palabras les suenan a utopía, El obrero no sabrá, no podrá descubrir por su cuenta sin ninguna información, qué es la plus valía que él crea con su trabajo y que es la causa del enriquecimiento del patrón. Mucho menos llegará por sí mismo a descubrir la composición orgánica del capital, la cual explica la aparición obligatoria de las crisis cada equis tiempo, que constituye el motivo de sus desdichas, de sus dolencias sociales.
Jamás, entonces, llegará a través de su experiencia a comprender al sistema capitalista que le dio la vida. Más no significa que no busque soluciones a los problemas que se les presenta ni respuestas a las preguntas que se hace, pero nunca, llegará a concebir el socialismo ni ninguna otra sociedad como salida al capitalismo.

En su cavilar tiene estrechas limitaciones y topará a cada instante con lo que el sistema le ha inculcado como verdad absoluta e indiscutible de la vida y es que para que una sociedad exista siempre tendrá que haber personas más capacitadas para dirigir y las otras por consiguiente, serán precisas para trabajar. Para el obrero, los que se empleen en una u otra tarea, será cuestión de suerte o de inteligencia y llegará a la conclusión de que todos los males pueden solucionarse, bien cambiando a los dirigentes que no cumplan debidamente con la misión encomendada o bien haciendo trabajar más y mejor a los dirigidos.

A esto es a lo único que puede alcanzar en su análisis sin que nadie le ayude, pero no más allá. No olvidemos que al haber nacido por y en el sistema capitalista, todas estas cuestiones las piensa de un modo natural; a partir de ahí, todo lo demás es un cuento, una fantasía, porque no se le manifiesta prácticamente. Basta observar a cualquier compañero o compañera que no haya adquirido aún la conciencia de clase, y veremos que esta muchísimo más cerca de querer “independizarse” o de transformarse en patrón, antes que luchar por un cambio de sociedad, esto jamás se lo plantea porque lo primero es tangible, lo otro no entra en su mente ni siquiera como una posibilidad, porque exige todo un proceso de enseñanza, como estamos teniendo nosotros y esa enseñanza le ha de venir desde fuera de la relación económica que mantiene con el patrón, o sea, le tiene que venir de la vanguardia, de la parte más avanzada de su clase. Por muchas luchas en los convenios colectivos o por conservar su puesto de trabajo que mantengan los obreros con el patrón, no dará un solo paso hacia la adquisición de la conciencia de clase.
(continuará)

COMISION DE COMUNICACIÓN DEL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO DE SEVILLA (FUP)

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