lunes, 13 de julio de 2015

“El objetivo es la población civil”

La guerra en Donbass ha atraído a miles de voluntarios de numerosos países alrededor del mundo, aunque no todos ellos han acudido al este de Ucrania con el objetivo de unirse a la batalla. Es el caso de los voluntarios humanitarios o trabajadores de la sanidad, cuya visibilidad es menor, pero cuya labor es imprescindible en un momento en que la escasez de personal cualificado pone en riesgo a la población.

El médico español Javier Benitez, que viajó a Donbass tras licenciarse, es uno de esos voluntarios. Después de su paso por el frente, como responsable médico en la zona controlada por la brigada Prizrak primero y en la zona del aeropuerto de Donetsk después, nos habla ahora de su trabajo en uno de los complejos hospitalarios de la capital de la República Popular de Donetsk.

Desde Medic in Donbass, Benitez da, a diario, su visión personal sobre el conflicto, su trabajo como médico y también sus labores humanitarias. Slavyangrad ha podido hablar con él desde Donetsk para conocer su visión sobre el día a día de la guerra, el sufrimiento de la población civil tras meses de bombardeos y de una crisis humanitaria agudizada por el bloqueo ucraniano y la dependencia de la casi exclusiva ayuda humanitaria rusa.
¿Cómo pasas de terminar la universidad a acabar en la guerra en Donbass en solo unos meses?
Terminé la carrera y había estado siguiendo todo lo que pasaba en Ucrania. Es un conflicto bastante complicado, pero tampoco es muy difícil posicionarse si se simplifica y se dejan aparte las cuestiones geopolíticas. Hay un bando que bombardea indiscriminadamente a civiles y que además están formando batallones de castigo, que está instruyendo batallones de la muerte al estilo del El Salvador contrarrevolucionario. Creo que quieren hacer de esto como una Centroamérica contrarrevolucionaria, como pasó hace tiempo allí. Aunque hay más intereses, tengo clara esa postura.
Mientras he ido creciendo siempre he visto por la tele como la OTAN y Estado Unidos van bombardeando países. Yo no sé cuántos bombardeos me he comido por la televisión: Afganistán, Siria, Libia, Pakistán con los drones. Un montón de bombardeos. Claro, todos los he visto a través de la tele. Me parece que estaba aislado en mi mundo, pero que al tener unos ideales, esos ideales tienen que tomar forma en la realidad. Y decidí venir aquí, ya no solo por motivos políticos sino por motivos humanitarios.
Como médico, tienes trato directo con la población más vulnerable. ¿Cómo está la población civil ahora mismo?
La población civil está pasando carencias. Está un poco mejor que al principio del conflicto, pero pasa bastantes carencias. Sobre todo hay problemas a la hora de abastecerse de productos básicos como puede ser fruta, verduras, ese tipo de cosas. Yo mismo, hace hará un mes, tuve problemas de salud porque no como productos frescos de ningún tipo, todo es de lata. Tuve problemas con los electrolitos y eso me afectó al corazón. Supongo que eso también le pasa a la población civil en general: el acceso a productos frescos es bastante difícil. Y además, aun teniendo dinero, la accesibilidad es complicada porque son muy caros. Por mucho dinero que tengas, es muy caro.
¿Es por el bloqueo ucraniano, que han cerrado el paso a productos y  dependéis casi exclusivamente de lo que viene de Rusia?
Dependemos mucho de lo que llega de Rusia, pero evidentemente aquí también hay cosas. Se supone que Ucrania tiene una buena tierra cultivable. Pero lo que pasa es que son precios astronómicos y aquí la gente no tiene apenas dinero. Y se hace difícil acceder a ellos aunque estén en el supermercado. En el supermercado no hay mucho y lo poco que hay es muy caro, así que se recurre en gran medida a la ayuda, sobre todo de Rusia, y también de algunas repúblicas exsoviéticas y de algunos partidos políticos.
Supongo que con el bloqueo bancario conseguir dinero aún es más complicado. Estos días estamos viendo como un drama el corralito en Grecia, que solo se pueden sacar 60€ al día, pero en Donbass la población no puede acceder a su dinero desde noviembre.
No había caído en la comparación, pero es bastante buena. Es complicado. Hace poco que funcionan algunos bancos, pero solo para dar dinero de las pensiones. Yo no puedo sacar dinero de los bancos, ni de mi cuenta ni nada. No tengo acceso a ningún tipo de dinero del extranjero. Sin embargo, los pensionistas sí que pueden recibir sus pensiones de los bancos de aquí, en rublos. En cuanto al resto de la gente, si quiere conseguir dinero, si lo tiene en la cuenta, normalmente tiene que ir a Rostov.
Algunos civiles cuentan, y conociendo a esta gente supongo que es verdad, que por ejemplo cuando los pensionistas cruzan la línea enemiga para ir a recoger su dinero a la zona controlada por los ucranianos, muchas veces, a la vuelta, los ucranianos de los block post se lo roban. Eso es algo que no he visto en primera persona, evidentemente, pero sí que he estado en block posts de nuestro lado. He estado en blockposts del lado de Novorrusia y evidentemente a la población civil se le trata bien. Incluso te ofrecen cigarros, te ofrecen galletas. Nunca se coge dinero eso sí. A mí me han ofrecido dinero y evidentemente no se coge dinero de esa gente. Pero los que vienen del otro lado, han sufrido robos y algunas veces incluso agresiones físicas.
Es una situación muy complicada en la que es normal que la población se marche si tiene alguna opción. ¿Se ha notado eso en el hospital, hay escasez de médicos y profesionales de la sanidad?
Toda la gente que puede, se va. Ahora mismo hay bastante déficit de médicos y de enfermeras. De hecho, si no me equivoco, anteayer se fue un compañero de aquí, un compañero que era médico, que había acabado la carrera y se fue a Rusia porque en Rusia tiene más perspectivas de futuro que aquí. Sí, hay carencia de personal. También es difícil mantener las instalaciones porque es difícil encontrar productos, productos de limpieza, de desinfección y de todo tipo. En cuanto a medicamentos, en este hospital hay medicamentos. Son todos de ayuda humanitaria. Hay medicamentos y productos de Italia, de España y de Rusia, sobre todo.
Leía el otro día que la Unión Europea dice que ha destinado más de 223 millones de euros a la población afectada por la guerra. ¿Allí te consta que haya llegado alguna ayuda oficial de la UE?
Oficial no. Oficial yo no he visto nada de la Unión Europea. Me gustaría decir que sí, pero no he visto nada oficial. He visto cosas del PCPE, si no me equivoco; he visto cosas de Italia, pero a título de ONG’s o privado, de organizaciones comunistas de Rusia y también de Rusia como estado.
¿Y las organizaciones internacionales y humanitarias como Cruz Roja o Médicos Sin Fronteras ayudan?
La Cruz Roja, cada vez que paso…hay un hotel aquí en Donetsk.
¿Dónde está la OSCE también?
Sí, casi siempre que paso por ahí hay un montón de coches de la OSCE y un montón de coches de la Cruz Roja ahí parados. Cada vez que voy está el aparcamiento prácticamente lleno, así que no se tienen que mover mucho. Sí que he visto a la Cruz Roja, pero solo una vez, repartiendo ayuda en Kirovsk, en el frente de Alchevsk. Pero no veo mucho más.
De hecho, por ejemplo a Médicos Sin Fronteras, yo no me meto en si es cierto o no, la población los ve como occidentales, incluso algunos los ven como espías. De la Cruz Roja no puedo contar mucho porque solo los vi una vez repartiendo cosas.
¿Os sentís un poco abandonados?
Sí, totalmente abandonados. La ayuda es ínfima. Occidente a nivel institucional, nada. Luego sí que hay personas que mandan cosas y organizaciones, que suelen ser de izquierdas. Esa gente sí ayuda. Pero Occidente, a nivel de estados u organizaciones como la Unión Europea, estamos totalmente abandonados.
¿Cómo ve la población estar tan aislados?
Ven que hay gente que se preocupa por ellos, como los voluntarios internacionales. Y las organizaciones de izquierdas, todas las que están en contra de la OTAN y del imperialismo occidental. Esos sí que saben que estamos con ellos. Pero sí, los que más ayuda mandan son Rusia y las repúblicas exsoviéticas. Lo demás no es mucho. Y comparativamente, no tengo datos oficiales, pero supongo que es un porcentaje bastante bajo.
¿Cómo es el trabajo de un médico en la guerra? ¿En qué situaciones has estado?
Yo he estado en el frente. Y en cuanto a experiencias personales, más allá del trabajo, ha sido bastante duro. Las balas y las bombas, yo pensaba que iba a ser lo que más miedo me iba a dar, pero al final me ha dado igual. Lo que peor me lo ha hecho pasar ha sido el frío. El frío y el hambre. Lo de las balas y las bombas, eso es simplemente anecdótico en cuanto al miedo que he pasado. Lo peor es el frío y el hambre.
En cuanto a mi trabajo, he estado en total más de un mes en el frente. He estado en el frente de Alchevsk, he estado en Kirovsk, a unos kilómetros de Debaltsevo. La experiencia…es muy complicado todo. Falta de todo. También hay que tener en cuenta que yo vine aquí nada más terminar la universidad, así que fue complicado coger experiencia, coger práctica. Pero sí que he sentido que he ayudado. No he salvado todas las vidas que he querido salvar, pero sí que he hecho algo.
¿Estuviste en el frente de Debaltsevo después de la batalla?
Ha sido después de la batalla, poco después de la batalla.
Durante el alto el fuego, entonces. ¿Ha habido alto el fuego de verdad algún día?
Bombardeaban más o menos a diario. Supongo que no sería tan intenso, pero bombardeaban más o menos a diario. Hubo un día que bombardearon con Grad, que se supuestamente está totalmente prohibido. Yo estaba en un block post y las informaciones que nos daban la gente que venía de la zona ucraniana es que no estaban retirando la artillería como decía el acuerdo de Minsk.
¿Qué piensa la gente del acuerdo de Minsk? ¿Ven que va a alguna parte?
Pues no, no se ve que vaya a ninguna parte. La gente ve que esto va a tardar bastante en acabarse, dicen que 2 o 3 años. Es lo que suele decir la gente.
¿Pueden aguantar así 2 o 3 años?
No, la gente está harta de esto. Pero además, como la guerra obedece a una lucha geoestratégica entre Occidente y Rusia, los BRICS, incluso aun teniendo capacidad para atacar y vencer, simplemente por cuestiones políticas no se hace, desde este lado. Y supongo que será igual desde el otro lado. Así que ahora mismo es algo absurdo, la guerra se mantiene como congelada.
Sigue habiendo ataques, sigue habiendo batallas, pero no hay avances importantes. Lo que hay es un goteo constante de muerte. De hecho, hace unos días, en Spartak, que es un pueblo de al lado del aeropuerto hubo más de 10 muertos de nuestro lado. Hay un goteo constante de muertos y algunos días hay algo más.
Y en una situación tan complicada, cuando llegaste eras un médico con poca experiencia. ¿Has podido ser un médico novato o has tenido que coger experiencia muy rápido?
En Alchevsk, he sido responsable médico nada más llegar. Cuando llegué, había un médico. Bueno, había dos médicos: uno de treinta y algo y el otro de cincuenta y algo. Y esos dos estuvieron una semana. Y cuando se fueron, me quedé yo como responsable de la salud de 200 personas, más o menos. Ahí sí, tuve que aprender muy muy rápido. Y además tuve que ponerme al día de todas las medicinas rusas, cómo se utilizan y todo eso. Pero dentro de lo que cabe, me fue bien. No hubo ninguna muerte. Hubo una pequeña epidemia de pulmonía, neumonías, cortes, golpes, alguna herida de metralla. Pero no tuve problemas.
spanish_medic2Es mucha presión para alguien que acaba de llegar y que tiene poca experiencia ser responsable de tanta gente.
Sí, al principio sí. Pero una vez que ya me aprendí más o menos el tratamiento de pulmonías y todo eso con los medicamentos rusos, ya no tenía problema. Pero pasé unos cuantos días estudiando mucho y con bastante presión.
En el frente tuve suerte, hubo pocas cosas de hacer. Hubo un chaval que él solo se pegó un tiro en la mano y tuve que curarle. Y problemas respiratorios y ese tipo de cosas. Y un compañero, en una posición anterior a la nuestra, le explotó una mina y perdió los dos pies.
La segunda vez que estuve en el frente estuve al lado del aeropuerto. Y también tuve bastante suerte, fueron cosas pequeñas. No hubo ninguna baja en mi grupo. Después estuve en otra posición, que no estaba lejos del aeropuerto. De hecho, recibimos ataques bastante fuertes. Pero no hubo que lamentar ninguna pérdida. Fueron cosas pequeñas.
También por eso me he venido ahora al hospital. Como no está habiendo muchas heridas de verdad, la gente con la que estaba iba al frente, pero no han recibido ataques fuertes, así que me he venido al hospital para seguir aprendiendo. No sé qué haré en el futuro, supongo que volveré al frente antes o después.
¿Cómo es el trabajo en un hospital en la capital de una ciudad en guerra?
En España a los médicos normalmente no se les enseña a poner inyecciones intravenosas, ni a poner catéteres ni nada de eso, porque se supone que esa es una tarea de las enfermeras. Pero yo en el frente no tengo enfermeras, así que tengo que hacerlo todo yo. Así que estoy aprendiendo ahora mismo eso, a poner catéteres, inyecciones intravenosas. Y también lo que hago es, en una pequeña habitación en la que estamos, hacemos curas, sobre todo de metralla. Todo lo que he visto es metralla y algún quemado.
¿Qué planes tienes para el futuro?
Mi vida es un caos porque no depende de mí. Depende de un montón de factores externos. Yo por ahora voy a seguir aquí, porque tampoco puedo ir a ningún sitio. Aunque quisiera no podría irme. Mi visado para Rusia expiró, así que si ahora voy para Rusia…Evidentemente, depende de cómo se haga. Si voy con un papel justificando mi estancia aquí, que he estado de ayuda humanitaria, supuestamente no tendría muchos problemas. Pero puede haber problemas. Y una vez que llegue a Rusia y me pueda mover de Rusia a algún sitio, no sé dónde ir. En mi país no sé si iría a la cárcel. Depende.
¿Crees que tendrías problemas legales en España a pesar de que estás allí como médico?
Hm. Es que simplemente por tener una mera sospecha, ya no me compensa ir. Porque evidentemente, yo no me puedo arriesgar a tener un juicio político y que me quieran meter diez años en la cárcel. El precio que se paga es muy alto. Entonces, hasta que no esté totalmente clara la situación, no puedo volver. Ahora mismo, si te digo la verdad, no sé qué pasaría conmigo. Estoy en una ambigüedad tal, que no sé. Yo tengo fotos de uniforme, pero no puedo ir al frente de otra forma.
Al frente no puedo ir con nada que llame la atención porque hay francotiradores. He visto mercenarios polacos, mercenarios europeos, mercenarios americanos, además de la gente de aquí. Evidentemente, esta gente las Convenciones de Ginebra se las pasan por donde se las pasan, así que sería un blanco móvil. No sé si has visto la foto donde salgo con una ambulancia que está agujereada.
¿Es algo reciente o es que no hay material para arreglar esas cosas?
Se hacen chapuzas. Se hacen muchas chapuzas. Los agujeros que has visto en la ambulancia supuestamente están, lo que han hecho es soldar un poco y ya está. Se hacen muchas chapuzas. No te puedo decir la fecha exacta, pero fue hace poco más de un mes, creo. De hecho, entre los médicos hubo una baja por un francotirador en enero o febrero. Un francotirador eliminó a un médico de aquí. Así que no puedo ir con una bata blanca.
¿Qué carencias hay ahora mismo en los hospitales?
Falta un poco de todo. De hecho, estoy esperando que me den una lista con todo lo que se necesita para poderla postear y que la gente pueda enviar lo que pueda. Antibióticos hay pocos, médicos tampoco hay muchos. No sé, Betadine. Ayer no encontraba Betadine, tuve que coger uno que me traje yo de España. Ese tipo de cosas.
¿Y la gente con enfermedades crónicas, que necesita tratamiento constante?
Esto es fatal. Es fatal para ellos. En Alchevsk traté a gente con enfermedades crónicas. Hubo uno que tenía epilepsia y con la epilepsia tienes que llevar un tratamiento totalmente regularizado y tomártelo sí o sí o las crisis pueden volver. Y esta persona llevaba unos tres meses sin tomárselo porque no había. Tuve suerte y encontré lo que necesitaba y se lo pude volver a dar. Pero le di dos cajas. Eso le durará un tiempo y luego se acabará. Entonces tendrá que buscarlo y no sé si lo encontrará o no.
La gente con problemas de tensión, esa gente tiene que tomar su medicación todos los días. Y con esta situación que no sabes si va a llegar un convoy con medicinas o no va a llegar. Y vas a la farmacia y están los estantes vacíos, así que la gente con enfermedades crónicas tiene muchos problemas. La gente mayor sobre todo, que son los que más enfermedades crónicas tienen, sí que lo tiene bastante negro. Hace poco estuve con una mujer mayor, que no está en este hospital, pero está en uno de al lado, que tenía leucemia. No recuerdo de qué tipo era, pero no había los medicamentos que necesita, así que se morirá.
Ese tipo de enfermedades, que necesitan medicación todos los días para el resto de  la vida…esas personas son las que más problemas van a tener. Porque depende de que haya un suministro constante de esa medicación, que en este momento no existe.
Esa gente está condenada a morir de esas enfermedades.
Sí. A no ser que tengan suerte y les vayan llegando medicinas, sí. Yo ahora mismo estoy en una ciudad grande y aquí es donde llegan los convoyes, pero he estado en pueblos también y la situación allí es diferente. Allí el desabastecimiento es mucho mayor, evidentemente. Y ahí sí que hay gente que desgraciadamente sí que está condenada a morir.
La falta de medicinas y el desabastecimiento parece tan problemático como la guerra.
No te puedo dar cifras exactas, porque no las hay. Evidentemente, es muchísimo más fácil contar las bajas por tiros o por bombas que contar las bajas por falta de medicinas, por falta de comida o por falta de alimentación adecuada. Es mucho más difícil porque si tú ves una persona con un tiro, sabes de qué se ha muerto y lo puedes poner en una ficha.
Una persona que ha muerto por otro tipo de cosas, por desnutrición, por malnutrición o por una enfermedad crónica por falta de medicinas, eso no se cuantifica. Así que no se pueden dar cifras oficiales de ningún tipo, pero creo que sí es un problema bastante grande, sobre todo en la población rural.
Y además de la población rural, la población anciana. Me gustaría contar con cifras, porque esto hay que decirlo con cifras de salud pública, aumento de mortalidad, tasa de mortalidad, pero no hay cifras oficiales. De hecho, han empezado a contar hace poco las bajas por la guerra, por tiros y por bombas. No sé cuánto habrá que esperar o si eso se llegará a hacer algún día, cuantificar las defunciones por el desabastecimiento, tanto de medicinas, como de alimentos y de ese tipo de productos.
¿Sigue habiendo bombardeos contra infraestructuras, instalaciones eléctricas, de agua? Al principio de la guerra se hablaba de mucha destrucción de infraestructura civil, con los problemas que eso conlleva.
Van normalmente a por la población civil. Pero aparte de eso, los problemas que antes podían ser permanentes, como el del agua o la electricidad, ahora se han convertido en puntuales. Antes de venir al hospital estuve en una base y hubo un fin de semana que bombardearon la planta de potabilización y nos quedamos sin agua un par de días. No solo los militares de la zona, sino también toda la población civil. También hay cortes de luz de vez en cuando, pero la situación es mejor que antes en cuanto a infraestructuras.
Se está intentando dañar a la población civil incluso por encima de lo que son objetivos militares. Yo creo que la prioridad es la población civil. Cuando estuve en Alchevsk, había un edificio de varias plantas, un hotel, y era donde estaba la milicia. Todo el mundo lo sabe, evidentemente. No es un secreto. La gente lo sabía. Pero el régimen ucraniano, en vez de bombardear ese edificio, estuvo bombardeando todo lo que es la ciudad excepto ese edificio. Incluso se prefiere bombardear a la población civil aun teniendo un acceso fácil a bombardear a militares. Se quiere, en mi opinión, endurecer el conflicto.
Eso les beneficia a los batallones nazis, que son los que suelen bombardear. Porque si tú bombardeas a la población civil, reacciona defendiéndose, más gente se alista en el ejército y más gente reacciona de forma violenta. Y entonces el conflicto se endurece, se vuelve más crudo. Hay más odio, más gente se mete en las milicias, más se ataca a Ucrania. Y a los partidos fascistas y las unidades fascistas les beneficia que haya incluso más ataques por nuestro lado, que se gane terreno a veces y que este bando se vuelva más violento porque eso les da más poder a ellos, les da más recursos y les da más apoyo internacional. Entonces eso acaba siendo más poder.
¿Se ve mucha diferencia entre el ejército regular y los batallones voluntarios?
Mucha. No tiene ni punto de comparación. Los batallones voluntarios entre comillas, porque también tienen mucha carga de mercenarios, lo que quieren es recrudecer el conflicto. Yo puedo contar que estuve en un pueblo cerca del aeropuerto. Estuve allí un par de semanas o tres y estaba todo el suelo lleno de obuses. Eran obuses sin explotar. Entonces yo les pregunté a mis compañeros, ¿por qué no explotan los obuses? Me dijeron que no, que son defectuosos.
Pero en realidad no tiene sentido. Por mucho que sean defectuosos, o de hace muchos años, un tanto por ciento mucho más grande tendría que explotar. Luego estuve hablando con más gente que está más informada sobre el tema, con periodistas, y me dijeron que las fuerzas regulares ucranianas ni siquiera arman las bombas antes de tirarlas. Tiran el obús y el obús cae al suelo y ya está. Y no explota. Eso explica que estaba todo el suelo lleno de obuses sin explotar, lleno de bombas sin explotar. No tiene ningún sentido. De vez en cuando arman alguno, porque ellos también tienen que dar explicaciones a sus superiores y no solo a sus superiores, que pueden ser más o menos benevolentes, sino también a las fuerzas nazis que se encuentran en la retaguardia.
Esa gente no tiene ningún tipo de compasión ni ningún tipo de problemas en eliminarlos. Eso sí, las fuerzas regulares, creo que saben que están bombardeando a sus hermanos y muchas veces ni arman las bombas. Pero es muy diferente con los batallones nazis. Los batallones nazis bombardean, roban, saquean sistemáticamente a toda la población donde entran, violan a mujeres. Esto no sale en los medios.
Cuando estuve en el frente de Alchevsk, vi que no solo hay víctimas en este lado sino también en el lado ucraniano. Las fuerzas regulares a mí me dan bastante pena, porque hay muchos que ni les va ni les viene este conflicto y están en contra de él y no quieren bombardear a sus hermanos. Pero claro, tú tienes a unos batallones nazis detrás que te van a matar si no haces lo que se supone que tienes que hacer. En el frente de Alchevsk había dos líneas ucranianas: una era de fuerzas regulares y otra era del batallón Aidar, creo. Cuando estuve allí, hubo varios días que las fuerzas regulares se empezaron a matar con los nazis, que es algo común, relativamente. Se bombardean entre ellos y se disparan entre ellos.
Se suele hablar de que hay luchas internas entre los batallones, pero como los rumores sobre los mercenarios extranjeros, es difícil de confirmar. ¿Son más que rumores?
Sí, yo eso lo he visto con mis propios ojos. El batallón Aidar con mortero destruyó un tanque, o un BMT, un vehículo blindado de las fuerzas regulares en el frente de Kirovsk. Y en una posición cerca del aeropuerto, ahí estaban los mercenarios polacos delante nuestro, a 400m y tenían la bandera polaca izada. Evidentemente es muy difícil demostrar todo este tipo de afirmaciones, pero lo he visto con mis propios ojos.
Uno de los problemas para los voluntarios internacionales es el idioma. Y tú tratas directamente con la población local. ¿Cómo te arreglas con el idioma?
Al principio estuve con un compañero que hablaba ruso, con él de traductor. Luego nos fuimos repartiendo el trabajo, cuando estaba en Alchevsk. Veíamos los pacientes, él hablaba con ellos y yo preparaba la medicación. Él hablaba con ellos y yo les vendaba y esas cosas. Nos repartíamos el trabajo. Y últimamente me he movido bastante con españoles en Donetsk.
Antes aprendí algo de ruso, pero no lo suficiente. Luego me puse enfermo y estuve dos semanas y media en el hospital con problemas de corazón y en ese tiempo es cuando más ruso he aprendido. Ahora como estoy en el hospital rodeado de rusos, estoy aprendiendo bastante, al menos conversaciones básicas. Es complicado, pero a mí me gusta mucho porque es muy diferente y estoy aprendiendo todo lo que puedo.

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