La situación en general
En general, la situación militar en el frente de las repúblicas no reconocidas de la RPD y la RPL continúa siendo extremadamente tensa. La batalla mantiene una naturaleza posicional con algunos intentos episódicos de conducir actividades de reconocimiento con una o dos unidades de sabotaje y reconocimiento o de intentar capturar parte de la zona neutral, algo que el Ejército Ucraniano continúa haciendo regularmente en la región de Donetsk y como las Fuerzas Armadas de Novorrusia han hecho recientemente en
la zona “neutral” de Marevka.
Sin llegar a desatar acciones ofensivas a gran escala, las partes tratan de mantener su actividad a nivel táctico, logrando pequeñas victorias locales, que tienen un efecto limitado en el contexto operativo general. Hay que destacar que los bombardeos masivos de las ciudades de la línea del frente, que se había reanudado desde principios de agosto, parece haberse reducido en los últimos días y los constantes ataques de artillería que se producían cada tarde y cada noche a lo largo de toda la línea del frente, han pasado a convertirse en duelos en posiciones en las que las partes concentran artillería.
La situación política
En términos políticos, la última ronda de diálogo en Minsk a principios de agosto dio lugar a una continuada intensificación de las hostilidades y el posterior estancamiento. Las conversaciones se reanudan el 26 de agosto, aunque no se espera un gran progreso ni en términos militares ni en lo que respecta a los puntos políticos de los acuerdos de Minsk del 12 de febrero. Ninguno de los puntos de ese acuerdo de Minsk se ha cumplido en su totalidad y, como Poroshenko admitió recientemente, Ucrania los necesitaba únicamente para recuperarse de la derrota de Debaltsevo y prepararse para una nueva fase de la guerra.
Con esta mentalidad, no se espera que Ucrania implemente unos acuerdos que formalmente considera poco más que una trampa y una vía para ganar tiempo en su interés de continuar la guerra. Por lo tanto, toda negociación en Minsk se presenta como una maniobra en el frente informativo y diplomático.
La situación en el frente
En la última semana, el frente no ha cambiado de forma significativa. Las milicias obtuvieron cierto éxito en Marevka (una zona neutral en la que se produjo mucha actividad) y el ejército ucraniano obtuvo un éxito similar en otras zonas “neutrales” como Zhabunkov. Los intentos ucranianos en la zona de Novolaspe o Starognatovka no dieron lugar a grandes éxitos. En el frente entre Shirokino y Granitnoye, la situación se mantuvo estable, con bombardeos de fuerza notable. En la zona de Dokuchaevsk y Yelenovka [al sur de la ciudad de Donetsk] el enemigo ha reducido sus actividades en los últimos días. Entre los grupos existentes, el destinado al sector M es el grupo del ejército ucraniano más fuerte de los que están presentes ahora mismo en Donbass y es ahí donde se puede esperar la actividad ofensiva de mayor escala y con objetivos más ambiciosos, como el intento de llegar hasta la frontera entre la RPD y Rusia.
Los frentes de Donetsk y de Gorlovka se mantienen sin significativos cambios. Los ataques a las zonas de los suburbios se han convertido en ataques contra las posiciones avanzadas de las milicias. El trabajo de contrabatería de las milicias ha tenido éxito parcial, aunque el ejército ucraniano aún dispone de una variedad de objetivos y de diferente intensidad de bombardeos. Se utilizan esporádicamente sistemas como MLRS y los más pesados “Uragan” y “Smerch” se mantienen en la reserva por la capacidad limitada de obtener misiles.
Tras el incremento de actividad a mediados del mes, las posiciones avanzadas de la milicia se reforzaron ligeramente, aunque aún se reciben quejas periódicas sobre la ausencia de la fortificación necesaria y la necesidad de acercar armamento a la línea del frente, especialmente debido a la preparación militar ucraniana. Hay que destacar que en los últimos días se han producido movimientos preocupantes por parte del ejército ucraniano como la retirada de minas en zonas propicias para el ataque, la llegada de aviación desde Mariupol hacia el frente o la continua acumulación de equipamiento (tanques, artillería, blindados, cañones, etc.) en la primera y segunda línea del frente. En la zona de acción, se mantienen los misiles tácticos y artillería pesada.
Las tendencias del comando ucraniano indican el simple hecho de que las principales fuerzas están destinadas contra la RPD. Es probable que el principal esfuerzo del Ejército Ucraniano se concentre en lograr objetivos operativos en el territorio de la RPD, aunque también es posible que el Estado Mayor del Ejército Ucraniano maneje diferentes planes operativos ofensivos.
En la RPL, las capacidades ofensivas del enemigo son notablemente menores y no se plantea como posibilidad que la junta derrote a la RPL. Aun así, también aquí hay grupos destinados para una posible batalla que podría atacar y amenazar Slavyanoserbsk y Lugansk (aunque es improbable que pudieran capturar Lugansk). La batalla en el frente de la RPL es de naturaleza similar a la que se observa en la RPD, aunque en menor intensidad, con bombardeos y escarceos más esporádicos.
Sn embargo, esas diferencias pueden no serlo tanto si el Ejército Ucraniano coordina sus ataques contra el territorio de la RPL con sus ataques contra la RPD, que reduciría las posibilidades y los recursos para mitigar el ataque el enemigo en su intento de capturar una ciudad importante de la RPL. Las fuentes militares en esa zona del frente sugieren que el posicionamiento de la junta hace esperar un escenario así en los próximos días y que se prepara duramente para ello.
En este periodo, se han destruido en el territorio de las repúblicas (principalmente en el territorio de la RPD) varias docenas de viviendas e infraestructura. Las bajas militares de las partes se mantienen en secreto, aunque a juzgar por la información filtrada a la prensa, la junta ha perdido entre 100-120 hombres entre muertos y heridos. Obviamente, también hay bajas del lado de las milicias. El nivel de censura militar ha aumentado considerablemente en ambos lados, aunque como se demostró en la batalla de Debaltsevo, se perdió parte del control de la información y mucho de los que debía haberse mantenido fuera de la atención pública fue filtrado.
Tendencias
La información disponible indica la preparación de las fuerzas armadas de Ucrania para iniciar acciones ofensivas a gran escala en busca de un avance en el frente contra los grandes grupos de la RPD y la RPL, por lo que es de esperar que los ejércitos de las repúblicas populares continúen en estado de alerta y que se tomen medidas adicionales para evitar las amenazas en varias direcciones.
Las Fuerzas Armadas de Novorrusia, aprovechando la ventaja de la acción en líneas interiores, tienen la habilidad de acercar sus reseras mecanizadas y de artillería a la línea del frente para evitar ataques y amenazas en diferentes direcciones. Es evidente que, en caso de pasar a una fase de acciones ofensivas ucranianas, se pasaría a una fase de contraataque, algo que ni siquiera las autoridades esconden.
En general, la doctrina militar de la RPD y la RPL sigue siendo de naturaleza convencional de contraataque. No es casualidad que una parte significativa de las reservas mecanizadas se mantengan en la segunda línea, algo que hace complicado al enemigo identificar las intenciones del comando de la milicia en términos de utilización de sus principales fuerzas de ataque, aunque a juzgar por la inteligencia del enemigo, el comando de las Fuerzas Armadas de Ucrania espera una acción activa por parte del grupo de la milicia de Stajanov en dirección a la zona de Svetlodarsk y en dirección a Artyomovsk. Las partes continuarán culpándose mutuamente de preparar planes ofensivos y presentándose como la parte centrada en la defensa.
En este momento, las partes están a su máxima capacidad, por lo que la próxima semana es propicia para la acción militar. En otoño, se espera una reducción en el grupo del Ejército Ucraniano debido a la retirada de reclutas de la primera ola de movilización. Además, los grandes grupos de tropas desplegados en el frente requieren una gran cantidad de recursos, que son limitados en ambas partes.
Conclusiones
A 24 de agosto, se observa un nivel medio de intensidad en la batalla con tendencia a la transición a una fase posicional de alta intensidad. La configuración de las agrupaciones del Ejército Ucraniano son de naturaleza ofensiva en los cuatro sectores y la inteligencia de las milicias ha identificado preparativos de operaciones ofensivas de gran escala. En general, hay grandes probabilidades de una transición a una fase activa de lucha, donde el primer golpe vendrá del lado ucraniano. En términos de las posibilidades de que el Ejército Ucraniano consiga destruir completamente a las repúblicas populares, hay que destacar la escasez de capacidades militares ucranianas. La actual correlación de fuerzas hace posible una ofensiva ucraniana de unos 15-25km en los que podría capturar varias localidades, tras lo cual se vería obligado a responder a la batalla de contraataque de las reservas de las milicias en posiciones poco equipadas.
Obviamente, no se esperan actividades de aventura al estilo de las del verano de 2014, pero al tratar de forzar un fuerte avance en el frente existe un gran riesgo de dejar desprotegidos los flancos, expuestos a posibles contraataques que pueden dejar en entredicho la integridad del grupo del Ejército Ucraniano en Donbass. La falta de confianza en la habilidad para tener éxito en las próximas batallas y la capacidad para responder a contraataques de las reservas de las milicias previene aventuras arriesgadas. Pero a nivel estratégico, a la junta le interesa la guerra, que por un lado refleja los intereses de Estados Unidos y, por otro, permite distraer la atención pública de la difícil situación económica.
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