Los ciudadanos de Donetsk se rebelan contra la OSCE

Varias decenas de ciudadanos de Donetsk se congregaron ayer, 23 de julio, ante las instalaciones del hotel Park Inn, donde se alojan los miembros de la misión de observación de la OSCE y también trabajadores de Cruz Roja, Naciones Unidas y otras organizaciones, para protestar por lo que consideran una visión sesgada del conflicto en sus informes.

Los manifestantes acusaron al personal de la OSCE de no registrar los bombardeos del

ejército ucraniano contra la ciudad o de evitar mencionar la culpabilidad ucraniana en los bombardeos que sí registra, con lo que, en su opinión, se crean las condiciones para que las fuerzas ucranianas continúen su campaña de bombardeos con impunidad. Portando carteles que exigían a la organización “decir la verdad”, algunos manifestantes escribieron consignas a favor de la paz y exigiendo justicia y realizaron pintadas en los vehículos tanto de la OSCE como de Cruz Roja.

En lugar de valorar si era necesaria cierta autocrítica, el jefe de la misión de observación de la OSCE, Alexander Hug, que se encontraba en la capital ucraniana, prefirió cargar contra la población local, bombardeada desde hace más de un año, a la que acusó de tratar de obstaculizar el trabajo.  Hug, que calificó la protesta como un acto deliberado y una “forma de censura”, exageró el resultado de la protesta, afirmando que 30 vehículos de las diferentes organizaciones habían quedado inutilizados. Desde la cuenta de Twitter de la misión de observación de la OSCE en Ucrania, la organización condenó el “injustificable acto de vandalismo”.

No es la primera vez que los residentes de Donbass se enfrentan a miembros de la misión de la OSCE para exigirles un trabajo más objetivo que también muestre la visión de la población sobre la guerra. A mediados de mayo, un grupo de observadores de la OSCE se escudaban tras el general ruso Alexander Lentsov, que con paciencia escuchaba las quejas de la población de Sakhanka sobre los bombardeos diarios y sistemáticos del ejército ucraniano contra la localidad. La población recriminaba a los expertos que esos bombardeos contra una localidad en la que no había presencia de las milicias no aparecían después en los informes diarios de la organización.

Más recientemente, un grupo de ciudadanos de Gorlovka se enfrentaba a los observadores, a los que recriminaba la pasividad de la organización ante los constantes bombardeos del ejército ucraniano. En aquella ocasión, los residentes se encontraban con un trato abiertamente hostil y más que desagradable de uno de los miembros del equipo que había acudido a la zona tras un bombardeo de artillería pesada.

Pese al anuncio del presidente Poroshenko de la creación de una zona de seguridad desmilitarizada de 30km desde la línea de contacto entre las partes, los bombardeos contra zonas residenciales de Donetsk continúan. En su último informe, la OSCE advierte de que la situación en los alrededores de la ciudad es cada vez más tensa. Aunque la organización no lo especifica, las zonas que señala como procedencia de los disparos están controladas por el ejército ucraniano.