viernes, 24 de julio de 2015

El embajador de Estados Unidos supervisa el trabajo de Moskal en Mukachevo

Los hechos ocurridos las últimas semanas en Mukachevo, en la región de Transcarpatia, con los enfrentamientos entre militantes del Praviy Sektor y los poderes locales por el control de las rutas del contrabando han derivado en una confrontación entre el presidente Poroshenko y Dmitry Yarosh, quien con una manifestación en Kiev pretendía hacer una demostración de fuerza amenazando con iniciar
una nueva revolución. El viaje del embajador de Estados Unidos en Ucrania para entrevistarse con el nuevo gobernador de Transcarpatia, Gennady Moskal, refleja el nivel de control que Estados Unidos pretende mantener sobre los asuntos internos ucranianos y también el apoyo al presidente Poroshenko en su disputa con Yarosh.  

Artículo original: Boris Rozhin / Colonel Cassad

Los estadounidenses se han posicionado de forma previsible en el contlicto entre Proshenko y el Praviy Sektor

“Agradezco la oportunidad de que el propio gobernador me informara sobre lo ocurrido recientemente con el llamado “Praviy Sektor”. La forma de tratar con estos grupos, por supuesto, es cosa del Gobierno ucraniano y especialmente de las fuerzas del orden de Ucrania. Pero ya que sé que van a preguntarme por ello, quiero subrayar que Estados Unidos muestra su total apoyo a la postura planteada por el presidente Poroshenko, el ministro del Interior Avakov, el gobernador de la región, de que el uso de la fuerza y de las armas tiene que estar reservado exclusivamente al Gobierno ucraniano y a las instituciones gubernamentales y esa es la base de un gobierno democrático”.

(C) Geoffrey Pyatt, embajador de Estados Unidos en Ucrania

Es preciso recordar que cuando Yanukovich trató de utilizar la fuerza, fue advertido públicamente de que si utilizaba la fuerza, sería considerado un “dictador” y un “líder poco democrático”. En cambio, cuando el año pasado el Praviy Sektor aún era necesario, Estados Unidos no estaba especialmente preocupado por el uso de armas por parte de los pravoseki y otras estructuras de poder de la junta ucraniana. Ahora es necesario hacer desaparecer a algunos de los “batallones voluntarios” y otras organizaciones fascistas: el papel que jugaban está ahora cubierto por estructuras de poder más tradicionales en las que ya se ha completado la tarea de relevar al personal con aquellos que son políticamente leales a las autoridades golpistas.

En realidad, la postura de Pyatt es la mejor garantía de que no habrá un “Maidan 3.0” porque, ¿puede producirse dicho Maidan sin el permiso de Washington? Es absurdo. Es posible que Yarosh ya conociera esta postura estadounidense, así que su “revolución de liberación nacional acabó por convertirse en una serie de afirmaciones histéricas sobre un referéndum sobre no se sabe qué, no se sabe cuándo. Porque Yarosh y los pravoseki saben que enfrentarse directamente a Estados Unidos, aparecerá en toda su plenitud la sombra de Sashko Bily  [Oleksander Muzychko, que murió de varios disparos y en extrañas circunstancias cuando se encontraba detenido y esposado pocas semanas después de la victoria de Maidan-Ed].

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