La presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Kenia Serrano, ha reclamado este sábado la eliminación del bloqueo económico de EE.UU. sobre Cuba y la devolución del territorio donde se encuentra la polémica prisión de Guantánamo.
“(…) necesitamos del clamor mundial para recuperar el territorio cubano que ocupa de manera ilegal la base naval de Guantánamo”, ha reiterado Serrano durante el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba celebrado en el país caribeño.
Al calificar de “exitoso” el apoyo brindado a Cuba, la presidenta ha destacado la importancia de que los amigos regionales y extraregionales de La Habana no solo difundan y propaguen la realidad de la isla, como la situación de los derechos humanos, sino también que denuncien las campañas mediáticas contra el país caribeño.
En referencia al regreso de los cinco antiterroristas a su patria, Serrano ha hecho hincapié en que tales iniciativas de la Casa Blanca no podrán desmovilizar a las fuerzas amigas del país caribeño.
En diciembre de 2014, el Gobierno de Washington dejó en libertad a los tres agentes detenidos, identificados como Antonio Guerrero, Antonio Labañino y Geraldo Hernández, de un grupo de cinco condenados en 2001 por un tribunal de Miami, tras advertir a La Habana de los planes terroristas que Washington pretendía ejercer en contra de la Isla.
Los otros dos agentes, René González y Fernando González, regresaron a Cuba en 2013 tras haber cumplido sus condenas.
Durante el encuentro, el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte, ha instado a la Casa Blanca a levantar el cerco económico y la manipulación mediática anticubana.
Recientemente, la devolución del territorio cubano donde EE.UU. ha emplazado la cárcel de Guantánamo se ha convertido en una condición de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana. Tal como lo manifestó en abril, el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canal.
Cuba y EE.UU., en un acto sorprendente, anunciaron el pasado 17 de diciembre el inicio de un proceso para normalizar las relaciones diplomáticas, después de medio siglo de distanciamiento que incluyó un duro bloqueo económico impuesto por EE.UU. contra la mayor de las Antillas.
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