lunes, 23 de marzo de 2015

Dinamarca, origen del Batallón Dzhokhar Dudayev de Ucrania

Aunque pueda sorprender, la pequeña localidad danesa de Birkerod, al norte de Copenhague, es uno de los puntos geográficos que quedarán en la historia de la guerra del Donbass. La principal razón es que ahí terminaron por asentarse Isa Munayev e Ilyas Musayev, dos de los principales defensores de la línea de oposición radical a cualquier posibilidad de acuerdo con Rusia en Chechenia. Esa oposición les llevaría a movilizar a sus fuerzas aliadas en el Cáucaso para participar en la guerra a favor del régimen de Kiev en el este de Ucrania.
Munayev y Musayev participaron de forma activa en las dos guerras chechenas de los años noventa. Isa Munayev, un antiguo policía, llegó incluso a comandar las fuerzas chechenas en la capital, Grozny, durante el invierno de 1999. Tras la derrota chechena, ambos buscaron refugio en la tranquila Dinamarca.

Según una entrevista de Natalie Yahya Rosendahl en la web danesa NetAvisen, Ilyas Musayev llegó a Dinamarca en el año 2002. Munayev llegó bastante más tarde, en 2007. Necesitó atención en un hospital danés para cuidar de las más de 30 heridas de metralla que trajo consigo desde Chechenia. Hasta al menos finales de 2006, había seguido combatiendo a las fuerzas rusas, tratando de mantener viva la resistencia armada contra Rusia en Chechenia. Es posible que conociera en aquellos años a Adam Osmayev, el joven checheno llamado a sustituirle en sus responsabilidades militares.

En Dinamarca, Munayev y Musayev promovieron a finales de la pasada década la creación de la asociación Свободный Кавказ (Cáucaso Libre). Apoyada por militantes daneses locales, el grupo ha tratado desde entonces de agrupar en torno a él al movimiento político más radicalmente anti-ruso en toda la región y países del Cáucaso. El objetivo: movilizar a la diáspora chechena y a otros grupos aliados, en particular georgianos y azeríes. Los dos refugiados chechenos asumían el papel principal en la organización, con Isa Munayev como Presidente y Musayev como Jefe del Comité de Organización.

Vinculados a Akhmed Zakayev, Munayev y Musayev han tenido un papel destacado dentro de las estructuras políticas chechenas en el exilio, considerándose ambos miembros de su gobierno en el exilio. Sólo al final, se decidieron a abandonar a Zakayev cuando resultó evidente que éste apostaría por una postura más posibilista de acercamiento a Rusia y a la Chechenia oficial de Kadyrov.

A través de Cáucaso Libre, Munayev y Musayev han asumido un papel clave en la propaganda, muy centrada en la defensa de las posiciones radicalmente anti-rusas, bajo la premisa de que no es posible negociar nada ni con Putin ni con Kadyrov. Cáucaso Libre ha utilizado para lanzar su mensaje la web chechenews.com. Según Ulla Gunge, del periódico Berlingkse de Copenhague, la web se mantiene y gestiona desde Dinamarca.

En Ucrania, la asociación Cáucaso Libre está en el origen de la creación del Batallón Dzhokhar Dudayev que actualmente combate en el Donbass. Su primer líder fue precisamente Isa Munayev, luego sustituido por Adam Osmayev, casado con la representante de Cáucaso Libre en Ucrania, Amina Okuyeva.

En un artículo para Berlingske, Simon Kruse se acercó en octubre de 2014 a la realidad del Batallón de Munayev desde su campamento en el este de Ucrania. Situado a una hora de viaje de Dnipropetrovsk y a apenas unos 50 kilómetros del frente, el campamento servía en aquel momento de centro de formación para los voluntarios del Batallón. La dimensión danesa de los reclutas era evidente. Según Kruse, estos voluntarios, mayoritariamente chechenos, hablaban una mezcla de ruso, checheno y danés.

Kruse relata que, además de Munayev, otras seis personas viajaron desde Dinamarca para incorporarse al Batallón. Aunque la mayoría tenían su origen en el Cáucaso, cinco en total contaban con pasaporte danés. Algunas proceden de Birkerod pero otras de otros lugares cercanos, como el apodado Timur. Musulmán con origen en Daguestán, residente en el área de Copenhague, estudiaba hasta hacía apenas dos meses. Los seis reclutas se conocían en Dinamarca.

Antes de desplazarse a Ucrania, Munayev colaboraba como profesor de boxeo para un equipo juvenil en Birkerod. Según Ulla Gunge, sin embargo, tenía una pensión de invalidez por sufrir de síndrome de stress postraumático como consecuencia de su participación en la guerra en Chechenia.
Foto de Simon Kruse. Isa Munayev con miembros de su Batallón en los alrededores de Dnipropretrovsk
Foto de Simon Kruse. Isa Munayev con miembros de su Batallón en los alrededores de Dnipropretrovsk
Isa Munayev murió, en circunstancias que no han sido completamente precisadas, el 1 de febrero en la zona de Debaltsevo, en los primeros días de la batalla final por el control de la zona. No era su primera participación en los combates. Hay constancia de su presencia en el área de Ilovaisk. En su contacto con Kruse, Munayev en ningún momento intentaría ocultar esa participación.

Con posterioridad a su entrevista con NetAvisen, su amigo y colaborador en Cáucaso Libre, Ilyas Musayev, viajó a Ucrania para organizar su entierro. Según señala el artículo, Munayev aún no había decidido por entonces durante cuánto tiempo iba a permanecer en Ucrania pero queda claro en el texto de Yahya Rosendahl que Musayev ha considerado en diversas ocasiones unirse a las tropas ucranianas. Desde su punto de vista, la lucha de Ucrania es la misma lucha que la de Chechenia, una lucha que tiene por objetivo la libertad y la democracia frente a Rusia: “la lucha contra los rusos es la lucha de todos nosotros”.

El éxito en el reclutamiento de voluntarios caucásicos ha permitido sin embargo a Cáucaso Libre ampliar el número de sus batallones. A finales de octubre, la organización crea el Batallón Sheikh Mansour. Esta unidad está a cargo de Muslim Cheberloevsky, pseudónimo, de otro veterano de las dos guerras chechenas. El grupo tendría un mayor componente religioso, quizás incluso islamista, que el Dudayev.

Por su parte, el Batallón Dudayev ha terminado convirtiéndose en una unidad de guerrilla urbana que se orienta, de manera preferente, al trabajo de sabotaje. Se trata de un desarrollo de la guerra que no presagia nada bueno para la población del este de Ucrania. En su entrevista en el NetAvisen, Ilyas Musayev es plenamente consciente del tipo de guerra que se desarrolla en el Donbass. “Cuando veo fotos de Ucrania, tengo flashbacks de los baños de sangre en Chechenia”, dice.

Pero no son sólo los recuerdos lo que estos chechenos llevan a Ucrania sino el odio acumulado durante décadas de guerra. En declaraciones a Mikkel Secher, de la TV2 danesa, Isa Munayev decía ser padre de una hija asesinada e hijo de un padre asesinado. Para él, la batalla de Ucrania era una prolongación de las guerras de Chechenia, de la guerra contra Rusia y su Presidente Putin. “Soy el peor enemigo de Putin, y estoy orgulloso de ello. Voy a decirle al mundo: Putin es un asesino y un terrorista”, le comentaba Isa Munayev a Secher, como si en Ucrania no hubiera ya suficientes personas con ese mismo nivel de odio. Oleksandr Muzychko, miembro en el pasado de UNA-UNSO y luego del Pravy Sektor, era uno de ellos y había luchado en Chechenia para demostrarlo. De forma significativa, la primera Orden de Munayev, como comandante del Batallón Dzhokhar Dudayev, fue nombrar Sashko Biliy, el apodo de Muzychko, a la primera compañía del Batallón.

En el artículo de Kruse, Isa Munayev señalaba que “Cuando terminemos aquí, continuaremos hacia Chechenia”. El comandante pro-ucraniano ya no formará parte de los que lo intenten. Pero habrá otros. Con razón o sin ella, hay demasiado odio en una parte del movimiento independentista checheno para pensar lo contrario.

No hay duda de que en guerras como la de Chechenia aparece los peores rasgos del enfrentamiento entre humanos. Por eso, incluso los adversarios podrán llegar a entender el odio arraigado en militantes como Isa Munayev, ese hombre “herido – devastado y amargo” tras el combate en Chechenia al que se refería una fuente que colaboraba en el artículo de Ulla Gunge. Lo verdaderamente incomprensible es que ese odio lo exacerben aún más radicales que jamás han vivido, ni probablemente vivirán, las consecuencias de la guerra. Será difícil encontrar mayor nivel de odio y resentimiento en aquellos que, no siendo ellos mismos de origen checheno, dicen apoyar a ese pueblo del Cáucaso. En realidad, sólo les unen sus enemigos comunes: Rusia, Putin o la Chechenia de Kadyrov.

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