Los palestinos han solicitado este miércoles una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) por la situación crítica que atraviesa la Mezquita Al-Aqsa, en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), después de los incidentes de esta misma jornada en el lugar sagrado.
Las fuerzas del régimen israelí han atacado este miércoles por la mañana a los palestinos que intentaban entrar a Al-Aqsa, dejando al menos 20 heridos.
"La dirigencia palestina ha realizado contactos con carácter urgente a propósito", ha anunciado mediante un comunicado el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina.
También ha acusado al régimen de Tel Aviv de persistir en su plan para mantener las profanaciones contra Al-Aqsa, y respaldar a los colonos que la atacan, vulnerando todas las reglas internacionales.
Los acontecimientos provocados por los israelíes contra Al-Aqsa muestran que Palestina está ante un régimen que pretende la partición de este lugar sagrado del Islam, algo que las autoridades palestinas consideran como una línea roja, ha añadido Abu Rudeina.
En la misma jornada de este miércoles, el Movimiento de la Yihad Islámica en Palestina ha aseverado que la persistencia del régimen de Israel para llevar a cabo agresiones contra la Mezquita Al-Aqza enfrentará "respuestas rotundas".
Asimismo, en la noche del martes, un portavoz de las brigadas Ezeddin al-Qasam, brazo militar del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), advirtió que el régimen ocupante pagará un alto precio por sus continuados ataques contra la Mezquita Al-Aqsa.
“Antes de que Ezeddin al-Qasam pierda su paciencia, el régimen israelí debe terminar sus planes de judaización de Al-Quds, porque estas medidas no quedarán impunes, y el enemigo sionista pagará un precio elevado”, afirmó en un comunicado.
La Mezquita Al-Aqsa es un lugar de suma importancia para los musulmanes. El régimen israelí, que se considera a sí mismo el principal propietario de los territorios palestinos, desde el inicio de su ocupación, sueña con destruirla, a fin de transformarla en un templo judío.
Durante las últimas semanas, los ataques contra el lugar y los ciudadanos palestinos, así como la decisión de las autoridades del régimen de Israel para dividir los tiempos de oración en la Explanada de las Mezquitas “entre musulmanes y judíos”, han provocado el rechazo del mundo islámico.
Conforme al Tratado de paz entre Amán y el régimen de Tel Aviv, llamado Wadi Araba, Jordania tiene la responsabilidad de proteger los lugares santos islámicos y cristianos, y según el mismo, los judíos pueden entrar en la Mezquita, pero no deben rezar en ella.
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