miércoles, 6 de agosto de 2014

Vuelos europeos destino a Asia tendrían que sobrevolar el Polo Norte por las sanciones

Rusia podría responder a las sanciones contra sus compañías aéreas obligando a las europeas a modificar sus rutas aéreas hacia Asia, lo que las desviaría al Polo Norte.

Las sanciones que Rusia impondría a las compañías aéreas extranjeras podrían resultar en el encarecimiento del precio de las tasas por utilizar el 'corredor aéreo transiberiano' o incluso en la prohibición del acceso al mismo. Ello las obligaría a hacer uso de otras rutas aéreas, como la que sobrevuela el Polo Norte. Lo advierte el portavoz de la Asociación de Pilotos Belga, Francis Uyttenhove, en declaraciones recogidas por la agencia Itar-Tass. 


La ruta transiberiana es la más corta de las existentes entre Europa y Asia, ya que permite reducir el viaje en 4.000 kilómetros (unas dos horas de diferencia) y ahorrar a las compañías 30.000 dólares. El cierre de esta ruta aumentaría la duración del viaje y el gasto de combustible en general a las aerolíneas europeas. 

Por ejemplo, para volar desde Madrid hasta Tokio con una aerolínea europea, el avión se vería obligado a volar a través del mar Mediterráneo, cruzando Oriente Medio (Irak, Irán, Afganistán o Siria) y la India hasta llegar a Japón. Si el avión quisiera llegara al mismo destino pero esta vez desde Ámsterdam, tendría que cruzar todo el Polo Norte y sobrevolar Alaska y parte del océano Pacífico hasta llegar a Japón. 
  
Las pérdidas para las aerolíneas europeas serían cuantiosas, pues su ahorro económico es bastante considerable utilizando la ruta transiberiana. Las compañías se verían igualmente obligadas a subir el precio de sus vuelos que, en opinión de Uyttenhove, serían hasta un 70% más caros. Ello afectaría a sus potenciales clientes, quienes dudarían a la hora de comprar vuelos a precios tan elevados.  

Los países occidentales han de pensar cómo les afectaría a sus consumidores y empresas la posible imposición de sanciones, sugirió el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. "No abogo por las prohibiciones ni por crear verdaderos problemas para los pasajeros, ciudadanos de a pie que no tienen nada que ver con lo que hacen en Ucrania los que desencadenaron esta guerra", afirmó Lavrov.  

Los ministerios de Exteriores y de Transporte rusos, junto a la asociación de aerolíneas rusas, estudian cómo responder a las sanciones impuestas por la Unión Europea a la aerolínea rusa Dobrolet, que es filial de Aeroflot. 

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