miércoles, 14 de mayo de 2014

La Policía dispersa con gases a los manifestantes por la tragedia en la mina turca

En varias ciudades turcas, la Policía ha utilizado gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver las manifestaciones que se organizaron tras la tragedia en una mina en el oeste del país en el que murieron 238 personas.

En la capital, Ankara, cientos de estudiantes se reunieron cerca de la Universidad Técnica de Oriente Medio para marchar cerca de la sede del Ministerio de Energía, pero los agentes de la Policía impidieron el paso de los manifestantes. Los jóvenes respondieron con cócteles molotov.



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Según la agencia Reuters, los estudiantes se reunieron en el centro de Ankara para protestar contra el partido gubernamental, al que consideran responsable de la tragedia. Varias semanas antes del accidente las autoridades turcas rechazaron una solicitud de inspección de la mina de Soma.



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En esta ciudad un grupo de familiares de las víctimas del accidente protestó en frente del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, mientras el mandatario salía del ayuntamiento. Los manifestantes lanzaron piedras contra Erdogan y le llamaron "asesino" y "ladrón". Exhortaron al Gobierno a dimitir por el desastre.



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Otras protestas se han extendido por Estambul, donde los manifestantes se reúnen en el metro y frente a la sede de la empresa propietaria de la mina, Soma Holdings. En los muros de la empresa han aparecido grafitis acusando a la compañía de haber cometido un asesinato. Muchos acudieron a las protestas con la cara pintada de negro en solidaridad con los mineros.



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La Policía cerró el parque Gezi de Estambul como "medida preventiva" ante las manifestaciones que se prevén en la zona de Taksim.



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Un total de 787 personas se encontraban dentro de la mina de Soma, a 250 kilómetros al sur de Estambul, cuando tuvo lugar la tragedia el martes. 238 de ellas murieron en el accidente, pero centenares de mineros aún permanecen atrapados.



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