En una entrevista exclusiva concedida al canal iraní de lengua árabe ‘Al-Alam’, los mercenarios han admitido que algunos países árabes de la región y Turquía les exigen infligir daños a la infraestructura económica y civil de Siria.
Han reconocido también que miles de terroristas extranjeros de nacionalidades turcas, libias, francesas, egipcias, afganas, chechenas, jordanas y argelinas, entre otras, se han sumado a las filas de Al-Nusra para luchar contra el Gobierno de Damasco y han agregado que estos elementos reciben instrucciones militares dictadas desde países occidentales.
“Recibimos instrucciones religiosas de manera que nos hacen creer que estamos luchando contra los infieles y si perdemos la vida, entraremos en el paraíso”, han declarado.
Para finalizar, han destacado que las fuerzas sirias los tratan bien y les suministran sus necesidades básicas.
Algunos países occidentales y regionales avivan la crisis de más de tres años en Siria, a través de su apoyo logístico, financiero y armamentístico a los grupos armados que tienen por objetivo acabar con el Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad.
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