A medida que se frustran las políticas bélicas de Occidente en torno a la crisis siria, los avances del Ejército del país árabe ponen de manifiesto la veracidad de la idea de que el Gobierno del país árabe busca el bienestar de la población y aboga por una solución diplomática al respecto.
Entre otros logros, las fuerzas gubernamentales sirias han retomado este miércoles el control de la estratégica ciudad de Al-Bweida, al sur de la capital, Damasco.
Durante una operación llevada a cabo por las fuerzas sirias, estas han conseguido destruir las posiciones de los grupos armados patrocinados desde el extranjero, provocando así su retira de la localidad.
La operación fue parte de una campaña más amplia lanzada hace varios meses para limpiar la región sureña de Damasco de hombres armados.
También se han comunicado enfrentamientos entre las fuerzas del orden y terroristas cerca del santuario de Hazrat Zainab (la paz sea con ella), y en el distrito de Hojeira, sur de Damasco.
Del mismo modo, las fuerzas gubernamentales sirias frustraron el lunes los intentos de infiltración de terroristas extranjeros en la capital.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria es objeto de la injerencia de algunos países occidentales y regionales, que brindan abiertamente su apoyo financiero, armamentístico y logístico, a los grupos armados, con el objetivo de acabar con el Gobierno constitucional de Damasco.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que más de 100 mil personas han muerto a lo largo del conflicto en el país árabe y un total de 7,8 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
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