sábado, 7 de septiembre de 2013

Mientras exista el capitalismo existe el peligro de una nueva guerra mundial

Para quienes abogan por el mantenimiento del sistema actual de producción, desde el interior del pueblo, la más que probable intervención de los países imperialistas incluido España en Siria, debe servir de reflexión profunda que les permita salir de su error. Pues con su posición contribuyen desgraciadamente y sin pretenderlo a perpetuar los riesgos de guerra, que pueden tener consecuencias muy graves para la humanidad.

Para los monopolios europeos y norteamericanos, para los imperios sean de donde sean no existe la democracia, no contemplan la libertad para el pueblo y por consiguiente son ajenos a toda ética, el ser humano es para ellos un objeto maleable para saciar sus apetitos de poder y de codicia.
Entre Francia, Inglaterra, EE.UU, Rusia… poseen un arsenal capaz de hacer desaparecer todo rastro de vida en la Tierra por más de doce veces. ¿Para qué crean esas armas? ¿Por el bien de la democracia? ¿Se puede invadir una nación, destrozarla, matar niños, mujeres y hombres civiles, en nombre de su propia libertad? NO. Las armas están concebidas para matar a todo el que se oponga a los deseos del poseedor de las mismas de adquirir poder. Así ha sido la historia de la humanidad y así será mientras existan explotadores que viven a costa de explotados.

Los ricos se pelean entre sí, mejor dicho mandan a los trabajadores y a sus hijos a luchar entre ellos para repartirse el mundo. No solo se hacen millonarios sobre la base de una explotación irracional, sino que además nos utilizan como carne de cañón para obtener sus beneficios, mientras ellos se refugian en el parasitismo y en el lujo.

En esta hora crucial, no valen las medias tintas, hay que construir las herramientas que ayude a los desposeídos a acabar con el sistema que ha causado ya dos guerras mundiales, que está constantemente agrediendo a seres humanos indefensos.

Nada podemos esperar de los grandes empresarios españoles, que además de despedirnos, desahuciarnos, matarnos de hambre, y que continúan exigiendo mayores medidas de empobrecimiento, estarán dispuesto a comprometer a nuestro pueblo en guerras que no son nuestras. NUESTROS ENEMIGOS SON ELLOS.

COMPAÑERAS COMPAÑEROS ORGANICÉMONOS EN LOS CENTROS DE TRABAJO, EN LAS UNIVERSIDADES E INSTITUTOS, EN LOS BARRIOS, FORMEMOS EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO Y PIDAMOS LO QUE NOS PERTENECE, EL PAN Y LA LIBERTAD PARA ACABAR CON EL SISTEMA QUE NOS OPRIME.


IMPIDAMOS QUE EL GOBIERNO ESPAÑOL NOS META EN UN CONFLICTO, EN EL QUE SOLO PERDEREMOS LOS TRABAJADORES Y LOS PUEBLOS INOCENTES.


¡CONTRA LA GUERRA ENTRE IMPERIOS!
¡POR UN MUNDO DEMOCRÁTICO Y PACÍFICO!


FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO (FUP)

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