miércoles, 21 de agosto de 2013

¿Cómo luchar contra este régimen explotador?

Conforme transcurre el tiempo más convencido está el Estado capitalista español de haber vencido definitivamente la batalla de la crisis. Ya todo parece normal, es como si aquellos que en estos momentos parecen detentar mayor incidencia en las clases trabajadoras, ya no tienen nada más que decir. O tal vez no lo parezca, sino que es así. Nuestros IU, PSOE, CC.OO, UGT y aquellos otros movimientos espontáneos, semiespontáneos y teledirigidos, han agotado toda su sabiduría e ingenios para enfrentarse a una realidad social, que lejos de tener visos de terminar en el tiempo, se ha convertido ya en una forma de existencia sempiterna.

Los datos que registran las crónicas son claros y contundentes, Los que

mandan en el mundo aconsejan profundizar en la reforma laboral, que se reduzcan los salarios un 10% más de lo que ha menguado en estos años. Los empresarios piden poder cambiar contratos a tiempo completo por tiempo parcial. Mientras, el gobierno impone medidas que fortalecen a los empresarios, en tal sentido se establecen que los ERES no estén sujetos a ley, siendo potestad del empresario aplicarlo cuándo y cómo le venga en ganas. Y además, como en una novela de terror se tiene al pueblo en vilo respecto de la aplicación de nuevas fórmulas para impedir el acceso a la jubilación.
El trato de los empresarios hacia sus trabajadores, demuestran cuán seguros y fuertes se encuentran al contar con instituciones como la justicia, tan benevolentes con ellos y tan irascibles con los trabajadores. En esta dirección es harto elocuente la denuncia que realiza un compañero del FUP, Secretario de la CTA de Sevilla:

“Marcos Prado Fernández

Todo un señor inspector de trabajo me ha espetado esta mañana (literalmente) que qué se piensa un trabajador exigiendo su continuidad en su puesto de trabajo, cuando el puesto de trabajo es propiedad del empleador y nunca del trabajador así que el empresario es el que decide cuándo debe trabajar el empleado y cuándo no”

Los parásitos y su secuaces se sienten fuertes, no por su potencial, que lo tienen, sino por la debilidad de la dirección del pueblo, que desde que comenzó la crisis, dio muestras de no saber cuál es la verdadera causa que genera los males del pueblo al que dicen defender, y se ha perdido por caminos extraviados que no llegan a ningún lado. Y la cuestión es muy sencilla, la crisis la genera el capitalismo, por tanto, todo lo que no sea luchar para acabar con el capitalismo, sirve para perpetuar la causa. Hablamos del capitalismo se vista de fascista, de democracia, de república, se vista como se vista es capitalismo y en sus entrañas lleva la crisis y la explotación de los trabajadores y del pueblo. Así que debería quedar claro, que todos los caminos y recorridos que se hagan en direcciones equivocadas, a lo único que conduce es al agotamiento de las fuerzas, a destruir las esperanzas de los que luchan, convirtiéndose pues, en un aliado del capitalista.

No, no se puede acabar con el capitalismo, por tanto con nuestros problemas a través de talleres de actividades, con luchas folclóricas, poniendo la otra mejilla, con demostraciones cívicas por muy amplias, yendo cada cual a resolver su problema, regalando flores a los verdugos, ni mendigando pan y libertad a quienes nos la roban. Las luchas es contra un sistema, el más fuerte de la historia de la humanidad, el capitalismo, con su Estado, que es el culmen de la organización para reprimir y engañar que cuenta con unos traidores hartos de pan que se alimentan como carroñeros de los beneficios putrefactos de la explotación del hombre por el hombre.
Al capitalismo hay que vencerle, primero, con conciencia de lo que supone esta lucha, en segundo lugar, con la organización precisa y disciplinada para soportar los embates de un enemigo tan eficaz y con la sabiduría capaz de revertir los acontecimientos.

EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO se nutre de las experiencias de los movimientos que han surgido al calor de la crisis y de las formas históricas de organizarse las clases trabajadores y sectores populares de nuestro país. Pero concediendo a la clase obrera la condición del sujeto de las luchas y en torno a ella aglutinar a las clases y capas sociales populares. Nuestra lucha lleva un doble objetivo: deteriorar las armas que nos oprimen a la vez que construir las herramientas para para edificar una sociedad más justa y equitativa: EL PODER POPULAR EN LOS BARRIOS, CIUDADES Y CENTROS DE TRABAJO. (Léase ¿Qué es el Frente único del Pueblo?)

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