
Las unidades del Ejército sirio confiscaron, asimismo, un coche con matrícula europea y un gran número de municiones y misiles fabricados en Estados Unidos.
En otra operación llevada a cabo el pasado marzo, autoridades sirias confiscaron cámaras de espionaje en una isla abandonada frente al puerto sirio de Tartus.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria es escenario de disturbios provocados por grupos armados que, patrocinados desde el exterior, abonan el terreno para una injerencia extranjera cuyo objetivo es derrocar el Gobierno de Bashar al-Asad.
Las bandas armadas en este país árabe gozan del apoyo financiero, armamentístico y mediático de las partes extranjeras, incluido Catar, Turquía, Arabia Saudí, el régimen de Israel, EE.UU. y algunos de sus aliados europeos.
En otra operación llevada a cabo el pasado marzo, autoridades sirias confiscaron cámaras de espionaje en una isla abandonada frente al puerto sirio de Tartus.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria es escenario de disturbios provocados por grupos armados que, patrocinados desde el exterior, abonan el terreno para una injerencia extranjera cuyo objetivo es derrocar el Gobierno de Bashar al-Asad.
Las bandas armadas en este país árabe gozan del apoyo financiero, armamentístico y mediático de las partes extranjeras, incluido Catar, Turquía, Arabia Saudí, el régimen de Israel, EE.UU. y algunos de sus aliados europeos.
sj/nl/hnb
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