domingo, 21 de febrero de 2016

Alexey Markov: la guerra, una tarea dura y desagradecida

Siempre me he preguntado cómo se pasa del círculo vicioso casa-trabajo-casa-trabajo a enfrentarse a un enemigo superior y convertirse en el muro entre los asesinos y las mujeres o ancianos. Y los niños. ¿Dónde desaparece el consumidor y por qué se levanta del sofá para ir a Donbass?

Eso es lo que quería averiguar de uno de los voluntarios rusos, el comandante adjunto de los fantasmas y comisario del destacamento comunista de la brigada Prizrak, Alexey Markov.

Alexey, ¿quién eres y por qué decidiste unirte a la Primavera Rusa en persona en Donbass en lugar de permanecer al margen?

¿Quién soy? Soy una persona de lo más normal. Nací en Omsk, estudié en Novosibirsk y vivo en Moscú trabajando en el área de la tecnología de la información.

Después de la masacre de Odessa, al ver esa feliz masa inhumana, que se hacía fotos con cuerpos calcinados de fondo, me di cuenta de que ese fascismo que había leído en los libros y que había visto en las películas estaba aquí, delante de mí. Las opciones eran quedarme sentado y ver cómo los neo-nazis mataban a los mismos civiles tanto en Moscú como en Omsk o intentar pararles. De hecho, no tenía elección.

¿Le costó encontrar un lenguaje común con las milicias locales? ¿Hubo dificultades de comunicación?

¿De qué problemas podemos hablar si aquí vive el mismo pueblo ruso que vive en Rusia? Sí, algunos milicianos, especialmente los más mayores, solo hablan ucraniano, pero luchamos codo con codo, igual que con nuestros camaradas de Italia, España, Chile y Finlandia.

¿Es fácil para un civil pasar a la realidad militar? ¿Cómo se pasa del día a día normal a las trincheras?

La guerra es siempre una tarea dura y desagradecida. Pero no soy un recluta, soy un voluntario y estoy preparado para ello.

¿Hace tiempo que domina las habilidades de soldado?

No. La formación militar básica (NVP por sus siglas en ruso) en la escuela soviética y el entrenamiento militar de la universidad me dieron las habilidades mínimas necesarias. Todo lo demás se puede aprender rápidamente si se quiere.

¿Qué ha sido lo más difícil?

La tregua. La guerra abierta es más sencilla.

¿En qué zonas de las Repúblicas Populares ha luchado?

Desde el otoño de 2014 hasta marzo de 2015, en Debaltsevo. Después, en la zona de Bajmutka. Nunca he cambiado de unidad. Desde el primer día hasta ahora, siempre he estado en Prizrak.

¿Con qué famosos y populares comandantes de Novorrusia ha convivido en el frente?

Incluso antes de llegar a Donbass, ya trabajaba en el suministro de equipamiento para las milicias, así que conocía bien a Mozgovoy, Dremov y Batman.

Sobre el alto el fuego. ¿Cómo se recibió y cómo se lleva en general “Minsk”?

En general, de forma negativa. Hay que acabar esta guerra lo antes posible. Pero, por otra parte, este conflicto no tiene una solución militar y es posible que la presión política a la junta ucraniana resulte ser más efectiva.

¿Qué pronóstico cree que se puede dar para Donbass en su opinión?

No me gustaría hacer ningún pronóstico, porque el futuro de Donbass dependerá de demasiadas variables desconocidas. Pero, por supuesto, espero lo mejor: la victoria y la independencia para las repúblicas.

Finamente, ¿será capaz de emerger la verdad del pueblo después de todas las pruebas y tragedias?

Eso ya solo depende de nosotros.

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