sábado, 15 de agosto de 2015

Obama bloquea liberación de preso agonizante en Guantánamo

La Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, ha ordenado a un juez federal que no permita la liberación de un preso de Guantánamo que lleva más de 8 años en huelga de hambre.

El estado de salud del prisionero yemení Tariq Ba Oda es descrito como alarmante por sus abogados, quienes advierten de que corre riesgo inminente de muerte. Tras ocho años de huelga de hambre, su peso corporal se ha reducido a 33,5 kg.

Nos decepciona profundamente esta instancia secreta. Es un claro intento de ocultar el
hecho de que el proceso de la Administración de Obama para cerrar Guantánamo entre distintas agencias es un caos, declaró ayer Omar Farah, abogado del preso yemení Tariq Ba Oda
Sin embargo, el Departamento de Justicia bloqueó ayer viernes la liberación inmediata de Ba Oda mediante un documento de contenido secreto, entregado a un tribunal de Washington cuando el plazo para hacerlo estaba a punto de expirar.

“Nos decepciona profundamente esta instancia secreta. Es un claro intento de ocultar el hecho de que el proceso de la Administración de Obama para cerrar Guantánamo entre distintas agencias es un caos”, ha declarado Omar Farah, abogado de Ba Oda, citado hoy sábado por el corresponsal del diario británico The Guardian.

Los abogados del preso, de 36 años, denuncian la incapacidad de Obama para controlar la creciente división en su Administración, así como su impotencia para cumplir su promesa de cerrar la prisión de la bahía de Guantánamo, en territorio ocupado cubano, antes de abandonar el cargo en 2017.

Ba Oda ha estado encarcelado sin cargos, bajo sospechas de pertenencia a la banda terrorista Al-Qaeda, desde 2002. Aunque se ha autorizado su traslado a Yemen, la situación creada por la agresión saudí, iniciada hace ya más de cuatro meses, hace que no se esté enviando a ningún prisionero al país árabe.

El preso yemení ha estado protestando con huelga de hambre por su encierro indefinido desde febrero de 2007, y la Administración estadounidense lo alimenta a la fuerza con líquidos para impedir su fallecimiento.

“Lo único que tiene que decidir el presidente es si ejercer o no su facultad discrecional para no oponerse a la moción y liberar al Sr. Ba Oda para que no muera”, dijo Farah, miembro del Centro por los Derechos Constitucionales (CRR, en sus siglas inglesas). 

La Administración de Obama espera “cortocircuitar” en el Congreso la oposición de los republicanos, que han bloqueado hasta ahora el cierre de la cárcel.

El 22 de julio, el portavoz de la Casa Blanca Joshua Earnest declaró que Washington ha estado enviando lentamente a distintos presos a sus países natales o a terceros países, y podría trasladar a algunos a suelo estadounidense, en caso de cerrar Guantánamo.

El envío a Estados Unidos suscita, sin embargo, la oposición de los republicanos, y algunos legisladores han tratado de detener todos los traslados fuera de Guantánamo, alegando que tales movimientos podrían provocar atentados terroristas.

La prisión militar fue dispuesta por el Pentágono tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 para retener allí a personas bajo sospecha de pertenecer a Al-Qaeda o al grupo Talibán. Muchos presos han recurrido a huelgas de hambre para protestar por las condiciones en que se hallan en la cárcel.

mla/ktg/msf

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