Las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk ven una peligrosa provocación en los bombardeos de Marinka que podría llevar a la guerra.
“Estas provocaciones pueden llevar a una guerra”, dijo el ministro de Defensa de la RPD, Vladímir Kónonov.
Indicó que los militares ucranianos acusarán a las milicias de los ataques al territorio de Marinka.
“Pero Marinka ya está bajo nuestro control”, aseguró.
Kónonov cifró en 15 el número de muertos en la RPD desde el inicio de los bombardeos de la línea de separación en Donbás.
"Hasta el momento, hemos tenido 15 muertos", dijo al añadir que las "provocaciones" comenzaron anoche, a las 3.45 hora local.
Precisó que las víctimas mortales son tanto milicianos, como civiles.
A su vez, el subcomandante del Estado Mayor de la RPD, Eduard Basurin, comentó que la RPD se reserva el derecho a responder a las violaciones del alto el fuego.
"Estamos a favor de una solución pacífica, pero nos reservamos el derecho a tomar las correspondientes medidas en caso de una agravación (del conflicto)", dijo.
El dirigente miliciano acusó a las fuerzas ucranianas de violar dos párrafos de los acuerdos de Minsk y de desplazar la línea de separación hacia las posiciones de la RPD.
También negó que las milicias estén intentando lanzar una ofensiva cerca de la ciudad de Donetsk, tal como afirmó el Gobierno ucraniano.
"Nosotros no llevamos a cabo una ofensiva, tan solo tomamos medidas pertinentes para prevenir un mayor genocidio del pueblo de Donbás", afirmó Basurin.
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