Las organizaciones sociales y civiles de varias regiones del sur de Perú convocaron el sábado a un paro general de 48 horas contra el proyecto minero Tía María, motivo de protestas en la provincia sureña de Islay.
Una asamblea de organizaciones de Arequipa, Puno, Moquegua, Tacna, Cusco y Apurímac rechazó una pausa de 60 días abierta para dialogar sobre la viabilidad de ese proyecto y acordó paralizar labores en todo el sur de Perú los días 27 y 28 de mayo.
La decisión fue tomada durante una reunión de más de cuatro horas de líderes sindicales en la ciudad de Arequipa, ubicada a mil 25 kilómetros al sur de Perú, donde analizaron las medidas que iban a tomar respecto a ese polémico proyecto, de la Southern Copper Corporation, filial del Grupo México.
Los dirigentes además aseveraron que la protesta también está direccionada en rechazo a la gestión del presidente de Perú, Ollanta Humala, y puede convertirse en una huelga indefinida a partir del próximo mes de junio.
El presidente de la Junta de agricultores del valle del Tambo, Jesús Cornejo, declaró que los huelguistas no están de acuerdo con la suspensión de Tía María y exigen la cancelación definitiva, por ser una amenaza para el medio ambiente y el agro de la zona.
Además manifestó que el paro indefinido en Islay y la región de Cocachacra, en el citado valle arequipeño, continuará hasta que Humala pida perdón al valle del Tambo por no poder cumplir su compromiso de respetar la decisión del pueblo y agregó que asistirán si son llamados por el Gobierno para dialogar.
Esto se produjo un día después de que la operadora Southern Copper anunciara una pausa de 60 días en la ejecución de este polémico proyecto.
El anuncio se dio poco después de que Humala descartara que su Gobierno fuera a suspender el proyecto de manera unilateral y pidiera a la empresa que determine acciones de acercamiento con los indignados lugareños de Islay.
Desde el pasado 23 de marzo, cuando los peruanos de la provincia de Islay dieron comienzo a una huelga indefinida, al menos tres personas perdieron la vida como consecuencia de los choques tras la intervención de la policía.
El 22 de abril Victoriano Huayna, de 61 años, fue abatido a tiros por la policía. El otro incidente ocurrió el 5 de mayo: Henry Checlla, de 35 años, murió en las confrontaciones entre la policía y los manifestantes. El 9 de mayo, un suboficial de la Policía Nacional perdió la vida tras haber resultado gravemente herido durante unas manifestaciones.
Las autoridades también señalaron que alrededor de 100 policías resultaron heridos en las jornadas de protestas. Hasta ahora los diálogos entre los campesinos y el Gobierno no han dado resultados, según asegura la agencia venezolana TeleSur.
El pasado miércoles, el presidente peruano llamó al pueblo a mantener la calma y a allanar el terreno para dialogar, además de adelantar la posibilidad de decretar el estado de emergencia, si continúan los disturbios.
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