viernes, 24 de abril de 2015

Voentorg occidental para el ejército ucraniano

Petro Poroshenko y el embajador Geoffrey Pyatt
 reciben a los instructores estadounidenses
El Gobierno de la República Popular de Donetsk ha denunciado el aumento del número de instructores militares en el territorio controlado por Ucrania.
Ahora mismo hay un gran número de instructores de diferentes países. Por ejemplo, 200 personas han venido de Canadá, hay ingleses y otros. Ahora hay, de forma legal, más de un millar de instructores militares que no luchan, sino que entrenan a otros a hacerlo. Y esto
es sin contar instructores ilegales, mercenarios o agentes especiales”, afirmó Andrei Purgin, presidente del parlamento de la RPD, al corresponsal de “RG”. A juzgar por sus palabras, especialistas extranjeros entrenan a miembros de grupos subversivos y batallones territoriales, por lo que sus manos ya están manchadas de sangre.
También hay presencia de mercenarios que participan directamente en la lucha del lado de las fuerzas ucranianas. Principalmente provienen de Georgia y forman parte de los batallones territoriales, algo que, por otro lado, es contrario a la legislación ucraniana (Se habla estos días de que el parlamento ucraniano pretende aprobar una ley que legalice la presencia de mercenarios-Ed). ¿Quién paga sus salarios? Eso no lo sé. Porque los batallones territoriales viven básicamente de abusar y robar”, dijo Andrei Purgin.
Es preciso recordar que, horas antes, se había hablado también de la presencia de 70 mercenarios de la empresa estadounidense “Academi” en Volnovakha.
Según datos disponibles, en un territorio controlado por el ejército ucraniano, concretamente en Volnovakha, se ha revelado la presencia de 70 miembros de la empresa militar privada “Academi”, antes conocida como “Blackwater”, afirmó Eduard Basurin, representante del ministerio de defensa de la RPD. Basurin explicó también que los mercenarios de esta compañía siguen órdenes del Departamento de Estado de Estados Unidos para introducir ilegalmente armas en zonas calientes.
El aumento de la presencia militar extranjera va haciéndose más evidente, por lo que la situación comienza a asimilarse al guión de la guerra de Corea. Como ocurre en el caso del apoyo ruso a la DPR y LPR, el trabajo del voentorg americano de apoyo a sus aliados y satélites tiene dos vertientes: legal e ilegal.
De forma legal se observa:
  1. Presencia de instructores para entrenar a oficiales y personal en maniobras y ejercicios.
  2. Entrega de información de los satélites estadounidenses supuestamente con una resolución rebajada.
  3. Entrega de equipamiento (chalecos antibalas, cascos).
  4. Entrega de equipamiento especial (aparatos de imagen térmica, gafas de visión nocturna)
  5. Entrega de tecnología específica (radares contra artillería, equipamiento de guerra electrónica, blindados)
  6. Concentración de unidades mecanizadas del ejército de Estados Unidos en Europa del este.
En cuanto a las acciones fuera de la legalidad:
  1. Presencia activa de compañías militares privadas (Academi, ASBA Otago, Greystone, Green Groop)
  2. Entrega ilegal de armas ligeras procedentes de Europa (este y oeste)
  3. Entrega ilegal de blindados procedentes de Europa del este.
  4. Despliegue de infraestructura de información e inteligencia sobre la base de los antiguos cuerpos de inteligencia del Estado o infiltrados en organizaciones internacionales como la OSCE.
  5. Trabajo de instructores y asesores militares cuya presencia en Ucrania no se haya anunciado oficialmente.
Por el momento no hay evidencia de:
  1. Entrega de artillería del este de Europa.
  2. Entrega de blindados de Europa occidental.
Los principales canales de distribución de ayuda militar extranjera:
  1. Los aeródromos del sureste de Ucrania, preparados para el suministro y transporte de personal militar estadounidense.
  2. Los nudos ferroviarios del oeste de Ucrania, preparados para el transporte ferroviario de munición del este de Europa.
  3. Los aeródromos del centro y oeste del país pueden recibir entregas ilegales de equipamiento y tecnología y también personal –instructores, inspectores y observadores- de forma legal.
  4. El puerto de Odessa se utiliza para entregas irregulares de armamento por mar y comercio ilegal de armas.
Los principales países involucrados en el apoyo a la junta son Polonia y Estados Unidos.
El objetivo principal de ese apoyo militar es mejorar la capacidad de combate del ejército ucraniano y aumentar así el nivel de control del proceso de la guerra. Por lo tanto, los principales cambios estructurales del ejército no están ligados al suministro de armamento (que en realidad suele estar anticuado) sino que los cambios en la logística organizativa, de información y estructuras de comando buscan aumentar la efectividad del ejército ucraniano.
En general, la situación de la presencia militar extranjera continúa evolucionando y haciéndose más sistemático. El voentorg extranjero puede empezar a dar fruto en julio-agosto. En esta fase, el proceso de transformación interna es lento debido a lo inadecuado de las estructuras organizativas y el bajo nivel de las estructuras de mando, con un alto nivel de corrupción, escasa comprensión de los requerimientos de la guerra por parte de una parte significativa del cuerpo de oficiales y bajo nivel de instrucción técnica del personal, importante cuando se trabaja con equipamiento al que no se está familiarizado.
Pero no conviene hacerse ilusiones: es un problema que se puede solventar y es lo que los instructores y asesores militares están haciendo ahora mismo. Estados Unidos y sus aliados tratan de cambiar el curso de la guerra a base de reformar el ejército ucraniano y adaptarlo a sus necesidades. No necesitan luchar en el frente, por lo que en esta fase de la guerra es improbable que veamos soldados estadounidenses cerca de la línea del frente y equipamiento o soldados solo aparecerían en caso de un escenario más complejo que suponga la división de Ucrania.
Este elevado y semi-legal voentorg refleja la línea de la administración Obama, dirigida, en principio, a una confrontación extendida en el tiempo y sin participación militar directa de Estados Unidos. Los halcones tratan de añadir el suministro de armamento letal y una mayor participación del Pentágono en la guerra. Todo ello ocurre en el marco de una confrontación baja-moderada en la que ambas partes usan activamente artillería pesada y tanques y que continúa vigente desde su inicio el 12 de abril, incumpliendo así el primer punto del acuerdo de alto el fuego. La supuesta “retirada de armamento pesado” tampoco se respecta íntegramente. A la larga, la presencia militar extranjera puede gradualmente cambiar la naturaleza de la guerra, que se hace más sistémica, organizada y centralizada en los dos bandos. Ya no es una guerra entre la milicia y un ejército ucraniano parcialmente descompuesto. Es una guerra entre ejércitos regulares que continúan recibiendo entrenamiento de instructores y asesores militares.

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