lunes, 16 de marzo de 2015

La dosis

Según recoge RIA-Novosti, Ucrania recibirá este año un total de $10.000 millones, tal y como anunció el jueves el jefe de la misión del FMI en Ucrania, Nikolay Georgiev.

En total, el FMI aportará $17.500 millones en el marco del programa de apoyo a la economía ucraniana. A esta cantidad se sumará la reestructuración de la deuda de $15.000 millones y la aportación de los países del G-7 por valor de $7.500 millones.

Según el informe del FMI, el motivo de la expansión del plan original es el conflicto en el este del país, por el que la economía “ha sufrido serios daños en forma de pérdida de suministro de productos y depreciación de la moneda”.

El 12 de febrero, la directora general del FMI, Christine Lagarde, afirmó que la cantidad total de asistencia financiera a Ucrania sería de $40.000 millones. Esta cantidad será entregada a lo largo de cuatro años y provendrá de múltiples fuentes.

El año pasado, la deuda externa de Ucrania alcanzó los $30.000 millones, lo que supone la cuarta parte del Producto Interior Bruto del país. El primer ministro Yatseniuk afirmó en anteriores ocasiones que Kiev se enfrenta a $11.000 millones en pagos de deuda a lo largo de 2015. Mientras tanto, las reservas de moneda extranjera han caído a $5.600 millones.

Como era de esperar, se ha dado al adicto otra dosis, por lo que aquellos que advertían de una inminente suspensión de pagos de Ucrania en otoño, invierno y primavera tendrán que guardar sus anticipados comunicados sobre el tema del colapso inminente.

Mientras siga siendo de alguna utilidad, la junta seguirá recibiendo apoyo, aunque tan solo sea el suficiente para que sea capaz de cumplir con las tareas requeridas por sus jefes. El revelador comentario de Yatseniuk, que afirmó que la población ucraniana debe pensar en las futuras generaciones parece una cínica burla, ya que es evidente que a la actual generación de ucranianos no le espera nada bueno y que el peso de la deuda continuará aumentando progresivamente y pasará de generación en generación.

Sin dinero sería extremadamente complicado para Kiev continuar con la guerra, ya que en caso de que fracasaran los préstamos del extranjero, la economía se colapsaría en medio de la batalla. Ahora, tras haber recibido otra dosis, puede estar preparándose para lo que llevó a la junta al poder.

También es preciso recordar que esa nueva ayuda financiera de Occidente permitirá a la junta estabilizar la situación en los mercados financieros y prepararse de forma más completa para la próxima fase de la guerra. Junto a estas concesiones a Ucrania, Francia ha recibido también su recompensa por seguir las órdenes en el tema de los Mistral. Para que Hollande no sufra demasiado, Estados Unidos planea comprar un transatlántico al mismo astillero en el que se construyeron los Mistral rusos, lo que tranquilizará al siempre vacilante Hollande.

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