jueves, 5 de febrero de 2015

La doble moral de Kiev detrás de la propuesta de alto el fuego

Deinego y Pushilin, representantes de la RPL y RPD, tras
el fracaso de la última reunión de Minsk
“Hoy (3 de febrero), he recibido una notificación oficial del mayor-general A. Rozmaznin, jefe de grupo de la parte ucraniana del Centro de Control y Monitorización Conjunto (JCCC por sus siglas en inglés-Ed) con una petición que esencialmente se resume en la introducción de un “régimen de silencio” en las ciudades del área de Debaltsevo (Debaltsevo, Uglegorsk, Svetlodarsk, Mironovsky) para proceder a la evacuación de la población civil. El general nos pide observar un alto el fuego mutuo el 3 de febrero entre las 10:00 y las 17:00 hora de Kiev.

Esta llamada parece inusual y causa algunas preguntas. La primera y más importante es por qué es necesario cumplir con un régimen de silencio solo en la caldera de Debaltsevo. ¿No será para que las Fuerzas Armadas de Ucrania, la Guardia Nacional y los batallones voluntarios puedan abandonar la zona? Si el comando ucraniano está, de repente, tan preocupado por el destino de la población civil en Donbass, las autoridades de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk llevan ocupándose de la población civil desde el inicio del conflicto. Después de todo, son los representantes de la RPD y la RPL los que a diario ayudan a evacuar a la población civil de la zona de conflicto, incluyendo una de las ciudades mencionadas en la lista del mayor-general Rozmaznin. Según la RPD, hoy mismo se ha evacuado a más de 200 mujeres, niños y ancianos.

El repentino interés humanitario de Kiev es sorprendente. Por una parte, ruegan un alto el fuego en una zona en la que las tropas ucranianas están sitiadas, y por otro continúan bombardeando otras ciudades y pueblos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk: Donetsk, Lugansk, Gorlovka, Dokuchaevsk y otras muchas ciudades. La lista aumenta a diario.

Por ello, tenemos una contrapropuesta para Kiev. Con el objetivo de preservar las vidas de la población civil de Donbass, Poroshenko debe ordenar el cese de todo ataque a lo largo de toda la línea de demarcación hoy mismo y trasladar esa orden al Ejército Ucraniano, a la Guardia Nacional y a los batallones voluntarios. Entonces no será necesario evacuar a la población civil. Por el contrario, será posible reconstruir las viviendas y la infraestructura destrozada durante la ofensiva ucraniana de enero. Por nuestra parte, no dimos orden de atacar y menos de bombardear zonas civiles.

Además, me gustaría añadir el hecho de que el mayor-general Rozmaznin remitiera su petición refiriéndose a mí como “representante autorizado de Lugansk”. Es extraño. En lo que se refiere a las consultas del Grupo de Contacto en Minsk, el expresidente Leonid Kuchma no nos consideró a mi colega Denis Pushilin y a mi representantes legítimos. Pero ahora, cuando es necesario proteger al Ejército Ucraniano, la Guardia Nacional y los batallones voluntarios, están completamente satisfechos con nuestras credenciales. Es un enfoque extraño, muy selectivo. Cuando beneficia a Kiev, se reconocen nuestras credenciales, pero cuando no reporta beneficio, se consideran insuficientes.

Estamos en contra de ese enfoque selectivo y en contra de la doble moral. Kiev debe decidir si quiere guerra o quiere paz. Si quiere la paz, entonces Poroshenko debe hacer pública la orden de alto el fuego. Entonces podremos volver a la mesa de negociación y la población civil de Donbass podrá reconstruir lo que se ha destruido. Pero si Kiev elige la guerra, que no piense que vamos a sucumbir a los engaños del comando ucraniano y dar al Ejército Ucraniano, a la Guardia Nacional y a los batallones voluntarios la ocasión de abandonar el territorio  ahora con el único objetivo de que puedan atacarnos otra vez”.

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