martes, 20 de enero de 2015

La escalada de violencia continúa

El parte de guerra del domingo 18 de enero demuestra que el día de ayer fue, probablemente, el día más complicado desde la firma de los acuerdos de Minsk, que debían haber dado paso a una fase política del proceso. A falta de datos oficiales, pudieron haber perdido la vida hasta 30 civiles, mientras que los datos de bajas entre los soldados de ambos bandos son aún más confusos.

La falta de negociación y la consecuente escalada en la tensión finalmente explotaron la semana pasada, cuando ante la falta de avance en el proceso político y la continua artillería contra ciertos barrios de la ciudad, la milicia de la República Popular de Donetsk lanzaba una ofensiva para capturar la nueva terminal del aeropuerto, aún bajo control ucraniano.

Sin llegar a reconocer la pérdida de la terminal nueva del aeropuerto, el asesor presidencial Yuri Biriukov anunciaba por la mañana en su perfil de Facebook la orden, recibida directamente del presidente, de disparar fuego masivo contra todas las posiciones conocidas de los separatistas e insinuaba el uso de misiles balísticos de corto alcance Tochka-U.

Tras varios días de intensos combates que han dejado un aún por determinar número de víctimas y grandes destrozos en la infraestructura pública y en las zonas residenciales de Donetsk y de Gorlovka, gran parte de la prensa informa de que Ucrania ha recuperado el control del aeropuerto. CNN, Reuters o Al Jazeera, informando, todos ellos desde Kiev o con información de agencias, lo dan por hecho, mientras que BBC matiza la imposibilidad de comprobar los informes ucranianos y da a entender que Ucrania ha recuperado parte del aeropuerto.

Ucrania, sin pruebas gráficas que lo confirmen, afirmaba ayer haber recuperado la práctica totalidad del aeródromo, algo que niegan tanto las milicias como los periodistas sobre el terreno. Incluso Oliver Carroll, desde Donetsk y con fuentes ucranianas que en días anteriores habían afirmado que mantenían el control de la nueva terminal del aeropuerto, informa hoy de que, según sus contactos en los alrededores del aeropuerto, la zona sigue estando disputada. En cualquier caso, Ucrania moderó por la noche las aspiraciones de su ofensiva e informó del éxito de la misión, que para ese momento se limitaba ya a rescatar a muertos y heridos, que posteriormente fueron trasladados a Dniepropetrovsk, Kharkov y Odessa, lo puede indicar un elevado número de bajas en los últimos días de intensa batalla. Por ahora, lo único realmente claro es que la artillería ucraniana continúa disparando contra ambas terminales del aeropuerto y solo unos pocos periodistas están en disposición de comprobar las informaciones que Kiev ofrece sin prueba alguna.

Tras un día en el que Ucrania reanudaba sus bombardeos aéreos, el servicio de prensa del presidente ruso Vladimir Putin informaba de que el presidente ucraniano Petro Poroshenko había rechazado el plan de que ambas partes retiraran la artillería pesada. “Lamentablemente, la parte ucraniana no sólo rechazó el plan sugerido y no adelantó su propias propuestas, sino que comenzó nuevamente las acciones militares”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.

El domingo, mientras la artillería ucraniana golpeaba con fuerza Donetsk o Gorlovka, y ante
miles de personas que se manifestaban por la paz en una marcha abiertamente inspirada en la marcha de unidad contra los asesinatos de París de la semana anterior, el presidente ucraniano afirmaba que Ucrania está “más unida que nunca” y abogó por no ceder ni un metro más de tierra ucraniana y por recuperar Donbass. Ocupado el Gobierno con la marcha por la paz que había organizado, la respuesta ucraniana a la propuesta rusa ha llegado esta mañana.

Según recoge Ria Novosti, el plan ucraniano sugiere volver a los plazos acordados en anteriores reuniones del Grupo de Contacto Trilateral, que supone dos días de alto el fuego, cinco días de retirada de armamento pesado y retirada de tropas de la línea de demarcación especificada en Minsk en un plazo de 21 días.

El plan, en realidad una admisión implícita de que la reciente ofensiva no ha logrado los objetivos deseados, viene acompañado de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores en el que el ministro Pavlo Klimkin recuerda los puntos clave del acuerdo de Minsk según el lado ucraniano: alto el fuego, retorno del control de la frontera a Ucrania y retirada de tropas y mercenarios extranjeros. En línea con sus tweets de sus últimos días, Klimkin culpa de la situación a Rusia y sigue manteniendo que Ucrania no ha violado el alto el fuego.

En su rueda de prensa de ayer, Lysenko, portavoz del ejército ucraniano, argumentaba que con su ofensiva de ayer, Ucrania no violaba el alto el fuego ya que solo buscaba recuperar el aeropuerto de Donetsk, que según la línea de demarcación (que en realidad aún no ha sido completamente definida) corresponde a Ucrania. Aunque así fuera, algo que Rusia niega, nadie aclara por qué la artillería y la aviación debía bombardear Gorlovka para recuperar el control del aeropuerto de Donetsk. Mientras tanto, la artillería ucraniana sigue disparando contra zonas residenciales, hoy ha alcanzado un hospital en la ciudad, y la batalla continúa en otras zonas, principalmente en Pesky, Avdeevka, Debaltsevo y los alrededores de Mariupol.

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