Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han rechazado este domingo sus vínculos con el narcotráfico y han recalcado su carácter revolucionario al Gobierno de Bogotá.
“Somos rebeldes no narcotraficantes (...) Nunca hemos admitido ni admitiremos ser narcotraficantes”, ha respondido esta guerrilla al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien la había categorizado como una organización que se dedica a los narcóticos.
Al subrayar en la complejidad de este fenómeno, las FARC han destacado que uno de sus objetivos revolucionarios es encontrar una solución para este problema global, además de combatir las verdaderas redes narcotraficantes y criminales transnacionales en el país.
Han agregado en su comunicado que los integrantes de la guerrilla siempre han planteado y asumido “el debate público sobre el fenómeno del narcotráfico, como un problema social y global, que requiere del concurso de las naciones del mundo para su solución”.
Asimismo, han acusado a Bogotá de lucrarse de este comercio ilegal, recordando que Álvaro Uribe director de la Aeronáutica Civil entre enero de 1980 a agosto de 1982, concedió cientos de licencias para circulación de aeronaves y pistas de aterrizaje de capos del narcotráfico.
De igual manera, las FARC han acusado al mandatario colombiano de tergiversar la imagen de ese organismo tanto dentro de las fronteras colombianas como fuera de sus límites con la del narcotraficante, en lugar de apoyar el proceso de las conversaciones de paz bilateral.
Las FARC han advertido que semejantes acusaciones no coadyuvarán en alcanzar a una reconciliación nacional, y han reiterado que la guerrilla considera este negocio “capitalista nocivo“.
Cabe mencionar que el conflicto armado que azota a Colombia desde hace medio siglo ha dejado al menos 220.000 muertos y más de 5,3 millones de desplazados en este país latinoamericano.
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