Las operaciones estuvieron concentradas en las ciudades de El Arish, Sheikh Zuweid y Rafah, en la primera de las cuales la víspera desconocidos tirotearon un vehículo de la Policía y causaron tres heridos, dos capitanes y un raso, acorde con un parte oficial circulado este lunes.
También este domingo las fuerzas de seguridad mataron a un hombre identificado como un militante islamista y detuvieron a tres, a los que describieron como "los más peligrosos insurgentes de la región".
La desértica península, colindante con la franja de Gaza e Israel, es una de las zonas más pobres de este país y asiento de agrupaciones islamistas, la más activa de ellas Ansar beit Al Maqdis, que ha reivindicado la mayoría de los atentados y ataques contra el Ejército y la Policía desde el año pasado.
Existe constancia de que el Ejército emplea aviación y artillería en sus redadas en el Sinaí.
El pasado día 25, el jefe del Ejército desplegado en el Sinaí, general Mohamed El Shahat, aseguró que las fuerzas de seguridad controlan la zona, aunque admitió la existencia de entidades armadas que hostigan a sus tropas.
Las acciones armadas han disminuido en intensidad, número y efectividad, pero persisten y desde septiembre pasado se han expandido a esta capital y otras ciudades importantes, donde se han reportado atentados dinamiteros y ataques contra miembros de ambos cuerpos armados.
Acorde con un informe circulado por la cancillería egipcia, más de 500 militares y policías de diversas gradaciones murieron en esas acciones o en choques callejeros con miembros de la Hermandad Musulmana, a la que preteñía Morsi.
La proximidad de los comicios presidenciales, programados para fines de mayo, lleva a suponer que los ataques armados y atentados dinamiteros pueden aumentar.
jf/msl PRENSA LATÍNA
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