Al intercambiar opiniones sobre la situación de Crimea y Ucrania, en una conversación telefónica entre los dos presidentes, Fernández y Putin han coincidido en rechazar la política de doble rasero que han mostrado algunos países occidentales al respecto.
Ambos mandatarios han enfatizado, además, la importancia de considerar “en su conjunto las tradiciones nacionales, históricas y culturales de los pueblos” de Rusia y Crimea.
Hace poco, durante su visita oficial a Francia, Fernández, al abogar por la integridad territorial de Ucrania en el contencioso por Crimea, rechazó el doble estándar de las potencias occidentales.
Mediante estas palabras, Fernández hizo una comparación entre el reciente referéndum en Crimea (sur de Ucrania) y el del año pasado en las Islas Malvinas, cuya soberanía es disputada por el Reino Unido y Argentina.
En este sentido, puso en tela de juicio dos reacciones diferentes de Occidente tras el referéndum de Crimea sobre su anexión a Rusia y el de los kelpers en Malvinas.
El pasado 16 de marzo, casi el 97 % de los crimeos que participaron en un referéndum sobre su soberanía votó a favor de la reunificación con Rusia.
El 21 de marzo, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó el decreto legal final, que concluye la anexión de la península de Crimea y la ciudad de Sebastopol a la Federación Rusa, y la formación de dos nuevos territorios federales: Crimea y el puerto de Sebastopol.
En lo tocante a las Malvinas, el Reino Unido ocupó ilegalmente estas islas en 1833 y, desde entonces, se niega a abandonarlas. En los últimos años, Argentina ha llevado, en reiteradas ocasiones, la cuestión de las Malvinas a los foros internacionales, con el objetivo de demostrar su soberanía sobre la región.
Esta disputa sobre las Islas Malvinas llevó a ambos países a librar una guerra de 74 días en 1982, que culminó con la muerte de 649 argentinos y 255 británicos.
mib/anz
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