sábado, 22 de febrero de 2014

Al final las traiciones las pagan los trabajadores y los pueblos

Siempre se ha dicho que España, fue en la época de Franco, una colonia de los EE.UU y nadie lo puede negar, las bases militares del imperio instaladas en territorio español así lo certifica. Y hoy, cuando gobiernan los hijos del franquismo el brillo de la frase se ha vuelto refulgente, la actitud que tuvo Rajoy en relación con el espionaje norteamericano lo prueba sin ningún tapujo. Pero seríamos injustos si ocultásemos que los deseos de la reacción se cumplen no sólo por imposición, también por la traición de los PSOE y PCE que en esta cuestión, como en el derecho a la autodeterminación, colocaron a nuestros
pueblos en una situación vejatoria y peligrosísima para su integridad física.
La llegada de la democracia burguesa, muy lejos de disociarse de los aspectos más negros del franquismo, echó anclas en sus cimientos. Y ese anclaje ha permitido a la burguesía dominar a las clases trabajadoras, prepararse para una posible revolución popular y, cómo no, hacer de los trabajadores carne de cañón de los enemigos de los Estados Unidos. Así como suena.
En 1972, en pleno fascismo, el PCE de Carrillo aceptó la entrada de España en el entonces Mercado Común Europeo(MCE), con la coletilla “cuando se alcance la democracia” y así lo asume en la conformación en la Junta Democrática junto a los representantes de la alta burguesía española.
El 19 Agosto de 1976, el diario El País decía: “El secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, ha contestado públicamente al comentario que el comunicado de la Federación de Partidos Socialistas, publicado en EL PAIS el 11 de agosto. Carrillo señala que desconoce el texto del New York Times a que se refiere la citada declaración, añadiendo que «el Partido Comunista y sus representantes han reiterado muchas veces su actitud, en principio opuesta a todo género de bases militares extranjeras. Pero teniendo en cuenta las realidades de la situación internacional, nuestro Partido está dispuesto a aceptar la de bases americanas en España, en tanto no se llegue a un acuerdo internacional que ponga fin a la existencia de bases militares extranjeras, de uno u otro bloque, en no importa qué país»”.
El 14 de Noviembre de 1977 Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España (PCE), viajó a Estados Unidos - invitado por tres universidades americanas, Yale, Harvard y John Hopkins, de Baltimore - siendo despedido por representantes de la burguesía española en una cena organizada por Antonio Garrigues Walker. Todo el mundo sabe, que la entrada de un comunista en EE.UU está prohibida, pero Carrillo fue admitido para que difundiera entre los hijos de la gran burguesía imperial que el PCE había renunciado al comunismo y que el eurocomunismo europeo no era enemigo de los EE.UU, pues Berlinguer aceptaba a Italia en la OTAN.
En el año 1981, Felipe González anunciaba con su consabida majestuosidad que cuando el PSOE llegue al poder convocaría un referendo para promover la salida de España de la OTAN. En el programa electoral del PSOE se contenía nacionalizaciones, bienestar social, NO a la OTAN y la creación de 800.000 puestos de trabajo. Sin embargo, tras el primer triunfo electoral de dicho partido en el 1982 y nombrado presidente, éste se apresura para notificar a Ronald Reagan, a la sazón presidente de Estados Unidos, que el PSOE no tiene en mente acometer ninguna nacionalización y que continuará al lado de esa nación. En consecuencia, el PSOE se prepara para dar el paso definitivo, pedir el SI a la OTAN, que culmina en el año 1986.
Al ingresar en la OTAN, las bases estadounidenses en España pasan al mando de la OTAN por prescripción imperial. Pero ¿quién manda en la OTAN?
Las posiciones de los traidores respecto de la OTAN y la UE (MCE) tienen hoy su continuación en la más cruel expresión clasista: el gobierno de Rajoy recibió este martes al navío USS Donald Cook, el primero de los cuatro destructores estadounidenses que arribará a la base naval de Rota (Cádiz) como parte del escudo antimisiles de la OTAN. Mas la cosa no queda ahí, simultáneamente se incrementa la presencia de marines norteamericanos en la Base de Morón, que cuesta el despido de trabajadores españoles.
Lo significativo es que el estado español, por obra y gracia de un proceso de traiciones que culmina con la política militarista del PP, coloca a los trabajadores y a nuestros pueblos en blanco seguro de los enemigos de los EE.UU, el cual se está armando y dando pasos como si de una guerra mundial se tratase: Rumores de golpe de Estado en Venezuela, ‘revolución’ naranja en Ucrania, guerra sucia en Oriente Medio, Escudo antimisiles en Europa, etcétera. Todo ello es, sin duda, una provocación a los países emergentes en donde China y Rusia están haciendo acopio militares en “prevención”.
Pero las traiciones no vienen solas, la entrega total y absoluta del PSOE y del PCE durante la llamada “transición” han situado también a las naciones bajo el dominio del estado español en la ilegalidad, convirtiendo al imperialismo en guardián del orden constitucional y dando poderes al ejército español para invadir Cataluña, País Vasco y a cualquier pueblo que exija el derecho a la autodeterminación en nombre de la ley. Así pues, la constitución burguesa, con la anuencia de los traidores (PSOE, PCE-IU) se alza por encima de un derecho reconocido universalmente.
Dice el Dr. Roberto Viciano Pastor, Catedrático de Derecho Constitucional Universitat de València, que:
“En 1978 desde la extrema izquierda hasta determinados sectores de la Democracia Cristiana reconocían el derecho de autodeterminación de todos los pueblos de España. Sin embargo, y a pesar de que partidos como el PCE y el PSOE lo recogían en sus programas políticos, dichas fuerzas políticas se opusieron a su constitucionalización”. Y no fue por falta de oportunidades ni por ausencia del debate entre los “padres” de la Constitución. El Diputado de Euskadiko Ezquerra, Sr. Letamendia realizó una propuesta para incorporar un proceso hacia el derecho a la autodeterminación; sin embargo de 25 votantes, incluidos Solé Turá (PCE) y Peces Barba (PSOE), tan solo el representante del PNV votó favorablemente, todos los demás lo hicieron en contra:
“El Sr. Solé Tura (PSUC) argumentó que pese a la importancia del concepto de autodeterminación para los marxistas “el planteamiento de una enmienda de este tipo es puramente ideológica, y aquí no estamos haciendo una Constitución ideológica... “
“El Sr. Peces Barba (PSOE) explicó que “en el XXVII Congreso del Partido (socialista) está recogido el tema del derecho a la autodeterminación; lo que ocurre es que nosotros lo entendemos de una manera totalmente diferente a como lo entiende el Sr. Letamendia. El derecho a la manifestación de la voluntad de una determinada comunidad en el marco de un Estado Federal es el planteamiento y el sentido de la autodeterminación del Partido Socialista Obrero Español. La autodeterminación es planteada en el Derecho Internacional para los pueblos colonizados, sometidos a la soberanía de otros Estados. Tener en cuenta la aprobación del texto del Sr. Letamendia supondría aceptar que el pueblo vasco es un pueblo colonizado... y nosotros no podemos hacer esa ofensa al pueblo vasco”.
¿Acaso la existencia de una constitución que impide a un pueblo expresarse libremente sobre su destino, no significa la imposición por la fuerza de un criterio tan importante como la identidad de dicho pueblo, por otro? ¿Acaso si Cataluña, el País Vasco u otro, deciden ser dueños de sus propios destinos, no legaliza esa misma constitución la intervención militar?
Como dijimos al comienzo, AL FINAL LAS TRAICIONES LA PAGAN LOS TRABAJADORES Y LOS PUEBLOS.
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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