Andrés Thomas Conteris, estadounidense de madre argentina, miembro del grupo “Cerrar Guantánamo” de los EEUU, llevó a cabo una inusual protesta frente a la Embajada Norteamericana en Buenos Aires – Argentina.
En su reclamo por el cese de las torturas en la cárcel que los EEUU mantienen en territorio usurpado a Cuba, considerando que la alimentación forzosa a los presos en huelga de hambre en dicha prisión, que se lleva a cabo a través de la colocación al prisionero de una sonda nasogástrica, es una violación sistemática a los derechos individuales y por lo tanto una forma de seguir torturándolos, Andrés Conteris, sentado y atado a una silla de ruedas, con traje de prisionero color naranja (similar a los usados en Guantánamo) se hizo colocar una sonda y fue alimentado de igual manera que los presos.
De ésta manera, al cumplir 93 días de ayuno en solidaridad con los presos de Guantánamo, repitió en Buenos Aires la ilustración de lo que significa ser alimentado por medio de una sonda, como ya lo llevara a cabo frente a la Casa Blanca en Washington y el pasado 4 de octubre en Montevideo, Uruguay, teniendo programado hacerlo también en Sao Paulo, Brasil, el 11 de octubre y en Santiago de Chile el 15 de octubre, completando una gira latinoamericana de protesta.
Recibió el apoyo del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien le escribiera dándole “todo el apoyo solidario en el reclamo del cierre de la cárcel de Guantánamo, en territorio ocupado de Cuba por los EEUU, y poner fin a las torturas del gobierno de Obama y reclamar se cumpla su promesa de cerrar las cárceles y terminar la guerra en Medio Oriente”
También adhirieron al acto de protesta miembros de Madres de Plaza de Mayo (línea fundadora), Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas, Familiares de Detenidos en Cárceles Federales, ACiFaD y Servicio Paz y Justicia.
Conteris relató en la improvisada conferencia de prensa, que de los 164 presos en Guantánamo, 84 han sido declarados inocentes, pero se les niega la libertad, mientras se da la situación de que 46 presos nunca serán juzgados debido a que las confesiones que los involucra (para los norteamericanos) fueron arrancadas bajo tortura, por lo que están presos pero sin proceso y sin juicio posible.
Con el edificio de la Embajada a sus espaldas donde flameaba la bandera de las estrellas y las barras, Conteris reclamo una vez más la finalización de la tortura, le cierre de la prisión y la devolución del territorio de Guantánamo, ilegalmente ocupado, a Cuba.
Resumen Latinoamericano
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