La semana próxima se pretende montar un peligroso show anticubano en la Audiencia del Subcomité del Hemisferio Occidental, capitaneado por los intolerantes representantes de la mafia cubano americana, con Ileana Ros-Lehtinen a la cabeza. El manido argumento, que contradice decenas de apreciaciones de altos jefes de las fuerzas armadas norteamericanas, es revivir la matriz de opinión de que Cuba representa una amenaza para la seguridad nacional de EE UU.
La propia Loba Feroz, declaró a la prensa: "No se ha prestado suficiente atención a la proliferación de las actividades del régimen de Castro y la amenaza muy real que representa a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos".
La congresista, quien preside actualmente el Subcomité de Oriente Medio y África del Norte, tratando de desviar la atención de las fuertes tensiones en esa región y la muy criticada actitud de la Casa Blanca, dirige ahora sus cañones hacia la pequeña isla del Caribe, en una enfermiza obsesión anticubana. El próximo jueves usará cualquier tipo de artimaña, sucias especulaciones e infundadas acusaciones para lograr que este foro condene a nuestra Patria. Sabido es que ella siempre ha apostado por una agresión directa contra nuestro país e intenta, nuevamente, la ocasión para presionar a sus cúmbilas del Congreso.
Con cinismo, la vulgar difamadora continúa con su empeño de acusar a la Isla de patrocinar el terrorismo y que se endurezcan las acciones norteamericanas contra la Revolución invicta. Así las cosas, expresó: "Espero con interés participar en la audiencia del subcomité de la próxima semana sobre las actividades desarrolladas por Cuba, en tanto estado patrocinador del terrorismo. No se ha prestado suficiente atención a la muy real amenaza que representan las actividades castristas para los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos".
Manipulando el caso del buque de Corea del Norte proveniente de Cuba, el cual contenía armamento obsoleto y fue capturado en Panamá, la Ros-Lehtinen busca acciones drásticas a toda costa, arguyendo que Cuba violó supuestas leyes internacionales, impuestas al mundo deliberadamente por los propios Estados Unidos.
Sabiéndose dudosamente triunfadora –cuando su aureola va en franca caída y está a punto de perder su puesto en el Senado, busca fama desesperadamente para mantener su endeble papel protagónico en la guerra sucia contra Cuba y los países del ALBA. Por ello, sin recato, y asumiendo un presuntuoso rol, manifestó: "Espero poder preguntar a los testigos acerca de la cooperación de Cuba con el régimen comunista de Corea del Norte, así como con los regímenes criminales de Irán y Siria. La tiranía de Castro continúa ayudando a enemigos de Estados Unidos y plantea una amenaza a la seguridad que las naciones responsables tienen la obligación de resolver".
Cuba ha sabido defenderse durante décadas de cada sucia patraña, de cada mentira vil y de cualquier intento por cuestionarla. Esta nueva trama anticubana quedará, de antemano, condenada al fracaso y la Loba Feroz tendrá que tragarse la bilis de la derrota.
Nuestros actos soberanos y nuestro apoyo a naciones hermanas no puede ser cuestionado por quien se arroga el papel de hipócrita juez, mientras realiza horribles genocidios y masacres por el mundo, sufraga a criminales terroristas y amamanta artificiales tensiones para mantener su hegemonismo imperial.
Esta señora, como siempre, recibirá la consabida trompetilla del pueblo cubano, que a nada teme, y siempre ha sabido estar presto para la contienda, cargado de heroísmo y dignidad.
La propia Loba Feroz, declaró a la prensa: "No se ha prestado suficiente atención a la proliferación de las actividades del régimen de Castro y la amenaza muy real que representa a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos".
La congresista, quien preside actualmente el Subcomité de Oriente Medio y África del Norte, tratando de desviar la atención de las fuertes tensiones en esa región y la muy criticada actitud de la Casa Blanca, dirige ahora sus cañones hacia la pequeña isla del Caribe, en una enfermiza obsesión anticubana. El próximo jueves usará cualquier tipo de artimaña, sucias especulaciones e infundadas acusaciones para lograr que este foro condene a nuestra Patria. Sabido es que ella siempre ha apostado por una agresión directa contra nuestro país e intenta, nuevamente, la ocasión para presionar a sus cúmbilas del Congreso.
Con cinismo, la vulgar difamadora continúa con su empeño de acusar a la Isla de patrocinar el terrorismo y que se endurezcan las acciones norteamericanas contra la Revolución invicta. Así las cosas, expresó: "Espero con interés participar en la audiencia del subcomité de la próxima semana sobre las actividades desarrolladas por Cuba, en tanto estado patrocinador del terrorismo. No se ha prestado suficiente atención a la muy real amenaza que representan las actividades castristas para los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos".
Manipulando el caso del buque de Corea del Norte proveniente de Cuba, el cual contenía armamento obsoleto y fue capturado en Panamá, la Ros-Lehtinen busca acciones drásticas a toda costa, arguyendo que Cuba violó supuestas leyes internacionales, impuestas al mundo deliberadamente por los propios Estados Unidos.
Sabiéndose dudosamente triunfadora –cuando su aureola va en franca caída y está a punto de perder su puesto en el Senado, busca fama desesperadamente para mantener su endeble papel protagónico en la guerra sucia contra Cuba y los países del ALBA. Por ello, sin recato, y asumiendo un presuntuoso rol, manifestó: "Espero poder preguntar a los testigos acerca de la cooperación de Cuba con el régimen comunista de Corea del Norte, así como con los regímenes criminales de Irán y Siria. La tiranía de Castro continúa ayudando a enemigos de Estados Unidos y plantea una amenaza a la seguridad que las naciones responsables tienen la obligación de resolver".
Cuba ha sabido defenderse durante décadas de cada sucia patraña, de cada mentira vil y de cualquier intento por cuestionarla. Esta nueva trama anticubana quedará, de antemano, condenada al fracaso y la Loba Feroz tendrá que tragarse la bilis de la derrota.
Nuestros actos soberanos y nuestro apoyo a naciones hermanas no puede ser cuestionado por quien se arroga el papel de hipócrita juez, mientras realiza horribles genocidios y masacres por el mundo, sufraga a criminales terroristas y amamanta artificiales tensiones para mantener su hegemonismo imperial.
Esta señora, como siempre, recibirá la consabida trompetilla del pueblo cubano, que a nada teme, y siempre ha sabido estar presto para la contienda, cargado de heroísmo y dignidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade tu opinión sobre este artículo