sábado, 17 de agosto de 2013

¿Cómo adquiere el trabajador conciencia de clase? (I parte)

Todo el mundo ha pensado en algún momento ¿Cómo con lo que está sucediendo no están los trabajadores en la calle? ¿Cómo es posible que se acepten trabajos de un día e incluso de horas y mal pagados? ¿Por qué CC.OO y UGT continúan teniendo más afiliados que ningún otro sindicato? ¿Por qué los trabajadores soportan vejámenes de todo tipo sin rebelarse contra el patrón o contra el jefecillo de turno? ¿Por qué, después de tantos engaños, el pueblo vuelve a votar y además elije a los mismos partidos? Y muchos opinarán que tales conductas obedecen al miedo y si no a una falta de interés.

Sin embargo, se dan circunstancias en estos trabajadores que desdicen tales conclusiones, pues el mismo que agacha la cabeza ante su patrón se le ha visto envuelto en una pelea por el futbol, capaz de llegar a las manos incluso con sus amigos y todavía peor, puede hasta matar por el “equipo de su alma”. Y también, podemos comprobar que la falta de interés es otra condición falsa de quienes no se comportan debidamente como trabajador. Y lo podemos constatar muy fácilmente.

Hablémosle a un compañero con esta “característica” de que hay que cambiar el sistema y construir otro, por ejemplo el socialismo; entonces, como liberándose de una rabia contenida, nuestro interlocutor saldrá destemplado con la cantinela de siempre y nos dirá -¿Para vivir como en Cuba, que es una dictadura, donde los trabajadores no tienen ningún derecho, o en Venezuela, o en Corea…?- Es curioso que aquel que no quiere saber nada de lo que sucede alrededor suya, entre sus vecinos e incluso entre su familia y compañeros de trabajo, resulta ser todo un experto en política internacional. “Conoce” todo lo que ocurre a 5000 kilómetros de su casa.

Así pues, debe de haber algo mucho más serio y científico que explique el comportamiento del trabajador ante las injusticias que se cometen contra él. Pero hay otros casos que también nos desconciertan, tales son los compañeros que luchan, que están en las manifestaciones, que reciben palos de la policía, que no pueden estudiar porque le han subido la matricula, que no pueden formar una familia porque está parado o por no ganar lo suficiente y sin embargo; pese a su valentía frente a los problemas; en cambio, se vuelve en contra tuya si le insinúas que hay que acabar con el capitalismo para solucionar dichos problemas.

Por último, también habremos escuchado alguna vez de quienes tratan de dar una explicación al comportamiento de los trabajadores, que hijos del mismo padre y de la misma madre son diferentes, sin darse cuenta que con ello solo pueden responder a una diferencia de carácter. Porque lo que tienen de común unos y otros en todos los ejemplos que hemos expuesto es la falta de conciencia de clase. Tanto el que lucha, como el que no, pueden estar unidos y de hecho lo están en el objetivo supremo, que en definitiva caracteriza la conciencia de clase, en la defensa inconsciente del sistema capitalista. Todos los trabajadores reflejados en los ejemplos anteriores, sienten el capitalismo como algo suyo y no admite que se cuestione.
(continuará)

COMISIÓN DE COMUNICACIÓN DEL
FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO DE SEVILLA (FUP)

1 comentario:

  1. En este contexto se da la circunstancia de que muchos trabajadores también te dicen que el que capitalista es el que crea los puestos de trabajo y en consecuencia los que dan el trabajo y si se les destruye ¿quién o quiénes va(n) a darnos el trabajo que nos permita ganar el salario necesario para tener una vida digna?
    Seguimos sin darnos cuenta de nada y menos de tener conciencia de clase. Pero lo más triste es que los partidos que se dicen de izquierdas no instruyen a los trabajadores afiliados y allegados sobre este tema tan importante y crucial. No se les explica para nada que es la plusvalía, etc., etc. No quiero pensar que es porque no les interesa crear una verdadera conciencia de clase.

    ResponderEliminar

Añade tu opinión sobre este artículo