lunes, 8 de julio de 2013

Todo es un hecho político

Ayudar al pueblo sirio es un acto de solidaridad. Cuba respalda derecho de soberanía y rechaza las injerencias extranjeras.

De Siria llueven las noticias. Literalmente tanto como la mucha agua que ahora cae sobre La Habana. Es muy difícil entonces discernir prioridades informativas, sin embargo, las que marcan la pauta política se imponen.

De manera que este 7 de junio, la subsecretaria general de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios solicitó para esa nación mediooriental una ayuda de cuatro mil 400 millones de dólares para que pueda enfrentar la grave situación de cara a unconflicto interno que dura dos años, y que les ha dejado demasiadas necesidades y desplazados.


El lector avezado se preguntará sin dudas qué tiene que ver esto con la política si de lo que se trata es de tener recursos para poder comprar medicinas, alimentos y agua. Siria duele. Duele su población desarticulada en su diario vivir. Pues, vean que sí, mucho tiene que ver. Digo con absoluta precisión de analista.
Apenas tres días atrás, el 4 de junio, el Comité de Investigación del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU concluyó en un texto “subidito de tono” que la actual Siria es peor que el Infierno de Dantes. Eso ya es sabido. Lo que no dijo en cambio es que se debe, más que a la actuación del Ejército gubernamental, defensivo de la Patria, por las fechorías sanguinarias de una heterogénea oposición, financiada y apertrechada desde Europa y los Estados Unidos. Y no para mientes en métodos ni objetivos.
En ese sentido fue que el delegado permanente sirio ante el órgano, en Ginebra, Faisal al-Hamwi, exigió objetividad. Según la agenciaPrensa Latina este defendió lo siguiente: “es preciso evitar los continuos errores de condenas a Damasco mediante pesquisas unilaterales, pues siempre se pasan por alto las injustas y unilaterales sanciones impuestas por algunos países árabes y occidentales contra la ciudadanía, con alegatos de amistad de forma hipócrita”.

Y para recalcar el asunto se concentró en analizar la actual condena contra el gobierno de Bashar al Assad por la ofensiva en la ciudad de Qussair. Es evidente que los mercenarios intentan una regionalización, y por ello los grupos terroristas lanzaron centenares de bombas y misiles contra El Líbano.

El candelero de las hostilidades parece a ratos que va a desbordarse con peligros de incendio por doquier, y eso lo perciben las potencias involucradas como Rusia e incluso Estados Unidos. Ambas, lo expresaron verbalmente al reunirse con el enviado de la ONU para Siria, Lakhdar Brahimi. La potente troika concordó, pese diferencias de fondo, que se impone urgentemente un arreglo político. El panorama que se viene encima lo amerita; es extremadamente diabólico.

De cualquier manera los puntos siguen sin colocarse sobre las íes, ya que no todos los observadores coinciden en identificar a los mercenarios y terroristas como los verdaderos causantes del agravamiento de la crisis. No obstante, el presidente sirio y su ejecutivo insisten en declarar su disposición al diálogo.

Los diplomáticos evaluaron además que quizás para julio se pueda convocar a una reunión internacional con vistas a conseguir una solución política del conflicto. El emisario de la ONU, reportó Prensa Latina, adscribe además la necesidad de lograr un acuerdo entre el gobierno y la oposición siria, para poder llevar a vías de hecho una propuesta conocida como acuerdo de Ginebra, emitido hace un año por el llamado Grupo de Acción. Allí se aprobó la propuesta de crear las bases para una transición en Siria, que contempla por supuesto la salida del poder de al Assad, a quien se le acusa de utilizar armas químicas contra la población civil.

Este expediente de supuesta violación no ha logrado imponerse, tal y como ocurrió en Irak, primero y luego en Libia, ya que la falta reales de pruebas, unido a la reticencia de Moscú a darle luz verde ha impedido que la apetencia de la Casa Blanca, de sus socios de la OTAN y de la Unión Europea, tenga curso.

Así y todo no se cansan de manipular a la opinión pública mundial a través de los grandes medios de prensa. En la batalla por contrarrestar sus efectos andamos los verdaderos los amigos.

Por MARÍA VICTORIA VALDÉS RODDA   - Bohemia

El presidente cubano, Raúl Castro, recibió a Mohsen Bilal, enviado especial del mandatario de Siria, Bashar Al-Assad. Según trascendidos en la reunión se consideró el panorama sirio actual. Una nota oficial informó que el Jefe de Estado cubano reiteró el derecho del pueblo sirio al pleno ejercicio de la autodeterminación y la soberanía, sin injerencia ni intervención extranjera.

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