domingo, 28 de julio de 2013

Ante los traidores, UNIDAD

La situación que atraviesa el movimiento obrero es consecuencia de una división provocada por la patronal estimulando listas electorales o impulsando las suyas propias, compuestas en ambos casos, por trabajadores sumisos, desclasados y algunas veces por traidores. Pero la fragmentación es también originada por los sindicatos cuyos dirigentes están comprometidos con la patronal y el gobierno y viven de sus subvenciones. De hecho existen numerosos centros de trabajo donde las listas de CC.OO y UGT, están confecciones por recursos humanos.

Sus efectos han sido demoledores. Cada centro de trabajo se ha visto forzado a dirimir sus problemas en solitario, contra una patronal unida y respaldada por el gobierno y sus leyes, con lo cual, la derrota es siempre segura. Máxime cuando los sindicatos citados solo luchan testimonialmente llevando a los trabajadores al terreno de lo “imposible”, para elegir lo menos malo.

En virtud de esta práctica vergonzosa, los gobiernos sucesivos han conseguido introducir reformas tras reformas, recortes tras recortes, unas veces con el acuerdo tácito de los dos sindicatos mayoritarios y en otras, por la pasividad concertada de estos, con acciones condenadas al fracaso, al final prevalece lo que pretenden las empresas como si de un éxito sindical se tratase. Todo esto ha conducido a los trabajadores a condiciones cada vez peores, y en algunas empresas han sido obligados a rebajar sus salarios con el falso pretexto de mantener sus puestos de trabajo.

No nos equivoquemos, los trabajadores solo pueden ganar a tantos enemigos si luchan unidos y para ello es necesario construir asambleas de comités de empresas que tengan por principio la solidaridad entre los centros de trabajo y la lucha contra las leyes que subyugan a las clases trabajadoras. Las experiencias han demostrado que agachar la cabeza, vivir alejados de la realidad social y política solo trae malas consecuencias para quienes lo practican y contra sus compañeros. Pero además de la unión de los trabajadores en los centros de trabajo, también es de imperiosa necesidad un frente que aglutine junto a los centros de trabajo, a estudiantes y vecinos, pues todos pertenecemos a las clases trabajadoras y todos dependemos del salario que entra en casa. Nos une también la carestía de vida, las políticas educacionales, los recortes en nuestras barridas, la situación del campo, las políticas antidemocráticas. O nos unimos todos, o todos perecemos en favor de unos patronos y unos gobiernos que solo entienden satisfacer su egoísmo insaciable.

El Frente Único del Pueblo tiene como base reunir todo el potencial que encierran las clases populares unidas, por esa razón os pedimos, trabajadores de los centros de trabajo, que en vuestras elecciones sindicales, escojáis a aquellos compañeros, que defienden la solidaridad y la unidad con todos los trabajadores, con los estudiantes y vecinos, al objeto de poner freno a las injusticias que fustigan nuestra vida doméstica y profesional y política.

FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO (FUP)

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