En una entrevista concedida a la cadena televisiva libanesa Al-Mayadeen, el ministro sirio ha asegurado que toda Siria estará limpia de los grupos terroristas y recuperará la plena seguridad y estabilidad.
"Combatir el terrorismo y la injerencia extranjera no es fácil, mientras que un gran número de terroristas se infiltra desde muchos países a Siria", ha añadido.
En otra parte de su entrevista, Al-Zoubi ha descartado la implicación del Gobierno del presidente Bashar al-Asad, en el ataque con cohetes lanzados la semana pasada, desde el territorio de Siria a una zona libanesa situada entre los poblados de Nabishit y Sarain, en Bekaa.
Tras este incidente, el presidente libanés, Michel Suleiman, exigió al Ejército de este país atacar las bases de terroristas sirios que disparan con frecuencia cohetes contra Bekaa.
Según Al-Zoubi, Siria no ha atacado ni atacará a El Líbano por el proyecto conjunto que tiene Beirut y Damasco contra los planes del régimen de Israel.
Fuentes oficiales sirias aseguran que en el país operan decenas de miles de mercenarios armados de al menos una treintena de nacionalidades que reciben entrenamiento militar del régimen de Israel.
EE.UU. levantó las sanciones impuestas contra armar a los terroristas sirios, cuando informes, basados en información falsa, corroboraron el uso de armas químicas por el Gobierno del presidente Bashar al-Asad, contra los grupos armados. Alegaciones tajantemente rechazadas por Damasco.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria está envuelta en la crisis sociopolítica creada por terroristas, financiados, dirigidos y armados desde algunos países occidentales y varios regionales, como EE.UU., Arabia Saudí, Catar y Turquía, para derrocar el Gobierno legítimo de Damasco.
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